La música de Fran Perea salva la noche

Acompañado de su guitarra y de Marcus Carús poniendo el arte visual en sus canciones llegó a su ciudad para presentar su nuevo trabajo 'Canciones para salvarme', que estaban previstas que saliesen para la fecha, pero que finalmente se retrasarán. «Como aquí estáis familia y amigos he pensado que puede ser bonito compartir parte de las nuevas letras en exclusiva con vosotros, con mi gente», destacó el artista.

Estas canciones que salvan nacieron en un momento que necesitó más que nunca de la música, aquel confinamiento vivido en marzo, hace tan solo unos meses. Unas letras curativas que recitó el artista malagueño en el silencio tras el que se escondía la lluvia nocturna y los acordes de su guitarra. «Y así, como un ser invisible viajar en el tiempo y volver hasta el origen donde todo era posible», contaba una de ellas. No faltó hueco para las de siempre como 'La chica de la habitación de al lado' o 'Mi voz'. Un momento especial llegó con la 'Canción del Guerrero' de su álbum 'Viaja la Palabra'. «La única canción que he escrito del tirón y la primera después de ocho años parado», recordaba Perea.

Dentro de 'Canciones para salvarme' también está 'El Norte' y '37 grados'. «Con esta cosa de la temperatura, los termómetros...», introducía. Un toque pasional y de amor que se escondían tras las palabras del artista malagueño: «Te estoy suplicando que vengas antes de que el mundo se quiebre, tengo 37 grados y no es fiebre». Entre el público su familia le piropeaba y le aplaudía con más fuerza que nunca, tenían ganas de volver a verle tocar en su tierra. «Estoy muy nervioso hoy, es acojonante», añadía el artista.

Era una cita especial para el músico y quería sorprender. La primera fue su primo, Manuel Bilbao, que subió al escenario a cantar 'La vida al revés'. A mitad del concierto apareció ella, Laura Insausti, cantante de Dry Martina. «Éramos chicos cuando nos conocimos», presentaba así a la artista. La voz dulce de la malagueña puso su toque en 'Mi caballito de mar'. Una de 'Canciones para salvarme' la compuso junto a la artista venezolana Georgina, que también subió al escenario para recitarla.

La primera despedida llegó con 'El boquerón', canción que hace honor a su adiós a Málaga. «Yo no soy de aquí, soy de un pueblo con mar...», entonaba fuerte el artista. Pero no podía irse sin cantarla. Es como si vas a un concierto de The Beatles y no cantan 'Let it be'. Así que '1+1 son 7' cerró la vuelta del artista a su ciudad y, como dice su letra, «era tan fácil ser feliz...».