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Sr. García .

La novela interminable

Cruce de vías ·

Hay que seguir alimentando la fantasía porque de lo contrario corremos el peligro de hundirnos en la insoportable locura cotidiana

Sábado, 28 de abril 2018, 00:33

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Desde hace cinco años, estoy escribiendo una novela que no deseo terminar. Cuando llego al final, vuelvo a repasarla con la excusa de que algo ... no acaba de funcionar. Entonces me entretengo corrigiendo aspectos superficiales que no tienen mayor interés. Así consigo demorar la entrega. No quiero que vuelva a ocurrir lo mismo que me ha sucedido otras ocasiones. Finalizaba una novela, se publicaba, y el mundo que había creado, no en seis días sino en seis años, desaparecía. Y también se esfumaban los personajes con los que había convivido durante todo ese tiempo. Esta vez he tomado la decisión de raptarlos para siempre, quedarme con ellos, cerrarles la puerta. Imagínense que un médico decidiera no dar el alta a ninguno de los pacientes que aguardan en la consulta porque le caen muy bien y los echaría de menos. Pues eso me ocurre a mí. Al otro lado de la puerta, en la sala de espera, se encuentran los personajes de la novela aguardando salir a la calle y yo me empeño en retenerlos dentro de mi propia cabeza.

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