1,4 millones de euros sin cobrar en multas de la Zona de Bajas Emisiones de Torremolinos

También abre la puerta a que las personas objeto de sanciones, podrían encontrarse recibiendo multas más de seis meses después de la infracción, lo que podría suponer un recargo o imposibilidad de descuento por pronto pago. «Todo lo relacionado con la ZBE en Torremolinos es caos», critica Tejeiro, que lamenta que esta medida no esté asociada a otras, como fomento del transporte público o la movilidad en bicicleta, para evitar atascos y favorecer el buen funcionamiento de la ZBE.

«¿Nadie en el equipo de Gobierno había caído en la cuenta de que las multas se notifican y de que el trabajo iba a ser ingente? El daño económico que la falta de previsión del equipo de Margarita del Cid puede causar, bien al Ayuntamiento, bien a los vecinos puede ser brutal», argumenta Tejeiro. En esta línea, lanza: «Lo único que ha buscado el PP con la ZBE es recaudar a lo bestia, pero hasta eso lo están haciendo mal».

En el equipo de Gobierno, extrañados de que IU-Podemos, que carga habitualmente contra «el afán recaudatorio» del Gobierno local, «se preocupe ahora por las multas», aclaran que hay dos circunstancias que motivan el retraso del que habla el concejal de la oposición. Por un lado, el Patronato Provincial de Recaudación ultima un sistema de tramitación de sanciones, lo que ha causado cierta ralentización en el procedimiento; por otro, en el caso de la ZBE de Torremolinos, es preciso cruzar los expedientes sancionadores en curso con los registros municipales de autorizaciones de circulación por este área o de otros permisos contemplados para acceder, lo que implica que haya que ser cuidadosos con cada multa.

Al mes de funcionamiento, la ZBE, ya tenía 1.200 usuarios dados de alta y un millar de solicitudes que estaban en estudio.