Gravity Music cierra tras 25 años: los locales donde ensayaron desde Vanesa Martín a Hablando en Plata
Fabricio Gámez, alma de las primeras salas profesionales de Málaga, pone fin a una etapa para dedicarse a su otra pasión, el surf
Hasta que él llegó lo normal era ensayar en la frutería de un amigo o en el sótano de los padres... hasta que denunciaba el ... vecino por ruido. Este concepto de sala profesional acondicionada e insonorizada no existía en Málaga. De hecho, él tuvo que recorrerse Madrid, Barcelona y Londres para chequear el mercado y trasladar aquí la idea. Y una vez que lo abrió, recuerda, le tocó hacer entender a la gente que aquello no era un lugar de encuentro para fumar, beber o jugar a la Play. «Esto es para ensayar». Veinticinco años y cientos de artistas después, Gravity Music cierra en la calle Juan Gris de Cruz de Humilladero.
«Son ya 25 años, necesitaba un cambio en mi vida», admite Fabricio Gámez, Fabi para la familia musical de Gravity. Podría seguir al frente 25 años más, el negocio funciona, pero le ha salido una oportunidad para alquilar el local y le ha llegado el momento de dedicarse a su otra pasión: los deportes acuáticos y el surf. Pero advierte: «Ahí se va a seguir respirando música». De qué manera, de qué tipo y con quién lo mantiene en secreto por petición de los nuevos inquilinos, que ya trabajan en su transformación.
Todo el que se haya dedicado a la música en Málaga en las últimas dos décadas ha pasado por alguna de sus seis salas. Fabricio ha sido testigo de cómo algunos artistas saltaron de tocar para los colegas a llenar estadios. A unos cuantos los conoció con 15 años y ya tienen 40, varios hijos y probablemente otro trabajo. Pero muchos han conseguido hacer de su 'hobby' su medio de vida. Allí han ensayado Vanesa Martín, Chambao, Diana Navarro, Pasión Vega, Gordo Master, Little Pepe, Hablando en Plata, Sicario, Airbag, Muchopelo, Jammin' Dose, Loncha Velasco… Para Rockberto, de Tabletom, esta era «su segunda casa». Y Kiko Veneno, Raimundo Amador o Los Delinqüentes han hecho parada en Gravity en sus visitas a Málaga.
Se sabe afortunado, «pero la suerte hay que buscarla», apostilla. Porque este no era ni mucho menos su camino. Trabajaba en la recepción de un hotel del que su padre era director y su madre, la jefa de recepción. Ese era su destino. «Pero no era feliz». Como músico, sufría la falta de lugares para dedicarse a lo que realmente le gustaba. Y de su propia necesidad nació Gravity. «Aunque todos me llamaban loco».
Ahora «se cierra una etapa», dice Fabricio, con la tranquilidad que da el trabajo bien hecho. Sabe que deja a muchos músicos 'huérfanos' de espacio, pero Málaga ha cambiado mucho en este tiempo y encontrar locales de ensayo ya no es misión imposible. «Lo único es que el tito Fabi ya no estará para solucionarles sus problemas, para aconsejarles o prestarles un ampli cuando les falle el suyo. El factor humano», argumenta.
Y quienes lo conocen, lo corroboran. «Con lágrimas en los ojos te digo gracias a ti por todo lo que has hecho por la música de Málaga y por los grupos malagueños sin discriminar a nadie», escribe Gordo Master en la publicación donde Fabricio Gámez anunciaba en Instagram el cierre. «Ole Fabri gracias por todo siempre», añade Chambao. Pero como Fabricio les dice «esto no es un adiós, sino un hasta luego. Nos vemos en los conciertos… o en el pico esperando una buena ola».
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