Ben Clark abre la caja de sus 'Demonios' en el Aula de Cultura de SUR
El poeta de origen británico, una de las voces más poderosas de su generación, presentará su último libro y recitará poemas en el salón de actos de Unicaja este viernes a las 19 horas
«Ya no habría consuelo en nuestras almas. / Habíamos llegado tarde al mundo», escribe en 'Los hijos de los hijos de la ira', el libro ... que publicó en 2006, más de medio siglo después de que Dámaso Alonso lanzara 'Hijos de la ira'. Aquel título le valió a Ben Clark, ex aequo con el malagueño David Leo, el premio Hiperión, una de las distinciones más prestigiosas dirigidas a poetas menores de 35 años. Ahora, casi dos décadas después, el poeta ibicenco de origen británico se ha consolidado como uno de los autores más poderosos de su generación. El viernes 21 de abril presentará 'Demonios', su último libro, editado por Sloper, en el Aula de Cultura de SUR. Son poemas sobre lo cotidiano, pero también sobre lo extraordinario: la amistad y el duelo, el amor y los accidentes. La presentación tendrá lugar en el salón de actos de Unicaja, en el número 3 de la plaza de la Marina, a las 19 horas. La entrada es libre hasta completar aforo.
Los poemas de Ben Clark sirven como radiografía de una generación desorientada que vacila entre el hedonismo y la insatisfacción. En 'Ceres', uno de los poemas más brillantes de 'La policía celeste', su último libro, Clark reflexiona sobre «el final de las dinastías», apellidos que desaparecerán «porque en gran medida somos una generación destinada a no tener hijos por razones laborales, biológicas o económicas». Así hace referencia a «personas huecas como yo, / hijos sin hijos, nombres moribundos», un escenario donde la amistad adquiere condición de inquebrantable: «Admiro a los amigos que hacen pan / y los cuido y protejo con conjuros / inventados, escribo / poemas en su honor y, si se mudan, / vendo mi biblioteca y doblo mal / la ropa y la introduzco / en bolsas de basura y voy con ellos».
Extranjero en todas partes
Clark sabe lo que es sentirse «como un niño extranjero en todas partes». Colecciona premios, traduce a Anne Sexton y ha escrito más de una decena de libros antes de llegar a los cuarenta, que asoman en el horizonte más próximo. Durante años se instaló en Málaga: «Al vivir en la Costa del Sol, mis genes británicos me provocaron ganas de jubilarme». Enseguida se abrió un hueco en el tejido cultural de la ciudad, que hasta le regaló un vals con Christina Rosenvinge durante el último concierto de la autora de 'Que me parta un rayo' en el Teatro Cervantes. «En unos años me gustaría ser malagueño, o boquerón, sin renunciar a ser ibicenco. Es más, me gustaría afirmar que soy paleño», confesaba antes de la pandemia.
El poeta balear de aspiración boquerona siempre ha sentido «una libertad enorme» por la baja comprensión lectora en español de sus padres, ambos británicos: «Nunca había reparado en ello hasta la traducción de 'La policía celeste'». Esa falta de escrutinio paterno «es un pequeño dolor y un alivio a la vez» que le ha librado de la tentación de censurar ideas por posibles daños colaterales, como cuando relata una estancia junto a su padre en la sala de espera de Cardiología: «Y dicen nuestro nombre y me sonríe, / victorioso y anciano, y en sus ojos / danza un pirata dueño de un secreto».
Hijos nonatos, amigos, accidentes y padres lejanos asoman entre sus versos, que este viernes recitará en el salón de actos de Unicaja de la mano del Aula de Cultura de SUR, organizada por este periódico en colaboración con la Fundación Unicaja y Cervezas Victoria. La librería Luces, además, instalará un expositor donde se venderán ejemplares de 'Demonios' que Clark firmará luego.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión