El lado oscuro del lado oscuro

«Me habría encantado hacer más películas con George Lucas, pero no tenemos buena relación», explicó ayer el propio Prowse en rueda de prensa. «No sé en qué me equivoqué, pude meter la pata y decir a la prensa algo que le molestó y que aún no haya olvidado, pero creo que hay una vendetta para dejarme fuera del universo Star Wars», lamentó el actor.

Cuando se estrenó la primera película, el 25 de mayo de 1977, nadie esperaba el fenómeno que desató aunque, en medio de aquel torbellino, Prowse acumuló una decepción tras otra al conocer que doblarían su acento británico y que, en la única escena en la que Darth Vader muestra su rostro, en El retorno del Jedi, sería reemplazado por Sebastian Shaw.

La idea original del documental era proponer a Prowse rodar de nuevo la secuencia que le fue vetada, pero el trabajo fue creciendo cuando los directores hallaron pistas sobre las posibles razones del rechazo al actor, como una entrevista de 1977 en la que Prowse fantaseaba con una futura secuela en la que se revelaba que Darth Vader era el padre de Luke Skywalker o una filtración al Daily Mail sobre la muerte de su personaje. El actor no recuerda aquella entrevista y niega la filtración, pero en el rodaje de la tercera película, El retorno del Jedi, comprendió que algo no iba bien. «El director no me dirigía la palabra y mi doble hacía cada vez más escenas», recuerda. Nadie quiso escuchar su versión en un ambiente de psicosis y secretismo en el que, el día que se rodó la muerte de Darth Vader, pusieron seguridad en cada puerta por si Prowse se presentaba. «Darth Vader fue una parte fundamental de mi vida y esta es una oportunidad maravillosa de dar mi visión de las cosas y de que los fans conozcan la verdad».