Elo Vega inaugura el hilo visible de una belleza dolorosa a través de 'Pas Éternel'

Doctora en investigación en artes y humanidades, Vega ha dedicado gran parte de su carrera a la representación de la alta cultura y a cómo ha legitimado la violencia hacia el cuerpo de la mujer. «Lo que hago es ralentizar la mirada», frase que la artista utiliza para explicar la necesidad de detenerse a apreciar los detalles que nos rodean, y a cuestionarlos. Para ella el espectador es una pieza fundamental para poder relacionar los conceptos en una sala de obras con dimensión colectiva.

La mirada de Vega, por otro lado, es interdisciplinar: investigación académica, práctica artística y militancia feminista. «Estos tres pilares se van entretejiendo y van dando este discurso, elaborando la obra», y es que las palabras de la artista son en sentido literal: hace uso del hilo en alguna de ellas.

El título 'Pas Éternel' hace referencia a un fragmento extraído de un texto de Guillaume Apollinaire en el que reparó en su investigación, 'Meditaciones estéticas. Los pintores cubistas'. Vega lo saca de contexto para aclarar que el monstruo de la belleza no es eterno, y aprovecha el doble sentido del francés con la partícula 'pas'. Por un lado, significa que no es eterno si se toma el aspecto negativo, pero, por otro lado, significa 'paso'. «Esa ambigüedad me gustaba mucho, paso eterno o no eterno, esa lucha continua que tenemos las mujeres para terminar con la violencia simbólica», completa la artista.

Una propuesta que une arte, historia y activismo

La obligación de la belleza pesa en las mujeres, y eso puede contemplarse con 'Fardello I' y 'Fardello II'. Un paso dentro de la sala es suficiente para sumergirse en la historia de la violencia sistémica, pero se termina de sostener la balanza con obras como la serie 'Scolpire' (esculpir), que hace de nuevo un juego de palabras con 'colpire' (golpear).

Más de 100 personas en una sala ofreciendo el calor de su presencia a los años de investigación de la onubense, quien además fue de uno en uno para agradecerles el cariño. Los bordados con hilo blanco sobre fondo blanco introduce a una experiencia inmersiva de introspección sobre la historia y sobre la postura de uno mismo en relación a los estándares de belleza femeninos.

Hasta el 8 de marzo se encuentra disponible para su visita, con un horario de acceso de lunes a sábado de 10:00 a 14:00, y en horario de tarde de 17:00 a 21:00. Comisariada por Javier Cuevas y por la propia artista, ofrece una visión centrada en la figura de la mujer, en su belleza y en la interpretación casi obligada del espectador cuando cruza el umbral de la puerta.