Los datos del Picasso y el Thyssen anticipan el trance de los museos de Málaga frente a la pandemia

El MPM no se andaba por las ramas y el propio comunicado oficial emitido ayer hablaba desde la primera línea de 2020 como un «annus horribilis» para la entidad. El resultado es un desplome superior al 75% en las visitas presenciales, desde las 703.807 del año pasado a las «alrededor de 164.000 personas» que han pasado este año por las salas del palacio de Buenavista.

A la espera de conocer el dato exacto de visitantes al MPM, desde el museo malagueño recordaron cómo «a partir del mes de marzo se produjo el mayor cierre de museos global desde el fin de la Segunda Guerra Mundial» y acto seguido, añadieron: «La prácticamente nula movilidad internacional de personas y las consecutivas restricciones de reunión pública durante 2020, han afectado severamente a tres sectores que se interconectan en los museos: la cultura, el turismo y la educación».

En ese escenario, el MPM decidió cancelar su ambiciosa exposición en torno a la artista Meret Oppenheim, trasladó desde este año hasta principios del próximo la muestra sobre Miquel Barceló y pospuso hasta el verano la presentación de la nueva colección del museo. Todo ello se ha traducido en una «significativa disminución de ingresos» que desde el museo malagueño aún no se ha precisado.

Junto a esas 164.000 visitas presenciales, desde el MPM destacaron que más de 13.000 personas acudieron a la institución «atraídas por los programas de formación y las actividades culturales que no se han visto suspendidas desde la reapertura del museo en el mes de mayo».

«Con una estricta aplicación de medidas sanitarias –seguían desde el MPM– no consta al día de hoy ningún incidente en las instalaciones de la fundación relacionado con la pandemia». Dicha fundación es la institución que dirige el MPM y que también ha recibido estos días otra noticia desagradable: la resolución del Comité de Transparencia que insta al MPM a hacer públicos tanto el suelo de sus directivos como su organigrama interno, asunto sobre el que el museo aún no se ha pronunciado.

A la espera de contabilizar sus datos de actividad digital, desde el museo malagueño pusieron el acento en que durante este año que termina «se ha acelerado el proceso de transformación digital que había iniciado con anterioridad el museo, así como el incremento significativo de producciones propias en este campo en forma de exposiciones virtuales, material educativo, documentales de arte y cursos 'on line'».

Esa apuesta digital también era reivindicada desde el Museo Carmen Thyssen Málaga como una de las escasas noticias positivas en este 2020. «En el primer trimestre del año empezamos mejor que el anterior; sin embargo, en marzo todo se torció», compartía el director gerente del Museo Carmen Thyssen Málaga, Javier Ferrer, para destilar un ejercicio cuyo resumen puede extrapolarse al resto de las instituciones y empresas del planeta.

En el caso de la pinacoteca malagueña, la crisis sanitaria ha provocado una caída de casi el 60% en su número de visitantes presenciales, desde los 170.313 contabilizados el año pasado hasta los 70.128 usuarios registrados al cierre de ayer mismo. «A lo largo de 2020, la procedencia de los visitantes ha sido en un 45,7% de Málaga, un 30% del resto de las provincias españolas y en un 23,1% de otros países», detallaban desde el museo.

«Quisimos abrir cuanto antes después del confinamiento porque estamos convencidos de nuestro papel como dinamizadores sociales y culturales. En agosto mejoró bastante la situación y estuvimos al 80% respecto al año pasado, pero después del verano, con las limitaciones a la movilidad todo ha sido muy complicado», ofrecía Ferrer.

El director gerente añadía que el Thyssen de Málaga afronta el año entrante con «prudencia» y con la mirada puesta en el «control económico» que pueda compensar la caída en los ingresos propios, que el año pasado representaron el 40% del presupuesto global de la pinacoteca, según los cálculos de Ferrer. A falta de cerrar el presente curso, el director gerente del Thyssen malagueño sí avanzaba que los planes de la institución pasan por mantener la agenda de exposiciones temporales, que estará condicionada a la evolución de la crisis sanitaria. En cualquier caso, Ferrer esboza que habrá una o dos exposiciones de gran formato y dos montajes de contexto en las salas del palacio de Villalón.

El vaso medio vacío de esas salas encuentra el contrapeso virtual del crecimiento exponencial del Thyssen en el ámbito digital. Como botón de muestra, el acceso a las visitas virtuales alojadas en la web del museo –una de las grandes potencias digitales de la institución– creció nada menos que un 738% respecto al año anterior para llegar hasta las 50.000 visitas durante la pandemia. Este tirón se suma a las 760.000 visitas generales que registró la web, entre las que destaca el crecimiento del 71,43% en el número de accesos realizados desde España.

«En 2020, el boletín informativo se mantuvo activo con sus envíos semanales de contenidos aumentando en un 15% el número de suscriptores llegando a superar los 8.000 a finales del mes de diciembre. Además, se realizaron un total de ocho conferencias 'on line'. Por su parte, la tienda 'on line' experimentó un crecimiento del 50% de las ventas, mientras que las redes sociales incrementaron el número de seguidores en un 15% de media, aumentando el número de publicaciones un 57,8% y las interacciones de los seguidores un 36,5%. Así, el canal de Youtube del Museo obtuvo más de 250.000 visualizaciones desde enero de 2020», desglosaban desde el Thyssen malagueño sobre este crecimiento digital.

En este escenario marcado por la adversidad y la incertidumbre, el Museo Carmen Thyssen ha ofrecido una de sus programaciones expositivas más logradas de los últimos años. Aplazada por la pandemia hasta inaugurarse a finales de julio, la exposición 'Máscaras. Metamorfosis de la identidad moderna' representa uno de los montajes más sugerentes de los vistos hasta la fecha en el palacio de Villalón. Desde el 2 de octubre ha tenido como complemento el montaje de contexto titulado 'Vanguardia dibujada (1910-1945)', a partir de las colecciones de la Fundación Mapfre. Antes que ellas, 'Toulouse-Lautrec y el circo', inaugurada el 21 de febrero fue prorrogada hasta el 13 de septiembr después de permanecer cerrada durante el confinamiento de primavera.

Además, el año de la crisis ha sido también el año de la unión entre los principales museos de la ciudad. Así. El Thyssen, el Museo Picasso, el Centre Pompidou Málaga, la Colección del Museo Ruso y la Casa Natal de Picasso sumaron esfuerzos en el proyecto 'Museos a escena' que ha cuajado no sólo en un foro de debate común sino en actuaciones concretas como la promoción que permite con la compra de la entrada en uno de ellos visitar el resto. La acción se prolonga hasta el 6 de enero. Buen plan para estos días.