El embarcadero de La Cala del Moral: de propuesta vecinal a polémico proyecto
La iniciativa, en fase de exposición, previa al dictamen de la Junta, ha recibido ya una decena de alegaciones; el Gobierno local cree que son dudas infundadas
La idea de una base náutica en la playa de Calaflores, en La Cala del Moral, lleva en la agenda municipal años. De hecho, desde ... el Gobierno local que dirige Francisco Salado apuntan que esta iniciativa surge de los presupuestos participativos, que recogen sugerencias ciudadanas, en 2019.
¿Para que sirve este equipamiento? En ausencia de un puerto deportivo, es un centro para el desarrollo deportes acuáticos. Estaría abierto todo el año, con impulso de la estrategia Senda Azul, que promueve la Diputación, para la generación de actividad económica gracias a la práctica de disciplinas como la vela o el kayak.
Una de las claves de esta acción es, conforme anuncia el Ayuntamiento, que el impacto en el entorno será mínimo. De ahí que se adelante que será una estructura desmontable, lo que no quita que tenga vestuarios y aseos, almacén y otras dependencias formativas y administrativas, además de espacios para guardar equipos de buceo. No es algo que solo se piense para Rincón de la Victoria, en Torremolinos, por ejemplo, también están detrás de poner en marcha una base náutica. Sin embargo, entre los rinconeros, sobre todo, entre los residentes en La Cala del Moral, la llegada de este elemento a la playa genera dudas. El anuncio municipal de que, asociado al proyecto, va un pantalán, esto es, un pequeño muelle, para barcos de corto tonelaje, no gusta.
Para que se construya el amarre, la Administración local tiene que contar con la autorización de la Junta, como competente en el Dominio Público Marítimo Terrestre y en las áreas de servidumbre de protección de este.
Como parte de este procedimiento, explica la Delegación del Gobierno andaluz, hasta el próximo 24 de septiembre, está abierto el plazo de alegaciones que, por ahora, son una decena, concreta la Junta. Entre los colectivos que las han presentado están Montes de Rincón, Moral y Acción Verde, Pequeñ@s Reforestador@s, Plataforma Defensa Sanidad Pública, Todos Santos Surf & Skate y la Comunidad de Vecinos de Calaflores, además de particulares y del PSOE rinconero. ¿Los motivos? Argumentan que se trata de una ocupación «innecesaria y lesiva del litoral», al restringir el «acceso y disfrute del espacio natural por parte de la ciudadanía en la playa más concurrida de La Cala del Moral», muy familiar, por sus aguas poco profundas. Además, creen que su funcionamiento saturaría aparcamientos o servicios.
Echan en falta una evaluación completa de los efectos sobre la biodiversidad marina, la dinámica litoral o la erosión costera y juzgan insuficientes las medidas de protección medioambiental, una vez consultada la memoria que está en exposición, dicen, al no incluir garantías para especies protegidas detectadas en esta cala, como la Patella ferruginea y Cymbula safiana. El proyecto, sostienen, tampoco se integra en «un paisaje singular que constituye uno de los principales atractivos naturales de la localidad».
Otra cuestión que les inquieta es que, como temen, la propuesta municipal abre la puerta al uso de embarcaciones «ligeras y de pequeña eslora» sin formular claramente si tendrán propulsión a motor. Su presencia, avisan, es un riesgo por los vertidos o ruido e insegura para bañistas o surfistas. Estos colectivos que están en contra del proyecto han convocado una marcha de protesta el próximo viernes 26 de septiembre, a las 18.00 horas, en el Parque Baluma. En change.org promueven una recogida de firmas que suma más de 1.800 adhesiones.
Ante las dudas, la Junta de Andalucía dice que el embarcadero solo puede autorizarse con el «sí» del departamento de Estrategias Marinas del Ministerio de Transición Ecológica, previo inventario de especies y hábitats afectados, además de otro dictamen favorable, también ministerial, sobre aspectos como la dinámica litoral. En última instancia, la Consejería de Sostenibilidad se pronunciará con la máxima de garantizar que no haya impacto negativo global, como aclaran.
El equipo de Gobierno, por su parte, traslada tres ideas básicas: No es un puerto deportivo; no recibirá naves a motor y no es «exclusivo para ricos y turistas», al contrario, es una lugar abierto para el disfrute de toda la ciudadanía de Rincón de la Victoria.
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