Un pendrive con los apellidos de Torremolinos
El Archivo Histórico recibe una copia del padrón de 1830 y de los censos de 1930 y 1935 tras una nueva labor de investigación del cronista de la ciudad
Con la celebración del Día de la Autonomía todavía reciente, jornada en la que Torremolinos conmemora que el 27 de septiembre de 1988, dejó de ... ser un bario de Málaga para convertirse en municipio independiente, ha recibido una importante aportación documental que puede ayudar a comprender mejor su pasado y cuyo destino lógico es el Archivo Histórico de la ciudad costasoleña.
Se trata de un pendrive que el historiador Carlos Blanco Cabrera, que cuenta con el reconocimiento de Cronista de Honor de Torremolinos desde septiembre de 2023, ha hecho entrega al Ayuntamiento y que contiene, como él mismo ha explicado, el padrón municipal del año 1830 y los censos de los años 1930 y 1935. El primero de los registros fue hallado, como desvela, incluido en una convocatoria para quintas y reemplazos de mozos de ese año y no duda en calificarlo como «un tesoro historiográfico, dado que se trata del primer padrón de habitantes de Torremolinos en su historia».
En el listado, aclara, aparecen hombres y mujeres, con su domicilio y sus profesiones, entre las que están las de jornalero y molineros y alusiones a su condición de «pobres de solemnidad» o de viudas. Son 898 los empadronados, entre las calles Mundo Nuevo, Málaga, San Miguel, Barrio Bajo y Campo Plallaso.
En cuanto a los censos, provienen del Archivo Municipal de Málaga, a los que Blanco, aclara ha accedido no sin esfuerzo y tras años de peticiones, y con los que ha logrado hacerse tras fotografiar, una por una, las más de 200 hojas de cada uno de estos documentos. El resultado de esta labor de investigación se lo ha entregado el historiado al concejal de Cultura, José Manuel Ruiz Rivas.
Ante la donación, el Ayuntamiento, que aplaude el compromiso constante de Blanco, aclara que esos archivos no estaban en el fondo documental de Torremolinos al corresponder a la etapa en la que el municipio era una barriada de Málaga. Aunque sí se podían consultar en su ubicación original, precisan, para realizar copias había que esperar que estuvieran desclasificados, lo que ocurre una vez transcurridos 90 años.
«El interés de este consistorio por conservar y preservar su patrimonio histórico y documental es evidente y se traduce en un compromiso constante por garantizar su protección, difusión y puesta en valor para las generaciones presentes y futuras», aseguran desde el Gobierno municipal, que, sobre el trabajo de Blanco, dejan claro: «Nuestra gratitud al cronista de honor, cuya dedicación y empeño por mantener viva y transmitir la historia de Torremolinos le honra y lo sitúan como un referente en la aportación a la memoria colectiva».
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