Miguel Ángel Oeste: «'El Gran Gatsby' es la novela que más he leído en toda mi vida»
El escritor malagueño hace un repaso por los libros que le marcaron y recomienda a los lectores de SUR 'Winesburg, Ohio' (1919), una novela de Sherwood Anderson
CLAUDIA SAN MARTÍN
Málaga.
Martes, 25 de agosto 2020, 00:25
Miguel Ángel Oeste es a los libros lo que las termitas a la madera: un devorador por naturaleza. En este caso de palabras, de ... frases, párrafos y páginas que le hacen ser quien es, de las que aprende cada día y gracias a las que hoy puede decir que es un amante empedernido de la lectura. Al año, este escritor malagueño puede leer alrededor de 60 libros aunque ahora, que la paternidad llegó a su vida hace algún tiempo, rondan los 40, que ya es bastante. Toda una vida dedicada a las palabras es una vida muy gratificante y más cuando adaptas tus lecturas a tus necesidades. Oeste no pierde el norte en sus elecciones, aunque confiesa que últimamente también lee muchos cuentos infantiles, más allá de cuando se los lee a sus pequeñas.
Coge carrerilla cuando le preguntamos por su infancia, por cómo empezó la afición que en poco tiempo se convirtió en pasión: «Empecé a leer cómics, desde los textos de 'Zipi y Zape' hasta los de 'Mortadelo y Filemón'. También 'Alicia en el país de las maravillas' (1865), de Lewis Carrol o 'Peter Pan'», explica, aunque conforme fueron pasando los años, sus lecturas se adaptaron a su crecimiento. Pronto llegó 'El señor de los anillos' (1954), de Tolkien o 'La historia interminable' (1979), de Michael Ende, lo que hace que la imaginación de cualquier joven vuele muy alto y el interés por indagar y descubrir más en ese placer que parece tan mundano y nombramos como 'lectura' se duplique.
Recuerda con ternura también los libros de obligada lectura en las aulas: algo de Benito Pérez Galdós, 'El Lazarillo de Tormes' (1554), 'El árbol de la ciencia' (1911) de Pío Baroja o cualquier otro que hacía las delicias de este futuro escritor con tanta ambición e ilusión por seguir descubriendo nuevos mundos entre páginas.
«Hay dos libros que me crearon una fascinación tremenda por la lectura. Son 'Frankenstein' (1823), de Mary Shelley o 'Drácula' (1897), de Bram Stoker. Los leí a los 16 años, aproximadamente, y me marcaron mucho. Tienen una atmósfera fascinante», cuenta Oeste metiéndose de nuevo entre las palabras que le hicieron soñar hace algunos años. A pesar de ello, hubo un tiempo en el que su amor por la lectura norteamericana creció sobre manera: «Me leía muchos clásicos de novela negra, aunque sin duda 'El Gran Gatsby' (1925), de Scott Fitzgerald, es la novela que más he leído en toda mi vida», expone el escritor con fervor. Su admiración por este último novelista norteamericano le llevó a descubrir 'El desencantado', (1950) Budd Schulberg, una historia con mucho trasfondo que cuenta los últimos años de Fitzgerald, cuando «malvivía escribiendo guiones para Hollywood»: «Esta novela me marcó muchísimo, me atrapaba el cine norteamericano y su novela», apunta.
'Winesburg, Ohio' (1919), de Sherwood Anderson es otro de esos títulos de los que Miguel Ángel Oeste habla maravillas, además, una de sus recomendaciones para los lectores de SUR: «Aquí se ve el arte de contar con sencillez, defendiendo perfectamente a los personajes. No tuvo mucha trascendencia, pero me parece una obra maestra, es una delicia leerla porque en su aparente sencillez es fascinante», cuenta.
Una mirada a los cuentos
Y con el paso del tiempo, la vida cambia y nosotros con ella. Se modifican nuestros gustos y también nuestra forma de entender lo que nos rodea. Esto le ocurrió a Oeste haciendo algunas relecturas de los clásicos. Ahora, confiesa que tiene entre manos mucha literatura de autores españoles o latinos, pero también, y aquí viene la sorpresa, cuentos infantiles: «Me fascinaban los cuentos de Pablo Aranda, era un hombre muy divertido. 'El abrazo del árbol' (2016), de Ana Alcolea, por ejemplo, o el de las mariposas, cuentan temas muy profundos, como la pérdida de una madre, pero lo hace de una manera muy bonita y sensible. Contar temas duros con delicadeza es muy difícil, pero en los cuentos infantiles se hace», explica.
Este escritor considera que la literatura infantil está algo desprestigiada o es «como de segunda», aunque después de leer cientos de títulos para empaparse de la ejecución del género, reconoce que si «algo está bien contado tiene mucho valor»: «Hay historias que pueden funcionar igual de bien para un niño que para un adulto y esto me parece muy complicado», expone con convicción, animando a todos aquellos que tengan un poco de interés en los libros a que sigan devorando páginas porque como explica Oeste «la lectura nos hace más libres y nos enriquece muchísimo».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión