Extraen del agua la proa y la popa del Willow: Cien toneladas de metal, que se cortarán antes de ir a reciclar

Para encargarse de esos cortes ha sido necesaria una cizalla, cuyo papel es clave para facilitar el traslado de las piezas hasta el lugar de reciclaje.

Con este paso, la operación de desguace del Willow da sus últimos coletazos, aunque aún queda por sacar del agua las partes centrales del barco, «unos seis trozos más», según señaló el concejal del Puerto, José Luis Bergillos.

«Se trata de unos trabajos que tienen cierta complicación, por lo que esperamos sacar tres trozos cada semana durante las dos próximas semanas y después dragar el fondo, con el objetivo de que para finales de junio tengamos los atraques operativos», apuntó Bergillos.

«Tras años de espera y litigios, este gobierno ha logrado hacer lo que otros no hicieron: recuperar la normalidad y dotar de vida a una de las mejores marinas de Europa», dijo al respecto en sus redes sociales el alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, quien aseguró que la inversión realizada para esta operación de desguace (más de 300.000 euros), «no solo elimina un peligro para nuestras aguas, sino que supone todo un revulsivo económico para nuestro puerto con la recuperación de 19 atraques y unos 100.000 euros de ingresos nuevos anuales».

Hay que recordar que fue en marzo de 2019 cuando un temporal dejó semihundido al mítico barco de vapor Willow. Construido a comienzos del siglo XX para surcar el río Mississippi, en Puerto Marina ha estado más de dos décadas, tiempo en el que ha sido una discoteca, restaurante e incluso un club de alterne clandestino. Antes de su hundimiento por el temporal, presentaba ya un evidente estado de deterioro por la falta de mantenimiento.