Torremolinos busca soluciones a la conflictiva rotonda de la Marcha Verde

La glorieta, en la confluencia de la antigua Nacional 340 y José María Amado Arniches, es un distribuidor que conecta los barrios de El Pinillo y Montemar Alto, con gran concentración de población, negocios y servicios, y, además, paso en la ruta hacia las vecinas Benalmádena y Málaga. El pasado 21 de mayo, un turismo, con un conductor que dio positivo por consumo de alcohol excesivo, se estrelló allí. Hubo una herida y daños materiales, pero, según vecinos, pudo haber sido peor. «La suerte es que ocurrió de madrugada», explican. Los propios socialistas, en su petición a los actuales responsables municipales, dejaron claro que el problema no es reciente. El concejal de Seguridad Ciudadana, Cristóbal Molina, eso sí, anuncia que la Administración local trabaja para buscar soluciones duraderas. Para ello la Policía Local elabora un informe sobre los accidentes registrados en la rotonda que servirá de base para cualquier paso.

No es que no se hayan impulsado acciones para reducir la velocidad en esta vía, la principal razón de los accidentes; son varias las que se han implementado ya, entre otras, los semáforos, o, anteriormente, las bandas sonoras, pero, hasta el momento, no ha habido éxito. De hecho, una de las últimas, la colocación de resaltos en la calzada, combinada con un exceso al pisar el acelerador, se releva como contraproducente, puesto que, como apostilla el responsable municipal, «se da el efecto rampa». Esto hace que los vehículos implicados, en ocasiones, cuando la persona que conduce ha perdido el control del volante, cojan impulso y vayan a parar contra la valla que separa la calzada del acerado, que queda destrozada. Un ejemplo de estos daños está en el siniestro de hace apenas dos semanas, cuando un turismo, tras romper la barrera, se fue contra la caseta de una promotora inmobiliaria, situada junto a la rotonda. Hasta el momento, todo son ideas; las que se lleven a la práctica se harán en coordinación de las concejalías de Seguridad Ciudadana y Tráfico y con informes técnicos. No obstante, ya se barajan algunas soluciones, como la colocación de radares. Y es que la prioridad, una vez que pase esta fase de estudio sobre la concentración de accidentes en la vía, es lograr que, al menos, se adopten fórmulas que hagan mucho más difícil que, como ocurre actualmente, la rotonda sea un lugar de concentración de accidentes que, solo el pasado año, ya rondaron la media docena, según los datos que maneja la Policía Local. «Se tomarán aquellas medidas que sean más efectivas», resume el edil de Seguridad Ciudadana, conforme a este análisis que tiene que arrojar datos sobre los motivos de que la rotonda se haya convertido «desde hace años» en un cruce conflictivo de la red viaria del municipio.