Adiós al mar de toldos de colores: Benalmádena unifica la imagen de los comercios

El cambio normativo busca «armonizar la imagen» de la localidad, aunque aún no está decidido si eso se traducirá en una homogeneización similar en todo el término municipal. En principio, el cambio llegará a Benalmádena Pueblo, Arroyo de la Miel y Benalmádena Costa. En el primero de estos núcleos, el Consistorio ha consensuado con los empresarios cómo será la nueva imagen. Los toldos serán de un tono gris con perfilería blanca de aluminio, con el nombre del establecimiento en color negro y sin marca comercial. En cuanto a las separaciones laterales, se permitirán mamparas, que deberán ser de forja en su parte inferior y cristal en la superior, pudiendo llevar el nombre del establecimiento en vinilo o serigrafiado.

Además, se homogeneizarán los expositores de frutas, verduras y hortalizas en aquellos comercios con ocupación de vía pública autorizada de todo el municipio. La estructura deberá ser armonizada con la fachada del edificio y la mercancía deberá estar elevada con respecto al nivel del suelo, cumpliendo así con la normativa higiénico sanitaria.

Si el gris acaba siendo el color elegido para Arroyo de la Miel y Benalmádena Costa o es otro diferente es algo que aún debe decidirse y que se hará también en diálogo con los empresarios para elegir «de manera consensuada» el modelo de terrazas, toldos y demás elementos. El Centro Comercial Abierto y la línea comercial de Costa de Antonio Machado están incluidos en los planes del Consistorio. El Ayuntamiento asegura que quiere «respetar la idiosincrasia y personalidad de cada núcleo urbano, siguiendo los preceptos de la disciplina urbanística» que marca el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Los empresarios podrán presentar proyectos por zonas y éstos han de ser aprobados por el Consejo Sectorial de Comercio, que está integrado por representantes de todas las fuerzas políticas con representación en el Pleno, así como todas las asociaciones de comerciantes y hosteleros del municipio, además de los técnicos municipales.

El objetivo, apuntan desde el Consistorio, «es hacer de Benalmádena una ciudad que invite a pasear por sus calles, a comprar en sus comercios, a consumir en sus bares y restaurantes y dar una imagen armónica y agradable visualmente, eliminando la contaminación visual que actualmente hay en algunas zonas además de gran afluencia».