La Inteligencia Artificial en el arte: ¿Cuándo es aceptable y cuándo no?

Lo primero que planteó fue que «los sistemas de IA se pueden utilizar para restaurar obras de arte dañadas o perdidas» y puso como ejemplo la recuperación de un papiro quemado de hace casi 2.000 años. «También podemos usarla para profundizar en el entendimiento e interpretación de obras de arte ya conocidas, como el proyecto que hacen desde Barcelona Supercomputing Center junto al Museo del Prado analizando la pinacoteca y descubriendo nuevos elementos pictóricos que no se habían encontrado aún», concretó Miguel A. Rubio durante su ponencia llamada 'Inteligencia Artificial, arte y experiencia museística: Fronteras tecnológicas'.

También planteó un uso que hay que «discutir», como el de la restauración de 'La expulsión de los moriscos' de Velázquez, que desapareció en 1734 y hace año y medio se recreó utilizando técnicas de Inteligencia Artificial. «Si esto es un uso aceptable es algo que debería ser jugado por la comunidad artística y cultural», cuestionó el experto. Pero sí que defiende su uso para el análisis de la posible atribución de las obras «con cuidado y sabiendo el grado de fiabilidad de los modelos de IA».

Otro uso que puso Miguel A. Rubio sobre la mesa fue el de facilitar la interacción y aumentar el interés de visita a los museos. «Se favorece el vínculo con estos espacios con avatares que enriquecen la experiencia con las pinacotecas porque dan un salto al realismo a la vez que están siendo asistentes virtuales», comentó. Entre las formas de fomentar la participación de los visitantes están «las actividades lúdicas y educativas a través de la Inteligencia Artificial, como hizo el Museo Picasso de Málaga a través de una campaña en 'X'».

La aplicación más importante y más fácil de implementar a día de hoy, según Miguel A. Rubio, es «para facilitar la accesibilidad a los museos» para toda la población. «Se puede hacer que visitantes de otras culturas tengan acceso a todos los contenidos y traducciones automáticas de alta calidad. Desde la Comisión Europea estamos desarrollando un modelo de lenguaje que se centra en las lenguas oficiales de la UE para que todas las nacionalidades tengan acceso a la IA en su idioma materno», concretó Rubio.

La ponencia de la artista digital Sandra Rodríguez, que trabaja sobre IA y modelado de lenguaje, además de ser conferenciante del primer currículo en XR del Instituto Tecnológico de Massachusetts de Montreal, fue prácticamente en la misma línea que la de Miguel A. Rubio. Ella puso directamente un ejemplo en el que acerca la obra y vida del filósofo Noam Chomsky gracias a la Inteligencia Artificial: «Sentían que estaban conociéndolo de forma real», apuntó.

Y reflexionó sobre la utilidad de la IA: «Podemos hablar de que es una forma de arte, no sólo de crear arte. Los artistas nos planteamos qué es lo que estamos dejando para los seres humanos que vienen detrás y la realidad es que es muy difícil concluir que la IA no va a ser parte del futuro; pero lo que sí que no es es un fenómeno atmosférico que pasa así porque sí, la Inteligencia Artificial ocurre porque nosotros tomamos decisiones sobre ella», explicó Sandra Rodríguez.

«El arte no es el hermano pequeño de la tecnología porque no sólo funciona y crea, sino que podemos innovar y reimaginar su uso para diseñar y hablar de futuro», concluyó la artista digital. Por su parte, Miguel A. Rubio dejó claro que esto sólo es el principio: «Las tecnologías de la Inteligencia Artificial han llegado hace poco pero han venido para quedarse y no las podemos ignorar. Aunque no hace falta utilizarla de una manera ciega y sin cuidado».