Silvia Aráez: «En un rodaje, los productores somos turistas; solo estorbamos»
La CEO de Anima Stillking es la embajadora de las grandes producciones internacionales en España y productora ejecutiva de la nueva entrega de 'The Walking Dead'. Menos mal que no le dan miedo los zombis
Por su despacho en el barrio del Perchel pasan algunas de las series y películas internacionales más importantes que se ruedan en España. Silvia Aráez ... lleva el cine en las venas y es la que mejor conoce los secretos de grandes sagas, como 'The Walking Dead: Daryl Dixon' y 'Los juegos del hambre', dos de los proyectos que su empresa Anima Stillking ha filmado en el último año y medio. La CEO de esta productora malagueña de 'services' capitanea un equipo que viene de Fresco Film y que tiene hilo directo con Hollywood. De ello hablamos en esta Granizada, en la que también recuerda a su padre, Nicolás Aráez, ídolo del malaguismo. En los 70, fue el defensa más goleador de la Rosaleda.
-¿Le gustan las granizadas?
-Sí, pero no las tomo mucho… tienen demasiado azúcar. Además, no me gusta el dulce. Así que las prefiero de jengibre.
-¿Jengibre? Nunca me hubiera esperado esa respuesta. ¿Y las películas y series como le gustan?
-Ahí también las hay con azúcar, pero para trabajar las prefiero con pimienta.
-¿Y a la hija de un jugador histórico del Málaga le gusta el fútbol?
–Nada. Y a mis hermanos tampoco, aunque tengo que decir que ahora mi sobrina es futbolista, está en el Málaga y voy a sus partidos porque juega de maravilla.
-¿Cómo se llama?
-Nicole Aráez. Es la única que ha salido futbolista de toda la camada, porque mis hermanos, tres varones, ninguno. Bueno, el más pequeño hizo sus pinitos, pero lo dejó. Estoy muy orgullosa de mi padre y para mí el fútbol fue lo que nos dio de comer, pero nada que ver con lo que se paga hoy día, porque entonces otro nos gallo cantaría.
-¿La Rosaleda fue su segunda casa?
–Claro. Tengo una anécdota que guardo con cariño de cuando el Málaga subió a primera. Yo tendría unos 10 años y hubo una invasión del campo. Aquello me pareció maravilloso y me lancé a buscar a mi padre. Mi madre me perdió de vista y el que me rescató fue mi padre que me metió en los vestuarios. Mi padre siguió celebrando, pero pasaba por el vestuario y me decía: «Estate quieta ahí». Nunca se me olvidará ese ascenso a primera del Málaga.
-¿Cómo era Aráez en casa, más defensa o goleador?
–Nació dándole patadas a un balón. Se ocupaba mucho de nosotros, pero era una persona reservada. El recuerdo que tengo de mi padre es haciendo las cenas, siempre nos hacía tortillas liadas. Al terminar su carrera futbolística, mis padres se separaron y se fue de casa. Me peleé un poquito con él, pero después me 'amigué'. Cuando eres adulto entiendes cosas y perdonas.
-Su biografía dice que se formó en Alemania. ¿Cómo llegó allí?
-La separación de mis padres me pilló con 18 años y yo, que era buena estudiante, acabe repitiendo. Entonces, una amiga me dijo: «Oye, que tengo un novio alemán, vente a Alemania». Y allí me fui. Así que me tomé un año sabático y resulta que fueron 15. No 15 años sabáticos, sino viviendo allí.
-¿Y ahí empezó a trabajar en películas?
-Bueno, primero hice tres años de universidad. Vivía en una casa en Bremen con cuatro estudiantes y el dueño era un juez de menores, Albrecht Lüthke, que se encargó de los disturbios de Rostoff que fueron muy polémicos. Fue como un padre. Cuando le dije que me venía a España a estudiar audiovisual, me cogió de la mano y me presentó a un amigo que me orientó. Me quedé dos años más estudiando. Empecé de 'driver' -conductora- del director Rainer Boldt, que fue mi mentor. Le llevaba todas las noches a la moviola y yo me quedaba detrás viendo y aprendiendo. Flipaba con aquellas conversaciones entre el editor y él, fumando Gauloises y tomando un par de botellas por noche. Al final acabé yo fumando Gauloises.
–Es productora ejecutiva, un cargo que siempre aparece destacado en los créditos de películas y series, ¿pero cuál es su trabajo?
–Pues el que se encarga de ir al notario, de las localizaciones que es nuestra parte más creativa y de los planes de financiación para que cuaje el desarrollo del proyecto y tome forma. Y somos los últimos que nos vamos porque estamos hasta el cierre, gestionando los incentivos fiscales que en España son muy importantes. Pueden pasar dos años desde que empiezas hasta que dices 'bye, bye' al cliente.
«El valor de Málaga son las localizaciones y nosotros intentamos rodar cerca de casa todo lo que podemos»
-¿Y en rodaje?
–Uh, los productores somos turistas de set, solo estorbamos. Suelo pasarme a ver el equipo que está trabajando, pero nada más. Por eso, los productores ejecutivos trabajamos en hasta tres proyectos a la vez, ya que estamos en muchas fases diferentes de una producción. Por ejemplo, ahora estoy con una serie para este año y otra ambientada en el siglo X para 2026.
-¿Y cómo se pone orden en un rodaje?
-Pues mira, nosotros colaboramos mucho con militares y siempre nos dicen que somos el gremio mejor organizado. Aunque tú veas a la gente dando vueltas, todo se rige por un plan de trabajo y tiene que ir al segundo. Porque lo más caro es mover un plan de rodaje y cambiar un lunes por el jueves es un dineral. Pero en el set, todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y lo que está haciendo el de al lado.
-¿Recuerda alguna filmación desastrosa?
-Un par de ellas, pero no las puedo ni nombrar.
-¿Los contratos de confidencialidad?
-Claro, yo los firmo todos como responsable de la empresa.
-Los rodajes son para el verano…
-Siempre. María (Cabello, productora ejecutiva de Anima Stillking) está en un maravilloso monte perdido de Asturias en un rodaje con ositos -no dice el nombre, pero es la nueva entrega de 'Los juegos del hambre'-, mientras que yo estoy en plena preproducción de otro que será en Mallorca en septiembre. Los veranos nos suelen pillar siempre trabajando, pero son divertidos.
-¿Le dan miedo los zombis?
- Ja, ja, nunca. Me dan miedo pocas cosas. Sobre todo, lo relacionado con el corazón, la infidelidad de un amigo, la poca educación…
-¿Deseando entonces que se estrene en septiembre 'The Walking Dead: Daryl Dixon'?
–Sin duda, hemos hecho otras producciones importantes en paralelo, pero 'Walking Dead' lógicamente fue para Anima Stillking un impulso importante. AMC la considero mi casa, porque llevo años trabajando con ellos y esta serie ha sido una oportunidad de oro.
-Y pasó eso que nunca quiere que pase, suspender el rodaje por un accidente…
-Fue así, pero lo solucionamos. Queríamos terminar en diciembre de 2024, pero tuvimos que alargarlo hasta febrero pasado. Pero terminó bien y el recuerdo es divertido.
-¿Esto es como los partos, para el siguiente una se olvida?
–Ja, ja. Cuando ves el resultado se olvida todo, todo. No hay rodaje que yo recuerde como un horror.
-¿Y 'Juego de Tronos'?
-Ese es un proyecto de Fresco Film y a mí, directamente, sólo me tocó hacer la última temporada, que fue una semana en Itálica. Esa serie fue un antes y un después, pero yo diría que para todo el gremio en España, porque fue la pionera que tocó el incentivo fiscal para rodar. El primer 'Juego…' no se benefició y despertó la conciencia en España de que había que hacerlo. Hizo historia y nosotros tuvimos la suerte de vivirla en primera persona.
-¿Y vuestra salida de Fresco fue un 'Juego de Tronos'?
-Umm, la verdad es que no fue un 'Juego de Tronos' para ver quien estaba por encima. Más bien perdimos el alma. En un equipo está bien que las personas sean diferentes, pero tiene que haber un objetivo común y eso dejamos de tenerlo. Por eso, al final nos cansamos y fundamos Anima Stillking.
-¿Y en Málaga qué es lo mejor que tenemos para un rodaje?
-Nuestro gran valor y el de Andalucía son las localizaciones. Tenemos escenarios muy importantes y, en Anima, intentamos rodar cerca de casa todo lo que podemos. Para el año que viene hay varias cosas muy chulas en las que estamos ya trabajando.
-¿Cuáles?
-¡A mí no me mires! La confidencialidad.
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