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Más de 160 personas, pertenecientes a aproximadamente 50 empresas de diferentes puntos de la provincia de Málaga, se han sumado ya el movimiento iniciado por ... Andrés Marín, propietario de una empresa de jardinería de Benalmádena, para protestar por las medidas recogidas en el decreto de sequía de la Junta de Andalucía, que se están aplicando desde hace meses, como son la prohibición del riego de zonas verdes y el llenado y rellenado de piscinas privadas. Entre ellas hay empresas de Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Alhaurín, Álora, Marbella, Estepona y Málaga capital, entre otros puntos. Y de sectores como el mantenimiento de jardines, viveros y puntos de venta de plantas, empresas de socorrismo, de mantenimiento de piscinas, de venta de productos de piscina y de limpieza y mantenimiento de apartamentos turísticos.
«Sectores que dan empleo a muchas familias, que se están viendo afectados de lleno por la aplicación del decreto de sequía y que nos estamos viendo obligados a despedir a parte de nuestros trabajadores y a no contratar a personal nuevo, como en años anteriores, si no se modifican esas medidas tan drásticas», tal y como denuncia Andrés Marín, quien hace un repaso de la situación en la que se encuentra cada uno de los sectores afectados que se han ido sumando al movimiento que inició hace solo unos días.
«El sector de la jardinería lleva desde el mes de octubre sin poder regar en los municipios de la Costa del Sol, por lo que se están perdiendo todas las zonas ajardinadas», apunta. El sector del socorrismo, «que su funcionamiento es exclusivamente en verano, aún no sabe qué posibilidades tendrá de comenzar la temporada de trabajo». En el sector de las empresas dedicadas a la venta de plantas, como son los viveros, «ya han visto reducidas sus ventas en un 30 por ciento» y a pesar de que ahora deberían de iniciar la temporada alta, «no hay seguridad de poder recuperar ventas, ni mucho menos alcanzar las de años anteriores».
En lo que se refiere al sector de los apartamentos turísticos, «ya está notando los estragos por las medidas adoptadas, ya que están recibiendo cancelaciones de reservas a un ritmo alarmante». En el sector de las empresas de mantenimiento y abastecimiento de productos de piscinas hablan de «una reducción de un 70 por ciento de su facturación, ya que ha coinicidido el decreto con el inicio de la temporada».
Todo esto, insiste Marín, repercutirá en «grandes pérdidas económicas y de personal» y va un paso más allá, ya que incluso habla del «impacto medioambiental» que tendrán estas medidas ya que, según su criterio, el hecho de disminuir las zonas ajardinadas «acabará repercutiendo en el clima, aumentando exponencialmente las temperaturas y agravando la sequía a largo plazo».
Por todo ello solicitan a la Junta de Andalucía que flexibilice las medidas recogidas en el decreto de sequía y que les permita un «consumo moderado» que esté supervisado por las empresas de agua, para poder abrir las piscinas y poder regar los jardines. «El agua es un recurso de todos y no es justo que a unos sectores económicos se les permita todo y a otros nada, no sabemos que vara de medir han tomado porque claramente es un acto discriminatorio», afirma Marín.
Este pasado lunes por la tarde, el alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara y el concejal de Aguas, Juan Olea, recibieron a representantes de diferentes empresas integradas ya en este movimiento de protesta. La parte empresarial reclamó a los dirigentes que «se unan a los alcaldes de otros municipios limítrofes para que entre todos hagan presión ante la Junta de Andalucía» y atienda las peticiones de estos sectores. «Si no lo hacen, esto será una ruina, se perderán muchos empleos», defendió Andrés Marín.
Por su parte, el alcalde de Benalmádena expresó tras la reunión su «solidaridad y apoyo» con todos aquellos sectores que, «directa o indirectamente» se están viendo afectados por esas restricciones. «Entiendo y comparto con ellos su preocupación por la difícil situación que atravesamos y que pone en riesgo cientos de puestos de trabajo», dijo Lara y añadió que «la sequía afecta a un gran número de sectores y todas las administraciones tenemos que seguir impulsando medidas bajo nuestras competencias para paliar el daño económico y medioambiental que va a generar esta situación».
Tras este encuentro, los empresarios anunciaron que solicitarán otros con diferentes alcaldes y representantes públicos. Y en esa línea han cursado ya una petición a la Subdelegación del Gobierno en Málaga para poder manifestarse por la zona centro de la capital. «Tenemos que hacer mucho ruido para que nos oigan», sentencia Marín, quien anima a todas las empresas que se sientan afectadas por el decreto a unirse a este movimiento y a participar en la protesta, una vez que se conozca la fecha de celebración. «La hemos pedido con carácter de urgencia, nos gustaría hacerla este mismo jueves, antes de que comience la Semana Santa, pero aún no nos han dado respuesta, estamos a la espera».
¿Qué medidas marca el decreto de sequía de la Junta de Andalucía para ahorrar agua? o en otras palabras: ¿Qué es lo que está expresamente prohibido hacer mientras dure la actual sequía?
En concreto, en estos momentos está prohibido el riego de jardines, parques o zonas verdes, públicos o privados. Tampoco está permitido el baldeo de calles, aceras o fachadas, públicas o privadas, salvo las autorizadas por razones sanitarias. Igualmente queda prohibido el llenado o rellenado de piscinas privadas y en este punto son muchas las dudas que saltan. Para empezar, las piscinas de los hoteles se consideran públicas, por los que se escapan de esta regulación. Y para seguir, en el caso de las piscinas privadas tampoco se permite el llenado con agua de camiones cuba, aunque todo esto puede verse modificado en un nuevo decreto que publicará en unos días la Junta de Andalucía.
Por el momento, se prohíbe también el lavado de coches, salvo en los establecimientos autorizados que tengan recirculación de agua. Las fuentes y lagos ornamentales que no tengan sistema de recirculación tampoco pueden estar en marcha. Además están prohibidas las duchas y surtidores públicos y no está permitido el uso de agua de las bocas de riego sin una autorización, salvo en caso de incendio.
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