La Junta retoma el plan de cobrar entradas para dinamizar sus museos
Cultura quiere renovar la musealización de sus espacios, atraer nuevos públicos y ampliar los contenidos más allá de sus fondos
El nuevo equipo de Cultura de la Junta quiere agitar sus museos, sacarlos de su zona de confort y renovarlos. «No cubrimos las cuotas suficientes ... de interés (…) Tenemos la obligación de mejorar los contenidos y darles elementos que nos permitan evolucionar», admitió el consejero Arturo Bernal en un encuentro con la prensa en Sevilla. Para ello, anunció un «plan de dinamización» en todos sus centros y avanzó que a lo largo de 2023 se pondrá en marcha el cobro de entradas en museos y yacimientos arqueológicos hasta ahora gratuitos (para ciudadanos de la UE).
«No es un objetivo, es una herramienta», declaró Bernal. La Junta retoma así un proyecto de su antecesora Patricia del Pozo -paralizado por la pandemia- y valora fijar «precios populares» en estos enclaves. En Málaga, esta medida afectaría al Museo de Málaga, el Teatro Romano, los Dólmenes de Antequera y los yacimientos de Acinipo y los Baños Árabes en Ronda. No obstante, matizó que, como es habitual en este campo, se ofrecerán descuentos para determinados colectivos y días de la semana.
Los beneficios de esta nueva política de precios revertirán en la mejora de los propios espacios y permitirá dotarlos de más contenidos, «no necesariamente ligados a los fondos que tienen». «Música, artes literarias... por qué no llenar los museos de otra vida», expresó. Bernal fue tajante: «Lo que tenemos no está funcionando», con niveles de visitas muy por debajo de otros centros culturales similares y escasa presencia del público internacional en las salas. Admitió la necesitad de implantar «proyectos de musealización decentes» y apostó por impulsar «cambios en los modelos de gestión».
Quizás así se consiga cumplir con otro de los desafíos del sector: «Necesitamos renovar los públicos de los museos de Andalucía», apuntó el secretario de Cultura, Salomón Castiel. En su opinión, estos contenedores de arte deben ser capaces de despertar su inquietud y convertirse en «focos de discusión sociopolítica y cultural de que lo que está ocurriendo en España y fuera de España».
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