La Junta aspira a recuperar la movilidad en una Navidad sin cotillones ni eventos
Juanma Moreno rebaja las expectativas sobre una pronta relajación de las restricciones y llama a la disciplina colectiva: «Nos quedan muchos días de limitaciones»
Cuando los condicionantes de todo tipo, lo imprevisible y los sinsabores ya forman parte de la rutina cotidiana de los ciudadanos, el presidente de la ... Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quiso empezar con una buena noticia y una tímida dosis de optimismo: «La curva de contagios parece que va decreciendo y eso significa que las medidas que adoptamos hace dos semanas están dando resultados». Moreno estuvo este viernes en Málaga, donde realizó una visita al Hospital Materno Infantil y, acto seguido, atendió a los medios de comunicación en el hall de entrada. El tono de voz del presidente fue suave, como acostumbra en él. No así el mensaje que quiso transmitir. Enseguida añadió que nadie se debería llevar a equivocaciones, que Andalucía estaría lejos de una situación que permita hablar de pandemia controlada. «Nos quedan muchos días de limitaciones y nos queda mucho por hacer», dijo a 48 horas de que se vuelva a reunir con su comité de expertos para analizar la incidencia del virus y decidir si las actuales restricciones, vigentes en un principio hasta el próximo martes, se van a prorrogar o, incluso, intensificar. Moreno esquivó precisiones concretas, pero de sus palabras se deduce que la Junta mantendrá el actual marco. Al menos, hasta después del puente de diciembre. El objetivo pasa por lograr unas condiciones epidemiológicas que permitan recuperar el transito y la circulación de personas entre las distintas provincias andaluzas para la Navidad. Aunque serán unas fiestas exentas de eventos y de cotillones, con un cambio de año que seguirá marcado por el monoteísmo de la pandemia.
La intervención de Moreno también fue una manera de ir perfilando las próximas semanas. Si alguien especula con un posible cambio de rumbo en la estrategia emprendida hace doce días, el presidente templó las expectativas. En el corto plazo no cabe esperar relajaciones. Ni el éxito de la estrategia que sigue su compañera de partido Isabel Díaz Ayuso en Madrid, donde se ha logrado contener los contagios con normas más laxas para comercios y hostelería, hace que la Junta reconsidere sus planteamientos. «Nos vamos a ceñir a lo que los expertos nos recomienden, ellos tienen la última palabra», reiteró Moreno.
Que la Junta descargue toda la responsabilidad en la toma de decisiones en un comité de expertos sanitarios está restando peso a la variable política. Moreno se mostró consciente de ello, pero defendió la actuación de su Ejecutivo en esta segunda ola a capa y espada. Aunque algunas decisiones no sean comprendidas en la calle y haya voces que empiecen a dudar sobre la utilidad de las mismas. «Mi obligación como presidente es velar por la salud de los andaluces, por lo tanto tomaré las decisiones acorde con ese objetivo. Eso a veces supone tener que tomar decisiones impopulares y a veces incomprendidas. Pero mi objetivo es evitar fallecimientos en la medida de lo posible, limitar el crecimiento de la pandemia y hacer que Andalucía mejore», se justificó.
Aunque se ha fijado el objetivo de recuperar la movilidad entre provincias para la Navidad, también hizo un llamamiento de advertencia. Las fiestas de este año no podrán ser como las vividas hasta ahora. Los ciudadanos deberían tener claro, argumentó Moreno, que cualquier reunión familiar o celebración de un evento masivo constituyen una situación de riesgo. Una percepción que no solo lastra a la economía. También empieza a hacer mella en la salud mental de muchos andaluces. Moreno dijo comprender ese desgaste, que también hizo extensible a su propia persona. Pero la crudeza de la situación exigiría firmeza y disciplina colectiva. Así, después de tachar de la lista de futuribles a las grandes reuniones familiares y jolgorios de cualquier tipo, el presidente de la Junta apeló a la famosa responsabilidad individual. «El 85% de los ciudadanos está cumpliendo con las normas. Pero tenemos que ser todos», exigió.
De esta manera, con la incertidumbre de siempre, llegan los ciudadanos a la cita clave del domingo. Si se repiten los esquemas, Moreno se reunirá con el comité de expertos a última hora de la mañana y comparecerá después, entre las dos y las tres del mediodía, para comunicar las decisiones que se han tomado.
Moreno, como ya se ha mencionado, defendió ayer que las medidas adoptadas hace dos semanas están funcionando. Los números de algunas provincias no reflejan ese éxito. Es el caso de Málaga, donde los contagios han ido a peor desde que entraron en vigor las actuales restricciones el pasado 10 de noviembre. Moreno tampoco parece dispuesto a pormenorizar por provincias y aplicar restricciones más suaves en las que presenten una menor tasa de incidencia. La Junta siempre ha defendido reglas homogéneas para todos, con la excepción de Granada, donde los contagios alcanzaron velocidad de crucero tras el puente de Todos los Santos.
Apuesta por la sanidad
Durante su paso por el Hospital Materno Infantil, Moreno visitó las obras que se están realizando para mejorar la segunda planta de pediatría. El presidente destacó el esfuerzo que hace la Junta en materia sanitaria. «Los Presupuestos de 2021 suponen una apuesta contundente», dijo y resaltó que el 7% de la inversión prevista para el año que viene se dedica a la sanidad. También criticó la llamada 'Ley Celaá' y garantizó que «Andalucía siempre va a defender la libertad de los padres para elegir los centros».
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