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Isabel Cisneros
Martes, 12 de diciembre 2023, 11:31
La joven investigadora del área de Biología Celular de la Universidad de Málaga Miriam Bettinetti es, oficialmente, una de las cinco mejores estudiantes de doctorado a nivel nacional por la Sociedad Española de Neurociencia (SENC). La SENC distingue cada dos años a estos estudiantes y los invita a presentar su trabajo de investigación en el congreso que organiza la Sociedad, que se celebró este pasado mes de septiembre.
La investigadora de la UMA se encuentra actualmente en el segundo año de su tesis doctoral, titulada 'Visceral adipose tissue triggers tau pathogenesis in transgenic mice through cdk5/p25 pathway' ('El tejido adiposo visceral modula la patogénesis de tau, en un modelo murino para la enfermedad de Alzheimer, a través de la vía cdk5/p25'), y bajo la dirección de los profesores de la Universidad David Baglietto Vargas, Raquel Sánchez Varo y Antonia Gutiérrez, pertenecientes al grupo de I+D 'NeuroAD'. Se trata de un proyecto innovador que estudia la influencia del tejido adiposo en la progresión de la enfermedad de Alzheimer, con el objetivo final de detectar posibles dianas terapéuticas para el desarrollo de nuevas terapias.
Miriam Bettinetti estudió el grado en Biología de la Universidad de Málaga y un máster en Biología Celular y Molecular, también en la UMA. «En el máster conocí a mi director de tesis y gracias a él tuve la oportunidad de incorporarme a mis estudios de doctorado», cuenta. Actualmente, la joven se prepara para irse durante tres meses a investigar en Houston, en EE UU, gracias a una beca de la fundación IMFAHE. «Empecé a formar parte del programa de mentorización en IMFAHE, donde me asociaron a un mentor internacional», explica Bettinetti.
El tiempo de trabajo con el mentor internacional le da la oportunidad de «aprender durante todo el año académico de su mano». «Me han enriquecido mucho todas las experiencias que tiene porque ya ha pasado por donde yo estoy ahora», añade.
Existen varias becas y concursos de creación de ideas. Miriam Bettinetti quedó entre las cinco finalistas por la tesis doctoral con su grupo de investigación, 'NeuroAD'. «Ahora me voy a Houston, a Texas, Estados Unidos. Voy a estar tres meses, abril, mayo y junio, hasta el primer día de julio de 2024. Estaré donde trabaja el doctor Rodrigo Morales, que es un experto en transpiración amiloide, que es una de las patologías que tiene la enfermedad de Alzheimer, y en lo que me voy a seguir centrando a lo largo de mi estancia para completar mi estudio», adelanta Bettinetti.
«Mi investigación se centra en el estudio del tejido adiposo, es decir, nuestra grasa corporal, en el desarrollo y la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Nosotros trabajamos con diferentes modelos y lo que estamos haciendo es estudiar cómo se comunica ese tejido adiposo con el cerebro en condiciones patológicas. Y pensamos que eso puede ser uno de los que se encadenan y entrar dentro de factores de riesgo, una mala salud del tejido adiposo», amplía la investigadora.
Utilizan diferentes técnicas celulares y moleculares del tejido adiposo en animales diabéticos y analizan cómo ese tejido diabético puede estar influenciando en el cerebro de estos animales con Alzheimer. «Se sabe por estudios anteriores que las personas que tienen diabetes u obesidad tienen hasta el doble de posibilidades de acabar desarrollando la enfermedad porque hay una serie de vías metabólicas que están activadas en estos pacientes de diabetes y obesidad que luego a la larga repercuten en el cerebro. Nosotros queremos ver si el nexo de unión entre las dos enfermedades metabólicas, que son diabetes y obesidad, es el tejido adiposo», desarrolla Bettinetti.
La figura del profesional investigador tiene como etiqueta social la seriedad, pero Miriam Bettinetti asegura que trabajan en equipo y que, al ser tantas mujeres, se siente «muy arropada». «Nosotras llegamos al laboratorio, nos distribuimos las tareas y, aunque cada uno tenga sus investigaciones, hay mucho compañerismo y nos ayudamos mucho. Me siento una privilegiada por estar en un grupo tan grande, con nada más y nada menos que siete estudiantes pre-doctorales mujeres, y además la jefa del grupo, la catedrática Antonia Gutiérrez, y además directora del departamento, es una mujer. Es una suerte trabajar con tantas mujeres brillantes que hacen un trabajo fenomenal».
Este es un claro ejemplo de que cada vez es más habitual ver mujeres en el sector de la investigación. Bettinetti insiste en que «nunca se ha sentido discriminada en su equipo». Además, 'NeuroAD' estudia el Alzheimer desde puntos de vista diferentes. «Hay una persona que se centra en la propagación, otra que trabaja con células, otra que estudia la depresión... Cada uno mira un punto de vista diferente. El Alzheimer da para mucho y entre todos nos complementamos», cuenta la estudiante.
Miriam Bettinetti reconoce que se prepara para su trabajo en Estados Unidos «con mucha paciencia», ya que «siempre he sido muy casera, va a ser mi primera estancia de investigación fuera y la verdad es que estoy un poquito abrumada, con muchas ganas, porque la acogida que me han dado durante todo este año, y el apoyo, y las sesiones de mentorización para irme fuera, y todo lo que voy a necesitar, me han ayudado muchísimo; pero con mucho peso y con muchísimas ganas de seguir avanzando en mi investigación».
La investigadora compara el tipo de trabajo que se realiza en España y en EE UU. «Aquí estamos acostumbrados a trabajar con pocos recursos, las cosas nos llegan una semana después de pedirlas. Allí hay más ventajas en ese sentido. Tienen un punto de vista mucho más amplio y eso nos ayuda para luego poder aplicar esas técnicas que hemos aprendido fuera para que la ciencia llegue a todos», comenta Bettinetti. Hace referencia a la transferencia del conocimiento e insiste en que «es bastante importante».
Los pocos recursos en España es el gran lastre de los investigadores. Miriam Bettinetti hace hincapié en que «hacen mucho con muy poco». Además, recalca que «tienen que reutilizar las cosas un montón de veces», y que siempre intentan «hacerlo todo lo más económico posible». La estudiante reclama que «en otros sitios su trabajo está mejor valorado económicamente. Los sueldos en EE UU son más razonables y tienen puestos estables, aquí no». «Mucha gente viene de fuera con una beca y no tiene derecho a pedir sexenio o trienio. Tenemos mal acogidos a nuestros científicos y hay mucha gente brillante que no tienen recursos para seguir con su carrera», lamenta.
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