Luis García Montero: «La muerte de alguien querido es como un animal doméstico; está en todas partes»

Y el escritor hizo en el Aula de Cultura como con la poesía, un proceso para el conocimiento de su nuevo poemario 'Un año y tres meses' y del amor de su vida y a su vida, Almudena Grandes. Lo que le llevó a profundizar sobre la vida y la muerte, a adentrarse en todo aquello que esconden sus versos. Todo eso en una conversación con el periodista de SUR Alberto Gómez, codirector del Aula de Cultura junto a Regina Sotorrío.

«La muerte de alguien querido y con quien has vivido mucho tiempo es como un animal doméstico; está en todas partes», introducía Luis García Montero, que luego ahondaba en esa idea: «Mi hija decidió que teníamos que tener un gato y, a pesar de que Almudena no quería, se quedó con nosotros porque le llamó Negrín», describía la anécdota entre risas. «Y claro, cuando el gato se quedó a vivir con nosotros es alguien que se sienta y se apoya en el sofá, que se mete en el cuarto de baño mientras te estás duchando, que estás escribiendo y se te sube a la rodilla... Y un poco la muerte de alguien con quien has vivido tanto es así: te cuesta acostumbrarte a que en el baño ya no hay dos toallas, sino que es una; ves que uno de los sofás está solo; pasas por la nevera y ves las cosas que tú te compras pero faltan las que se compraba ella...». Es como ese recuerdo que persigue por toda la casa.

Treinta años de amor con Almudena Grandes, una de las historias que se recordarán para siempre en la literatura española. Esos guiños entre versos y títulos más allá de los que se hicieran ellos en su intimidad. Esa pasión que García Montero dejó reflejada en 'Completamente viernes' que hacía referencia a 'Te llamaré' de Grandes: «Cuando estábamos empezando la relación yo tenía mis clases en Granada y ella su vida y trabajo en Madrid, así que durante un tiempo –antes de que naciera nuestra hija– lo que hacíamos es que una semana bajaba ella a Granada y otra subía yo a Madrid... Casi todas las veces que nos encontrábamos era en viernes».

«Desde que soy adolescente estoy acostumbrado a responderme con la poesía», aseguró García Montero. Y cuando falleció Almudena Grandes el pasado noviembre de 2021, sintió que era una necesidad escribir 'Un año y tres meses', que recrea ese tiempo de enfermedad de la escritora desde el diagnóstico hasta la muerte: «En una experiencia tan dura como esta necesitaba la poesía para superarlo, aunque por otra parte eso era muy complejo y difícil. La poesía adquiere sentido cuando no sólo es desahogo personal, sino cuando es un proceso para el conocimiento. Y cuando hablas de la muerte intentas convertir el 'yo' biográfico en un 'yo' literario... Cuando uno escribe cosas muy dolorosas es muy difícil, está el peligro del patetismo o la cursilería», señalaba García Montero.

«Aprendí la suerte que he tenido de haber compartido un verdadero amor, hasta el hecho tan doloroso de ver a una persona que quieres morir en tus brazos es también una manera de decir que qué suerte he tenido... En estas reflexiones he buscado el consuelo a lo que me estaba pasando», confesaba con emoción el poeta. «Se necesita cuidar y que te cuiden, ella era muy optimista e incluso ese optimismo de Almudena era una manera de cuidarnos a nosotros, el miedo se lo callaba y ahí se establece una relación que le da sentido a una historia de amor».

Lo que también da sentido a una historia de amor son acciones como la que él mismo hizo cuando Almudena Grandes acababa de salir de quirófano el 31 de diciembre de 2020: «Me las arreglé para disfrazarme de médico y colarme en la habitación del hospital para pasar con ella la última noche del año. Creo mucho en las instituciones cuando no separan a la gente y que una institución entendiese esta acción es humano y tiene mucho que ver con la poesía», concluía Luis García Montero, que luego hizo otra acción de amor y firmó libros para todos los que estaban en la sala y para los que quedaron fuera sin poder pasar, que subieron al terminar el acto para llevarse su poemario con la firma.