Alba Chantar, presente y futuro de la lírica en Málaga

Alba Chantar regresará por segunda vez este año a la casa del género lírico español después de que en abril de 2022 pisara esas tablas con 'The Magic Opal' de Albéniz. «Y la experiencia fue estupenda. Todos son grandes profesionales», asegura. En aquella ocasión hizo un papel pequeño, de reparto, pero ahora vuelve con uno de los principales, la hija del policía que entabla en la cárcel amistad con el Presunto Implicado (como se llama al político protagonista acusado de corrupción). Se trata además de un estreno absoluto, un encargo del teatro a Tomás Marco que en dos ocasiones previas ha tenido que cancelar su puesta en escena: en 2018 por una huelga y en 2020 por la pandemia. A la tercera va la vencida.

Se multiplica la responsabilidad, pero también las oportunidades de que la vean y la escuchen. Y esa es la clave de su profesión: hacerse visible. «Hay que moverse mucho y desde muy joven; salir a buscar la suerte, no puedes estar esperando a que te llamen. Tienes que hacer muchas audiciones y un buen trabajo que te avale». Y perseverar. De hecho, los dos proyectos en la Zarzuela le salieron en su tercera audición para ese teatro. Por eso mantiene que para ser soprano hay que cuidar la voz, pero también la mente para saber gestionar los 'noes'.

«Algunas veces he querido tirar la toalla o he salido llorando de una prueba. Pero soy cabezona y la pasión, lo feliz que me hace cantar, es más fuerte», confiesa. Lo importante, asegura, es confiar en uno mismo. «Psicológicamente, lo estoy llevando mejor. Cuando eres más joven e inexperta, te vienes abajo fácilmente, pero ya vas sabiendo lo que sí quieres y lo que no, y lo que puedes aprender de cada experiencia».

En estos momentos, asegura, se siente «realizada»: «Ves que salen cosas, que el esfuerzo y los sacrificios merecen la pena». Porque son muchos. «Sacrificas vida social, por los ensayos y por el cuidado que necesita la voz, no puedes salir los días previos a un recital y tienes que controlar el clima. Intento no ser muy extrema, ser flexible pero consciente. Y también renuncias a parte de la vida familiar porque pasas mucho tiempo fuera», asegura la joven, que hace apenas dos meses se casó con el violonchelista malagueño Mauricio Gómez Yamamoto.

Ella está vinculada a la música desde niña. «Siempre he cantado, desde chica usaba la escoba como micrófono», recuerda entre risas. Empezó sus estudios musicales con el clarinete, pero pronto descubrió que su mejor instrumento era la voz. En el instituto se atrevió con el musical 'El fantasma de la ópera', que tiene tintes líricos, y se sorprendió. «No sabemos lo que tenemos hasta que empiezas a educarlo». El resto fue rodado. Se apuntó a coros y empezó a recibir clases con Francisco Heredia. Y llegaron los premios, como el de la Muestra de Jóvenes Intérpretes de Música Antigua de Málaga y el de Jóvenes Intérpretes MálagaCrea 2012, entre otros. En 2016, terminó sus estudios de canto en el Conservatorio Superior de Málaga, pero Alba Chantar sigue formándose. «Eso siempre, la voz evoluciona como nuestro cuerpo. Hay que ir adaptando la técnica a tu voz y descubrir cada día cosas nuevas».

Sueña con debutar roles de Puccini, pero no ambiciona ser una gran diva. «Quiero dedicarme a esto independientemente de tener un papel grande o uno pequeño. Quiero cantar y disfrutar, hacer producciones bonitas que hagan disfrutar al público», argumenta.

Y para eso está «sembrando» en casa. Hoy comienza una serie de tres conciertos por la provincia con la Sinfónica de Málaga (OSPM) y la Diputación, para acercar célebres arias de ópera y romanzas de zarzuela a lugares emblemáticos. La soprano estará acompañada por la formación camerística Astrea Quintet, integrada por los músicos de la OSPM Laura Romero (violín), Laura Martínez (viola), Juan Antonio Carrillo (violonchelo), Amador del Pozo (contrabajo) y Tania Moya (piano). La ruta empieza esta noche de jueves en la Real Colegiata de Santa María de Antequera (22.30 horas), continúa mañana viernes en el Jardín Botánico Histórico La Concepción de Málaga (22.00 horas) y finaliza el domingo en la Casa Museo Antonio Gala-La Baltasara de Alhaurín el Grande (21.00 horas). En todos los casos, con entrada libre hasta completar aforo. Sonarán melodías de Mozart, Puccini, Verdi, Gounod o Sorazábal, además de piezas para quinteto de Hermann Goetz, Louise Farrenc y Astor Piazzolla.

Por delante, más audiciones, más ensayos y más cursos para perfeccionar la técnica. «Se trata de estar bien preparada para cuando llegue la oportunidad, ir a por ella», concluye.