El Museo Picasso Málaga presenta la sexta versión de su colección para «conectar más» con el público

SUR ya adelantó hace más de un mes las claves del montaje que ya puede visitarse y que ha sido presentado este lunes y que nace con la vocación de «conectar más» al museo malagueño con «el público y los turistas», como ha reivindicado el presidente del Consejo Ejecutivo del MPM, Bernard Ruiz-Picasso. El nieto del artista es también el máximo representante de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte (FABA) que ha firmado con la Junta de Andalucía un acuerdo para la cesión de un conjunto de 162 obras que nutre el discurso de 120 piezas que el MPM plantea durante los tres próximos años.

Así, el nuevo discurso de su colección no ha sido la única buena noticia que se llevaron ayer en el MPM. Así, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha aprovechado la presentación telemática para anunciar que el Consejo de Gobierno de este martes aprobará la renovación de la asignación de 4,3 millones de euros al MPM, que hace justo una semana reabría sus puertas después de más de dos meses de clausura forzosa ante la alerta sanitaria traída por el Covid-19. Un «reencuentro emocionante» con el público, en palabras de Lebrero, que ha recordado cómo los equipos del MPM han montado la nueva colección «en soledad», sin el concurso presencial tanto de los especialistas de FABA como del profesor Karmel.

Este último ha ofrecido las claves fundamentales de un recorrido que toma el pulso a la amplia trayectoria artística del malagueño y que encontrará algunos de sus nuevos iconos en piezas como el dibujo 'Cabeza de mujer' (1906), la escultura 'Copa de abstenta' (1914), el tapiz que recreaba en 1958 'Las señoritas de Avignon' pintado en 1907, el enigmático 'Hombre con sombrero de paja con cono de helado' (1938) y 'Bodegón con jarra, vaso y naranja' (1944).

Además, el montaje bautizado como 'Diálogos con Picasso. Colección 2020-2023' brinda el reencuentro con piezas emblemáticas que regresan al MPM como 'Susana y los ancianos' (1955), procedentes de los fondos de FABA. «Cada vez que nuestra fundación decide firmar un nuevo comodato son dos años y medio de trabajo. Ahora empezamos a trabajar en la próxima colaboración en 2023», anunciaba Bernard Ruiz-Picasso durante la presentación retomada este lunes después de que la inauguración de finales de marzo quedase frustrada por la alerta sanitaria.

La muestra combina así los criterios temáticos y cronológicos, como ha avanzado Ruiz-Picasso, en una disposición que quiere reiterar cómo «Picasso es un artista de múltiples facetas», en palabras de Lebrero. Una idea, la de diálogo, que surca la nueva colección del MPM para tender puentes entre el museo y el público, entre los equipos del MPM y FABA, pero también -y sobre todo- para un diálogo de Picasso consigo mismo.

Ahí está el artista que en la cima de la vanguardia regresa al clasicismo, el autor que destila el surrealismo hasta dejarlo en apenas un signo, el pintor que retuerce la mitología para cruzar a Teseo y el Minotauro en el mismo personaje, el anciano que a punto de cumplir 90 años vuelve a reinventar la historia del arte en la escena de una madre y su hijo que puede mirarse con ojos irónicos o inquietantes, dulces o perversos. Que cada cual saque sus conclusiones frente a 'Maternidad' (1970), que ya espera en las salas del Museo Picasso Málaga.