Reabre el aeródromo de Vélez-Málaga dos semanas después de los daños ocasionados por la DANA
Las escuelas de pilotos y el Real Aeroclub de Málaga, que operan en el recinto aeroportuario, consiguen limpian el barro acumulado en las pistas y hangares por el desbordamiento del río Benamargosa
Las fuertes lluvias registradas el pasado 13 de noviembre, en la segunda DANA en apenas dos semanas que azotó la provincia, provocaron el desbordamiento del río Benamargosa ... y de la desembocadura del río Vélez. Los daños más cuantiosos se registraron en Benamargosa y en zonas rurales de Comares. No obstante, la crecida del río también afectó al aeródromo Leoni Benabú de El Trapiche, en Vélez-Málaga, que ha permanecido dos semanas fuera de servicio.
Tras casi 15 días de intensos trabajos, en los primeros momentos a cargo del Consorcio de Bomberos y del Plan Infoca, y en los días posteriores con personal voluntario propio de las escuelas de pilotos que operan en las instalaciones y del Real Aeroclub de Málaga, el recinto ha vuelto a estar operativo desde este pasado martes. Las inundaciones afectaron a la pista, las áreas de rodadura y los hangares, además de dañar los trenes de aterrizaje de las avionetas estacionadas, tal y como se pudo constatar en los vídeos difundidos en las redes sociales por los usuarios del aeródromo, como los publicados por la Asociación Aguacate Model Airshow en su perfil de Facebook.
Este fenómeno meteorológico dejó una estela de destrucción, interrumpiendo las operaciones del aeródromo y poniendo a prueba la capacidad de la comunidad aeronáutica local para hacer frente a la situación. A pesar de la magnitud de los daños, el Real Aeroclub de Málaga, con la colaboración de sus socios, voluntarios y trabajadores, logró abrir nuevamente las puertas del aeródromo este pasado martes 26 de noviembre, tal y como han destacado desde el portal Aviación Digital.
El paso de la DANA no solo provocó una fuerte subida del nivel del agua, sino que también sumergió importantes infraestructuras del aeródromo. La pista, que normalmente acoge a numerosos aviones de aviación general y deportiva, quedó cubierta por una capa de barro y agua, lo que la hacía completamente intransitable. Las rodaduras y plataformas también quedaron inundadas, lo que afectó tanto a la operatividad de las aeronaves como a las operaciones diarias del aeroclub.
Barro y escombros
Los hangares, donde se resguardan las aeronaves, no fueron inmunes al desastre. El agua alcanzó los aviones estacionados, dañando sus trenes de aterrizaje y poniendo en peligro el bienestar de las aeronaves. Esto significó una pérdida considerable para el aeroclub, tanto en términos operacionales como financieros, ya que muchos de los aviones que se encontraban en el lugar dependían del mantenimiento de sus estructuras para su uso seguro.
A partir del día siguiente a la tormenta, los miembros del Real Aeroclub de Málaga, junto con un grupo de voluntarios y trabajadores especializados, comenzaron a limpiar y reparar las instalaciones. «El proceso de rehabilitación fue arduo, ya que no solo era necesario eliminar el barro y los escombros, sino que también se necesitaba maquinaria pesada para poder recuperar las áreas afectadas, como las rodaduras y la pista», han explicado desde el mencionado portal.
Entre las máquinas que se emplearon, se utilizó una barredora que, con una capacidad de 20.000 litros de agua por hora, ayudó a eliminar la acumulación de barro a una velocidad controlada, permitiendo la restauración de las superficies de aterrizaje y acceso de limpieza y restauración, que incluyó la eliminación de los restos de barro y el restablecimiento de los servicios esenciales del aeródromo, gracias a la dedicación y el compromiso de la comunidad aeronáutica local. Los miembros del aeroclub trabajaron sin descanso para asegurar que el aeródromo pudiera reanudar sus operaciones de manera segura lo más rápido posible.
El pasado martes 26 de noviembre, tan solo dos semanas después de la catástrofe, el Aeródromo de la Axarquía reabrió oficialmente sus puertas. Aunque aún hay trabajos en curso, como la reparación de la valla perimetral y la restauración de algunos hangares, «la reapertura fue un símbolo de la resiliencia y el esfuerzo colectivo». A partir de esta fecha, el aeródromo ya está nuevamente operativo, permitiendo el retorno de las actividades aeronáuticas en la comarca oriental, que incluyen vuelos de aviación general y deportiva, así como los entrenamientos de pilotos y actividades recreativas de las dos escuelas de pilotos malagueñas que operan en la zona, Aerodynamics y One Air.
Según el portal Aviación Digital, el Real Aeroclub de Málaga ya ha marcado su próxima gran meta: el 14 de diciembre, fecha en la que celebrarán el Día de la Patrona, una fiesta tradicional de la aviación, que será un momento de conmemoración por la superación de los desafíos y de agradecimiento a la comunidad que se unió para arreglar las instalaciones aeroportuarias de Vélez-Málaga.
El aeródromo Leoni Banabú lleva operativo desde 1992. El Ayuntamiento de Vélez-Málaga anunció el pasado mes de octubre un acuerdo con el Real Aeroclub de Málaga para su ampliación ante el aumento de operaciones, con 20.000 vuelos al año. El Consistorio veleño cedió una parcela municipal en la zona norte del recinto, de 16.599 metros cuadrados, para incrementar el espacio para estacionar las aeronaves.
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