Hermanas

Hay quienes se inmiscuyen en los conflictos de otras familias y deciden tomar partido. Esto no solo ocurre con los personajes públicos sino también con la gente corriente. Cuando una pareja se separa suelen crearse dos bandos que lucharán a muerte por defender la inocencia del elegido y condenar al rechazado. Yo prefiero no tomar parte en estos asuntos y continuar manteniendo relaciones con ambos contendientes hasta que el paso del tiempo sitúa a cada cual en su sitio. Las cuestiones íntimas son algo muy personal. ¿Olivia o Joan?, este es el dilema. Lo mejor es no tomar partido por ninguna de las dos, como si no las considerásemos hermanas. Los medios de comunicación siguen buscando la causa del conflicto, se preguntan si hubo celos, envidia o cualquier otro pecado capital. Al final, más que los maravillosos personajes que ambas hermanas interpretaron, queda el recuerdo de la única película que nunca llegó a producirse. O quizá sí: '¿Qué fue de Baby Jane?'.

Pienso en Olivia y hago cuentas con el tiempo y la edad. Ciento cuatro años de vida y más de ochenta representando la vida de distintas mujeres. Al sumar la vida ficticia y la vida real alcanza una cifra cercana a los doscientos años. Mientras la actriz interpretaba personajes cinematográficos, la mujer continuaba escribiendo el guión secreto de su propia película. Pero, ¿quiénes fueron en realidad Olivia y Joan?, ¿qué personajes se ocultaban tras las hermanas de las mil caras?

Me interrumpe la llamada telefónica de una de mis hermanas. Le cuento lo que estoy escribiendo y le resulta extraño ese distanciamiento que hubo siempre entre las dos hermanas. Me dice lo que ha hecho hoy, lo que tiene previsto hacer mañana, lo que hizo el pasado martes que precisamente cumplió años. ¡Ciento cuatro años!, repite, como si fuera una meta inalcanzable. Y se queda pensando lo mismo que yo.