Banderas gana en casa su primer Goya: «Me siento vivo»
El malagueño se lleva el premio por su papel en 'Dolor y gloria' después de cinco nominaciones
Al fin, en casa, con 59 años y después de cuatro nominaciones, Antonio Banderas ha ganado un premio Goya como actor. Lo ha hecho ... esta noche por su interpretación de Salvador Mallo, alter ego de Pedro Almodóvar en 'Dolor y gloria'. Banderas llegaba al Martín Carpena al filo de las nueve de la noche después de protagonizar la función vespertina de 'A Chorus Line', que también presentó en la ceremonia de los Goya. «No entendería mi carrera sin Almodóvar», confesaba Banderas y ha sido su regreso con el cineasta manchego el que le ha valido el máximo reconocimiento del cine español.
«Esta película ha sido un ping pong emocional», admitía esta noche el malagueño sobre su papel de Salvador Mallo que le ha traído el ansiado 'cabezón'. Antes del Goya, su papel ya le había valido el premio del Festival de Cannes; de las asociaciones de críticos de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y San Francisco; el Premio del Cine Europeo; el Feroz; el Forqué y el Premio Asecan. También había sido nominado a los Globos de Oro, que al final se llevó Joaquin Phoenix, y al Oscar que se entregará el próximo 9 de febrero.
Con el Goya de esta noche se cierra un círculo abierto hace 33 años, el tiempo que ha pasado desde que Banderas recibiera su primera nominación al Goya por su papel en 'Matador'. Luego llegarían las candidaturas por 'Átame' (1991), 'Two much' (1997), 'La piel que habito' (2012) y en una ocasión como productor con la cinta de animación 'Justin y la espada del valor' (2014). Ahora, al fin, en casa, Banderas tiene su primer Goya como actor.
Con el patio de butacas en pie, en una de las ovaciones más largas de la noche, Banderas se ha roto de emoción. «Si mi cardiólogo viese esto tiene que estar flipando, porque tengo el corazón en la boca», ha confesado en referencia al infarto sufrido en 2017, cuyo recuerdo ha marcado su intervención: «Soy muy feliz, especialmente hoy, porque se cumplen tres años desde que sufrí un ataque al corazón, y me habéis dado este regalo para celebrar mi segundo cumpleaños. Me siento vivo. Gracias».
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