Colmenar decreta tres días de luto por la muerte del ciclista de 17 años
El alcalde de la localidad, José Martín, asegura que alguna carrera llevará el nombre del joven, Iván Meléndez, en memoria a su figura
La localidad axárquica de Colmenar está de luto desde la medianoche del domingo hasta las 23.59 horas del miércoles por el fallecimiento del ciclista ... de 17 años Iván Meléndez Luque durante la segunda etapa de la Vuelta Internacional Junior a la Ribera del Duero, en la provincia de Soria. El corredor del equipo Tenerife-Cabberty falleció de camino al hospital tras sufrir una aparatosa caída, con muchos compañeros involucrados en la 'montonera'.
Además, Aranda de Duero ha querido rendir homenaje a la figura del joven con un acto de despedida en la Plaza de la Hispanidad de la localidad, que se llevó a cabo en la mañana del domingo. En Colmenar, donde las banderas ondean a media asta en este primer tramo de la semana, se guardó un minuto de silencio esta mañana de lunes con la presencia de distintos alcaldes y autoridades y alrededor de 200 vecinos. También se guardó un respetuoso minuto de silencio en la segunda etapa de la Vuelta a España, este domingo.
El cuerpo del joven fue velado a primera hora de la tarde de este lunes, con la presencia y el calor de cientos de vecinos de Colmenar, conmocionados con la noticia. El alcalde, José Martín, ofreció su más sentido pésame a la familia y a los vecinos horas después del entierro de Iván Meléndez: «La sensación es de tristeza y un profundo dolor por una pérdida tan joven. El chico se estaba convirtiendo en una joven promesa del ciclismo. Se estaba dando a conocer y también al pueblo, con todas las carreras en las que participaba, aunque estuviera en un equipo de Tenerife. En su honor y en memoria, con ese aporte al deporte, hemos decretado tres días de luto».
Así, aseguró que los actos de homenaje no quedarán ahí y que se irán sucediendo con el tiempo, cuando la familia vaya asimilando y encajando este duro golpe: «Habrá más homenajes más adelante. Ahora mismo estamos conmocionados. Alguna calle llevará su nombre. Algo habrá que hacer. La familia tiene que ir asimilándolo y ellos tendrán que estar. Están destrozados. Que el chico vaya a hacer una prueba, que era lo que él deseaba... En fin. Impresionante. Estamos rotos».
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