La intendencia de los Goya

Todos estos días previos a la gala se han convertido prácticamente en una convivencia entre los que hacen su rutina en el palacio de deportes. Chicho Marín forma parte de este gran equipo y estará hasta que se desmonte todo el próximo lunes. El malagueño recibió la llamada de la Academia de Cine el 31 de diciembre para abarcar este proyecto. «En principio las carpas iban a estar en el interior del pabellón, pero le propusimos a la Academia que sería mejor fuera. Así evitaríamos olores y prisas en la recogida previa a la gala», cuenta. El sitio en el que se encuentra el catering finalmente es el parking de la entrada de prensa del Martín Carpena, como propuso Marín y su equipo. Este catering lo coordinan entre Eduardo, Lucía y Chicho y cuenta con doce cocineros.

Al cabo del día son más de 200 personas las que pasan por allí y disfrutan de la comida típica malagueña en un bufé atendido. «Ensaladas con los ingredientes que cada uno quiera, rusa, pasta, sopa de picadillo, estofado, carne, pescado y los postres caseros», explica así el cocinero algunos de los platos que ofrecen. El espacio cuenta con estufas para que, a pesar de estar fuera, los empleados tengan su descanso sin ningún problema. Una parte importante de este catering es que todo es desechable y reciclable. También cuentan con menús para veganos y vegetarianos. «El primer día hubo varios del cuadro de baile que nos pidieron un menú vegano. Cada día nos avisan sobre lo que quieren y así podemos adaptarles la comida. Cuando llegó Silvia Abril pidió que le hiciéramos unos platos y así lo hicimos. Si todo se habla previamente, es posible», comenta Marín.

Los turnos de comida se dividen en dos: uno de 14.00 a 16.00 horas y de 21.00 a 23.00 horas. «Los horarios del comedor los adaptamos según el día. Hay veces que ensayan a las 14.30 horas y necesitan que pongamos la comida antes. Por eso estoy en continuo contacto con la productora», asegura el malagueño.

No solo abastecen a los trabajadores en estos dos turnos. Este equipo de catering tiene repartidas por todo el pabellón mesas auxiliares con cafés, fruta, zumos, leche, bollería... «Este es otro factor en el que tenemos que estar pendientes, ya que hay que ir reponiendo. Son puntos que tienen mucho tránsito y cada grupo de trabajadores tiene adjudicado el suyo», apunta el encargado.

Chicho Marín tiene claro que en la clave del éxito está el trato a las personas que pasan a deleitar sus platos. «Lo bonito de esto es el día a día. Y los trabajadores son lo más importante de esta gala, sin ellos no habría nada. Por eso es clave trabajar en equipo junto a ellos», confiesa. Desde que empezaron el pasado miércoles, cada día ha ido incrementando el número de empleados. Hoy se espera que acudan a comer unos 300 y mañana que aumente a los 350.

Sin embargo, Marín no consigue encontrarle un factor negativo a estos días. «Lo estoy disfrutando mucho, no es nada rutinario», defiende. Desde cocina salen y pasean por las instalaciones del Carpena para asegurarse de que a nadie le falte nada. Así lo cuenta el malagueño: «Si veo a alguno de los trabajadores cansado, me lo traigo o le pregunto qué le apetece tomar. Aquí tenemos que estar atentos a cualquier problema que les pueda surgir, estamos aquí para satisfacerlos». La sonrisa y el buen trato va por delante en la filosofía de este equipo. «La comida siempre va a salir buena, lo importante es contagiarles felicidad y confianza», añade Chicho Marín.

El malagueño ha podido comprobar todo el proceso del cambio del Martín Carpena, desde su utilización para el deporte hasta su uso para cultura. «Realmente la organización que están teniendo es buenísima. Es un gran trabajo el que hacen», puntualiza.