Protesta contra el proyecto del embarcadero en La Cala del Moral: «¡Quiero surfistas, quiero pescadores, quiero familias!»
Colectivos de Rincón de la Victoria reúnen a unas 300 personas, según las estimaciones de la Policía Local, en una marcha reivindicativa de rechazo a la construcción de una base náutica en Calaflores, una infraestructura que promueve el Ayuntamiento
Convocada por los colectivos Montes de Rincón, Moral y Acción Verde, Pequeñ@s Reforestador@s, Plataforma Defensa Sanidad Pública, Todos Santos Surf & Skate y la ... Comunidad de Vecinos de Calaflores y con el respaldo de particulares, además de algunos representantes de la oposición municipal, que han acudido sin exhibir consigna alguna, unas 300 personas, según las estimaciones de la Policía Local, y 500, conforme a los cálculos de los organizadores, han participado en una marcha de protesta en contra del proyecto de puesta en marcha de una base náutica en La Cala del Moral. A esta infraestructura iría asociado un embarcadero, en Calaflores, una de las playas del núcleo rinconero, a los pies de los Acantilados de El Cantal.
El acto reivindicativo ha comenzado, sobre las seis de la tarde, en el Parque Baluma, donde se han reunido muchas familias para sumarse a esta acción. Han exhibido pancartas, en defensa de esta parte del litoral rinconero, y se han escuchado proclamas como: «La Cala no se vende, se defiende»; «No, no, no a la especulación» o «¿Dónde está Salado?, ¿Salado dónde está?, Salado está vendiendo lo que queda de litoral», en alusión al alcalde y presidente de la Diputación, Francisco Salado, como principal cargo político que respalda este equipamiento. Se trata de una acción impulsada por el Ayuntamiento y que contaría con el respaldo de la Administración provincial, en el marco de la estrategia Senda Azul. Los manifestantes también han pedido su dimisión en repetidas ocasiones.
Dudan de los beneficios de esta idea, entre otras cuestiones, por abrir la puerta al uso de embarcaciones «ligeras y de pequeña eslora» sin formular claramente si tendrán propulsión a motor, al tiempo que alteraría para siempre el «acceso y disfrute del espacio natural por parte de la ciudadanía en la playa más concurrida de La Cala del Moral», muy familiar, por sus aguas poco profundas. Además, creen que su funcionamiento saturaría aparcamientos o servicios.
Una vez concluida la caminata, Alba, una de las residentes en la urbanización que hay en Calaflores, ha leído un manifiesto. «¡Quiero surfistas, quiero pescadores, quiero familias!', ha sido una de las frases que más aplausos ha logrado durante su intervención, en la que también ha cuestionado el argumento del Gobierno local de que la propuesta de habilitar un pantalán, para favorecer la actividad económica gracias a la práctica de disciplinas como la vela o el kayak y ponerlo a disposición de la ciudadanía rinconera, según se defiende desde el Gobierno local, sea una de las propuestas recogidas en los presupuestos participativos de 2019.
Ha explicado que, junto a aquella idea, se votaron en bloque otras dos, referentes a la creación de senderos y la puesta en valor de la Cueva del Tesoro y de que, de la terna, la elegida fue la destinada a habilitar rutas. Además, ha dejado claro que el cambio previsto para Calaflores, una playa de carácter familiar y en un entorno privilegiado, afectaría, acabaría con un paisaje único en el que se da un ecosistema único que también correría peligro. «No dejaremos que nuestro paisaje se masifique, como al otro lado de la Costa», ha lanzado, para anunciar que esta no será la única protesta.
También ha tomado la palabra la portavoz de la asociación Moral y Acción Verde, Ana Rodrigo, que ha recordado las movilizaciones que se convocaron también en La Cala del Moral ante la tala de moreras que ejecutó el Ayuntamiento, y ha pedido unidad, en esta ocasión, para frenar un «puerto» que ocuparía «un kilómetro cuadrado».
Este movimiento ciudadano también se manifiesta por la vía administrativa, con las alegaciones presentadas a esta iniciativa, que estuvo en fase de exposición pública hasta este pasado 24 de septiembre, previa a que la Junta de Andalucía decida sobre su idoneidad. Fuentes del Gobierno andaluz explicaron que, hasta finales de la semana pasada, se habían presentado una decena de recursos, entre ellos, las de los colectivos que han impulsado la acción de protesta, a la que hay que unir la del PSOE y la de ciudadanos a título particular o de forma colectiva, con escritos, según representantes de los colectivos movilizados en contra del embarcadero, respaldados por hasta 400 firmas.
La Administración regional dice que el embarcadero solo puede autorizarse con el «sí» del departamento de Estrategias Marinas del Ministerio de Transición Ecológica, previo inventario de especies y hábitats afectados, además de otro dictamen favorable, también ministerial, sobre aspectos como la dinámica litoral. En última instancia, la Consejería de Sostenibilidad se pronunciará con la máxima de garantizar que no haya impacto negativo global, como aclaran.
El equipo de Gobierno, por su parte, traslada tres ideas básicas: No es un puerto deportivo; no recibirá naves a motor y no es «exclusivo para ricos y turistas», al contrario, es una lugar abierto para el disfrute de toda la ciudadanía de Rincón de la Victoria.
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