
Secciones
Servicios
Destacamos
La Junta de Andalucía y el Gobierno central siguen avanzando en los trámites para construir una desaladora pública en la Axarquía, la zona más azotada ... por la extrema sequía. Tras sellar el pasado agosto el acuerdo para ejecutar la infraestructura, con una capacidad de hasta 50 hectómetros cúbicos anuales y una inversión de entre 100 y 120 millones de euros, se ha abierto la fase de consultas previas para la autorización ambiental unificada de la actuación. No obstante, aún se desconocen los plazos concretos. El Plan Hidrológico Nacional, donde este proyecto está contemplado como de interés general del Estado, fija el horizonte de 2027 para que sea una realidad.
En este ámbito del proceso burocrático, la Junta de Andalucía ha solicitado al Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción) su análisis sobre la evaluación ambiental estratégica del proyecto de la desaladora elaborado por el grupo Magtel, prevista en Vélez-Málaga, junto a la estación depuradora. Tras analizar la documentación, los ecologistas consideran que la orientación del proyecto «representa una huida hacia delante ante una crisis ocasionada por una burbuja económica descontrolada, pues en lugar de abundar en el control y contención del regadío se enfoca a aumentar aún más la superficie de regadío, explícitamente elevando la cota de riego de los 140 a los 200 metros, pero animando a sumarse nuevos regantes por el efecto llamada que tendrá la creencia de un agua supuestamente infinita y, para colmo, subvencionada con fondos públicos».
El colectivo ecologista ha incidido en que su principal objeción sobre este proyecto «es la orientación marcadamente crecentista en el regadío, acorde con principios políticos y económicos insostenibles». «Como ya se está haciendo en muchos lugares, la nueva etapa que tendríamos que recorrer tras esta crisis del agua, por la dejación de las funciones de control del regadío ilegal por parte de la Junta, acrecentada por la sequía, consideramos que disponer de una desaladora es una garantía de que se podrán atender a una demanda estable de agua en la comarca, en los sectores agrícola, turístico y urbano, aplicando una política de contención del crecimiento del regadío, así como el uso de sistemas de eficiencia del riego y otras medidas, utilizando la desaladora sólo en momentos de crisis».
Para Yus, «son criterios que ya están en el Plan Hidrológico. Pero el proyecto de desaladora no se orienta para una función temporal, sino para una función permanente y claramente sumativa con los recursos hídricos naturales existentes que declara el Plan Hidrológico», ha apostillado. A juicio del portavoz del colectivo ecologista, el biólogo Rafael Yus, «en cambio, son claramente inexistentes las políticas de contención del regadío y de incentivación de la eficiencia del riego mediante sistemas de ahorro ya existentes y fáciles de instalar, y la sustitución de portainjertos de tropicales con menos exigencia de agua, tal como ya dispone el centro experimental La Mayora de Algarrobo, dependiente del CSIC. »Con esta orientación no habrá rincón alguno de la Axarquía que no se incorpore a la fiesta de los subtropicales, desapareciendo viñedos y olivares«, ha apostillado este experto.
Por otro lado, el portavoz de GENA ha recordado que eran tres empresas las interesadas en esta infraestructura, siendo únicamente la de Mediterráneo S. L. (grupo Magtel) la que se ha presentado. «Nada se sabe aún de las otras candidatas (Acciona y Cobra-UMA). En todo caso consideramos que todas tendrían que haberlas presentado al mismo tiempo para poder hacer una valoración comparativa sobre su sostenibilidad«, ha argumentado Yus.
Para GENA, el enclave elegido por las instalaciones de la desaladora «nos parece correcto, puesto que eluden la ubicación en el delta del río Vélez, sugerido por otros proyectos, y la sitúan precisamente donde veníamos sugiriendo, en la zona de Taramillas de Vélez, cerca de la actual EDAR». «También nos parecen correctas las conducciones, que serán soterradas, y la posición de la cántara de bombeo junto al Camino de la Culebra, lo que supone una afección mínima para la protección de la avifauna del delta del río Vélez», ha manifestado Yus en un comunicado.
Con respecto al consumo de energía de la planta, cifrado en 134.335 megawatios por hora al año) «es enorme, y lo peor que tiene es que se abastece solamente en un 40% de energía renovable, concretamente fotovoltaica flotante en el embalse de La Viñuela, un proyecto que, por cierto no se ha presentado aún, el 60% restante va con energía de la red». Para Yus, «este hecho hace que la huella de carbono de la instalación sea más alta de lo aconsejable para la mitigación del cambio climático».
Por otra parte, a juicio de GENA, «si consideramos todo el sistema de riego, debido al carácter montañoso de la zona regable y a que se decide subir la cota del Plan Guaro de 140 a 200 metros de altitud del nivel del mar, lo que exigirá una modificación del Plan Guaro, supondrá un gasto energético adicional para bombeos, sumándose a los que ya había antes de la construcción de la desaladora y los que habrá por encima de esta nueva cota por el efecto llamada de las fincas de secano que hasta ahora no se podían regar».
Según GENA, el proyecto de Magtel tacha de «despreciable» el impacto sobre la biodiversidad del medio marino durante la fase de succión de agua de mar. «Esta afirmación es grave porque demuestra que se ignora que en las captaciones de agua del mar se absorben no sólo animales bentónicos y pelágicos del delta sumergido, sino una cantidad muy importante, de aproximadamente 250 mg/m3 de media, de plancton, formado por huevos, alevines, larvas de invertebrados, muchos de ellos de interés comercial, y fitoplancton, esencial por ser la base de la pirámide de los ecosistemas marinos».
La documentación de la firma cordobesa también se califica de «despreciable» el impacto del vertido de la salmuera resultante de la desalación. «Es cierto que prevén dispersar la salida de colector a través de unas 200 boquillas difusoras, pero sugerimos que las coloquen con orientaciones diversas para evitar la acumulación de la sal en el fondo, por su mayor densidad». «Aún así el impacto que se prevé es importante porque para obtener 40 hm3 de agua dulce, tienen que verter al mar nada menos de 93 hm3 al año, un volumen que de ningún modo puede calificarse de «despreciable» y que exigirá el monitoreo recurrente del biota marino afectado», ha manifestado Yus.
La desaladora es una infraestructura que permitirá sumar a esa demanda de 20 a 40 hm3, lo que supondrá que la comarca podrá disponer de 121,94 a 141,94 hm3 «si dejamos a un lado la posible ampliación a 60 hm3». «Esto supone que el sector agrícola, el regadío, de la comarca, tomando como referencia un consumo cercano al 70% de todos los recursos de la comarca, según datos del organismo de cuenca, dispondrá de 85,35 a 99 hm3/año, una dotación sin precedentes en la historia», ha argumentado el portavoz de GENA.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Importante aviso de la AEMPS a los diabéticos
Las Provincias
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.