Harrison Ford, un apasionado de los aviones que ya sufrió otro accidente

"Yo no colecciono automóviles. No tengo otros vicios o caprichos, sino que amo los aviones y amo la combinación de libertad y responsabilidad que viene con los aviones", aseguró hace algunos años. Eso sí, su avión favorito es un De Havilland Canadá DHC-2 Beaver y el que posee es un ex modelo militar de Estados Unidos.

En alguna ocasión, Harrison Ford ha confesado que su amor por volar no es por "buscar experiencias más excitantes, ni por huir de nada. Sencillamente, disfruto muchísimo. Y también me lo tomo como un reto personal: quiero probarme a mí mismo desarrollando esta nueva capacidad... desde hace unos años. Amo los aviones, los nuevos y remotos contextos a los que me llevan".

Accidente de helicóptero en 1999

Esta afición por volar le dio el primer susto el 23 de octubre de 1999, cuando tuvo que hacer un descenso de emergencia en California mientras pilotaba un helicóptero Bell Chopper, por un posible fallo mecánico. "Fue un aterrizaje difícil. Afortunadamente, iba con otro piloto profesional y ninguno de los dos resultamos heridos y los dos podemos volar", explicó en una entrevista a National Geographic varios años después.

Y es que la pasión de Ford por los aviones hace que en alguna ocasión haya 'prestado' alguna de sus aeronaves para participar en rescates, como ocurrió en una ocasión cuando colaboró con los servicios de emergencia en el rescate de una excursionista deshidratado. Cuando subió al Bell 407 de Harrison Ford vomitó sin darse cuenta de quién era el piloto hasta que estaba en tierra. "No puedo creer que haya vomitado en el helicóptero de Harrison Ford" dijo posteriormente.

En marzo de 2004, Ford se convirtió oficialmente en presidente del programa de Jóvenes Águilas de la Experimental Aircraft Association (EAA). Se hecho, Ford ha reconocido que yo no voy a ninguna parte si no puedo pilotar yo mismo uno de mis aviones.