Sporting Rincón: el fútbol que une y transforma
El deporte es la vía para desconectar del mundo y fortalecer un grupo de estudiantes de la UMA que, antes que equipo, es una familia
María Donoso
Martes, 3 de diciembre 2024, 18:33
Cuando el balón comienza a rodar en los campos del Rincón de la Victoria, no solo es fútbol lo que se respira. Detrás de cada ... pase, de cada regate, hay una historia compartida, una conexión que va más allá de los 90 minutos de juego. El Sporting Rincón no nació en despachos ni en reuniones llenas de formalismos. Este equipo surgió del reencuentro de amigos que durante años compartieron el balón en diferentes equipos, desde clubes locales hasta ligas modestas. Hoy, el equipo (formado por mayoría de estudiantes de la Universidad de Málaga) compite en una liga local de Málaga, que les permite soñar, pero lo que realmente les une es ese vínculo inquebrantable entre compañeros que han crecido juntos.
Desde el principio, la dinámica de este equipo es especial. Dani Domínguez, estudiante de Periodismo de la UMA y capitán titular del equipo, lo explica con una sencillez que revela el verdadero espíritu del club: «Lo que hemos creado no es solo un equipo de fútbol, es una forma de desconectar de la vida diaria. Esto no es solo un hobby, es un espacio para despejarse y competir juntos como lo hacíamos antes». Por otro lado, Fran García, uno de los últimos en unirse al grupo y que ha jugado con la mayoría del equipo en diferentes equipos de fútbol federado, describe el ambiente como «familiar», sintiéndose acogido desde el primer minuto. «Es verdad que yo conocía a varios, como el capitán Dani Domínguez, con quien me crie desde pequeño. Para mí, esto es estar entre amigos, no solo jugar fútbol».
Domínguez, alma y motor de este proyecto, fue elegido como primer capitán no solo por su capacidad futbolística, sino por su liderazgo y conocimiento del grupo. Su amigo y entrenador, Sergio Delgado, destaca su compromiso: «Conozco a Dani desde hace años. Sé que es una persona responsable y eso es justo lo que necesitamos en este equipo». Además de entrenador, es también uno de los principales patrocinadores del equipo a través de su empresa de telecomunicaciones. Junto a otros dos socios, se encargan de financiar gran parte de las necesidades del equipo, desde las inscripciones hasta las equipaciones. «Es algo que hacemos con gusto, porque queremos apoyar a los chavales en todo lo que podamos», comenta con orgullo.

El reto de compaginar la vida cotidiana con la pasión por el fútbol es otro punto que todos en el equipo afrontan con madurez y sacrificio. Se apoyan mutuamente, ya sea con un pase en un partido o un consejo antes de un examen. «Cuando puedo, vengo al entrenamiento, pero el trabajo es lo primero», reconoce García, quien agradece la comprensión de su entrenador. De hecho, Domínguez confiesa que el fútbol no es una carga más, sino un espacio de desconexión que lo ayuda a concentrarse mejor en sus estudios de periodismo. «Es curioso, porque al principio no quería dedicarme al periodismo deportivo, pero jugar otra vez con mis amigos me ha recordado lo mucho que me gusta», admite con una sonrisa nostálgica.
Iker Colilles, estudiante de Ingeniería de la Organización Industrial en la UMA, tiene un horario frenético: «Por la mañana hago prácticas, por la tarde estudio y, cuando acabo, voy al entrenamiento. Es mi momento de desconexión». Para él, el fútbol no solo es deporte, es una terapia: «El deporte es fundamental, tanto para el cuerpo como para la mente. Me ayuda a desconectar de la rutina diaria».
Más que fútbol, una familia
Uno de los aspectos más llamativos de este grupo es la exclusividad de sus jugadores. Aunque han recibido ofertas de jugadores de equipos de mayor nivel, han decidido mantener su núcleo cerrado. «No hemos aceptado a gente de fuera porque creemos que nuestra fórmula para competir es ser nosotros mismos», explica Domínguez. Esta decisión no es fruto del capricho, sino de la creencia de que lo que realmente les hace fuertes es su unidad.
A medida que el equipo ha ido creciendo en notoriedad, también lo han hecho los retos. Con partidos retransmitidos en YouTube y el apoyo de un patrocinador que cree en ellos, el Sporting Rincón está dando pasos firmes hacia un fútbol más serio. «Ahora nos ven y os envían ánimos desde el Rincón. Es raro, no estamos acostumbrados a esa atención, pero tratamos de no pensar mucho en ello y jugar como siempre», comenta el capitán. El escudo del equipo, un sol que ilumina el uniforme, es un recordatorio de su origen humilde. «El sol viene de cuando éramos los 'solecitos', un grupo de amigos de toda la vida. Ahora somos el Sporting Rincón, pero siempre llevaremos ese espíritu en el corazón», afirma.
Por esa parte, Tommy Walther, diseñador gráfico y encargado de las camisetas del equipo, también destaca la importancia de esta conexión: «Aquí somos una familia. Nos entendemos tanto dentro como fuera del campo». Esa química es, sin duda, lo que les diferencia del resto de equipos, y lo llevan plasmado tanto en sus camisetas como en los grandes logros que les esperan. Álvaro Domínguez y Marcel Ronaldo, los otros dos capitanes junto a Dani Domínguez, valoran especialmente el nivel de unión que tienen ahora: «Estamos muy unidos. Lo que más nos diferencia es que somos un grupo de amigos que disfruta del fútbol, pero que también sabe cuándo es el momento de competir», añaden los capitanes.

El sueño de la liga: seguir unidos
Actualmente, compiten en la Fase Regular, donde los equipos juegan una liga a doble vuelta, enfrentándose dos veces con cada rival. «Está dividida en dos conferencias, Málaga Este y Málaga Oeste, los cuatro mejores de cada grupo se enfrentarán en Playoffs», destacan los capitanes. Esto podrían llevarles hasta el campeonato provincial y, si la suerte está de su lado, hasta el campeonato andaluz y, quién sabe, incluso un campeonato nacional. «No sé hasta dónde llegaremos, pero nuestro objetivo principal es disfrutar y hacer piña», afirma el entrenador del equipo.
Para ellos, más que ganar, lo importante es disfrutar del proceso. «A pesar de las dificultades para coordinar estudios, trabajos y el fútbol, el equipo siempre encuentra la manera de estar junto», señala Colilles. Porque, al final del día, para el Sporting Rincón, el fútbol es la excusa perfecta para mantener viva una amistad que va mucho más allá del deporte.
El Sporting Rincón mira al futuro con optimismo, pero también con los pies en la tierra. Saben que su mayor fortaleza es la unión, el compromiso de estar juntos, pase lo que pase. Como dice Dani Domínguez, el deporte les mantiene cuerdos en un mundo que va a toda velocidad. «Es nuestra forma de desconectar, de mantenernos unidos y de seguir disfrutando, porque al final, eso es lo que nos hace más fuertes».
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