Patricia del Pozo: «Es posible una ley de concordia donde todos se sientan bien»
La consejera de Cultura se muestra partidaria de cambiar la actual Ley de Memoria Democrática, pero asegura que la desarrollará mientras esté en vigor
Patricia del Pozo recibe a este periódico en el Palacio de Altamira, sede de la Consejería de Cultura y Patrimonio, uno de los edificios de ... mayor envergadura del casco histórico de Sevilla cuyo origen es un palacio mudéjar. La consejera se muestra orgullosa del valor patrimonial e histórico del inmueble, aunque admite su escasa funcionalidad
–¿Cómo está siendo el proceso de vuelta a la normalidad en el mundo de la cultura?
–Hemos tenido un verano en el que hemos vuelto a abrazarnos con la cultura y el patrimonio en Andalucía y que nos ha puesto en el camino de la esperanza de que poco a poco iremos recuperando la normalidad. La buena gestión en la vacunación por parte de la Junta de Andalucía ha sido la gran aliada para la reactivación cultural, que ha venido de la mano de la recuperación económica y social. Gran parte de la reactivación económica pasa por la reactivación cultural y patrimonial. En los primeros seis meses del año hemos tenido 800.000 visitantes en nuestros 19 museos, 23 enclaves y ocho conjuntos arqueológicos. En el verano hubo 400.000 visitas en La Alhambra, el doble del año pasado y más de la mitad de lo que hay en un año normal. Estamos en el buen camino.
–¿Por qué sigue siendo necesario guardar unas distancias en el cine o en el teatro que ya no se imponen en el autobús o en el metro?
–Ahí me limito a seguir las instrucciones de los especialistas. Hemos podido salir adelante gracias a la colaboración permanente de la Consejería de Salud y Familias. No he pasado una semana sin hablar con el consejero. Ha habido decisiones que me ha costado más trabajo aceptarla, porque suponía rebajar mucho los aforos y eso ponía en dificultades al sector, pero hemos entendido que ellos son los que saben. Gracias a las decisiones complicadas que han sabido tomar estamos hoy donde estamos, liderando la recuperación económica y social de nuestro país. Yo no cuestiono sus decisiones, sólo tengo agradecimiento.
–¿Cuánto puede faltar para que se vuelva, por ejemplo, a los conciertos de pie?
–¡Quién sabe! Estamos en una pandemia y hay muchos países con un ritmo de vacunación muy bajo. Estamos en el buen camino y tenemos que seguir siendo prudentes. Ahora estamos en nivel uno en algunas provincias y eso nos permite unos aforos mucho más aliviados.
–Hay muchos creadores culturales que aseguran no haberse sentido acompañados en todo este tiempo.
–El sector de la cultura ha sido uno de los más golpeados, porque la cultura implica relaciones sociales, colectividades, relaciones humanas directas, y aún así, en los momentos más difíciles ha mostrado una generosidad infinita. Se volcaron con nosotros y en el confinamiento nos ayudaron a no volvernos locos. Cuando se les ha dado la posibilidad de actuar con márgenes muy estrechos, lo han aprovechado aún rebajando sus ingresos. Yo sólo tengo palabras de admiración. Desde la Junta hemos hecho todo lo que hemos podido con el presupuesto que tenemos. No hemos podido llegar a todos, pero el resultado ha sido notable. Entre mayo y diciembre de 2020 pagamos más 12 líneas de ayudas con 13 millones de euros, pusimos líneas de ayudas que nunca habían existido, pagamos ayudas de años anteriores que estaban concedidas y no pagadas. Este año hemos puesto en marcha líneas de ayudas por 17 millones. Estoy segura de que no hemos llegado a todos, pero hemos hecho todo lo que hemos podido.
–El Gobierno central ha comenzado a tramitar una nueva ley de Patrimonio que según la Junta invade competencias autonómicas. ¿Se está dialogando para que ese proyecto se modifique?
–Se ha cumplido el trámite de alegaciones y las hemos presentado tanto las comunidades autónomas como los ayuntamientos. Ahora las estarán valorando, pero en este momento la única decisión inteligente que cabe es la de la retirada del anteproyecto y el inicio de un diálogo con las comunidades autónomas.
–¿No es un texto que se pueda matizar?
–La ley de Patrimonio fue elaborada hace 35 años, pero inmediatamente después el Gobierno traspasó todas las competencias de Cultura y Patrimonio a las comunidades, lo que significa que nunca la aplicó. Es una ley que plantea grandes problemas a la hora de buscar el equilibrio entre conservar el patrimonio y vivir el patrimonio. Llevamos pidiendo una nueva ley que nos permita mantener nuestros cascos históricos vivos, donde la gente pueda vivir sin pasar años esperando a una comisión de patrimonio para arreglar un cuarto de baño. Ahora nos encontramos con un borrador que nos manda el Gobierno, sin consultarnos, que no es una ley nueva, sino una modificación del texto actual que lo que hace es multiplicar los trámites burocráticos, restringe derechos, no da solución a nada de lo que necesitamos e invade competencias en temas de patrimonios mundiales al crear un nuevo órgano innecesario por encima de nuestros consejos en los que el Gobierno central tiene mayoría. Estoy segura de que las alegaciones que han presentado comunidades y ayuntamientos de distintos colores políticos van a invitar al Ministerio a una profunda reflexión.
–Su consejería está trabajando en una Ley del Flamenco. ¿Es la primera vez que se legisla sobre esta materia?
–No existe ninguna ley, en ninguna parte del mundo, que legisle sobre este pilar de riqueza de nuestra tierra y de identidad ante el mundo. Es patrimonio de la humanidad y nuestra cultura más arraigada. Pensamos que es hora de que cuente con el máximo reconocimiento en nuestro ordenamiento jurídico a través de una ley que ordene, que reconozca a nuestros artistas, a la actividad de nuestras peñas flamencas, que recoja en un registro a todas nuestras entidades, que regule la incorporación del flamenco en nuestras aulas, que recoja un plan estratégico con las inversiones de la Comunidad Autónoma en flamenco, la conservación de nuestro patrimonio en su parte documental y etnológica, que garantice la difusión del flamenco. Va a ser un pilar fundamental no sólo dentro de la cultura, sino también a nivel económico.
–¿Qué plazos tiene la tramitación?
–El anteproyecto está muy avanzado para ir al Consejo de Gobierno y mi intención es que antes de la Navidad esté el texto en el Parlamento. Estoy convencida de que los grupos van a apoyar el texto y lo van a enriquecer.
–Ese posible consenso parece imposible con la Ley de Memoria Democrática. ¿Cree que esa norma hay que cambiarla o debe dejarse como está?
–Desde que llegamos al Gobierno de la Junta y se asignaron a esta consejería las competencias de memoria democrática, creamos un comisionado para la concordia porque estas políticas hay que llevarlas así, nunca hacer política de ellas, nunca hacer uso partidista. La gran deuda pendiente que tenemos los españoles es recuperar a las personas cuyas familias no saben dónde están enterradas. Desgraciadamente aquí en Andalucía hay muchas. Nosotros estamos volcados con esa actuación, hemos destinado muchos recursos en la exhumación de las víctimas, en su identificación genética y en la entrega a los familiares. Lo hemos hecho sin algaradas, sin ruedas de prensa, sin hacer política.
–¿Usted cree que eso hay que hacerlo en silencio?
–Yo no creo que se necesite contarlo a los cuatro vientos ni hacer política con algo que es de humanidad y que tenemos la obligación de hacer. Es un punto de concordia en el que todos estamos de acuerdo. En estos dos años y medio hemos doblado el presupuesto en exhumaciones e identificaciones genéticas con respecto a 2017 y 2018. Ya llevamos más de 600 exhumaciones de cuerpos con signos de violencia cuyas muestras estamos mandado a Granada para su identificación genética y poder entregarlos a sus familiares.
–Vox ha presentado un proyecto al que ha denominado ley de concordia. ¿Es necesario cambiar la ley actual, que ya fue aprobada por el Parlamento?
–A mí no me gusta la ley actual.
–¿Por qué?
–Porque es una ley de parte, aprobada por la mayoría de ese momento, con una carga ideológica brutal en la que no se permitió ni una sola enmienda del resto del Parlamento. Es un ley que está en vigor, que respeto y que tengo la obligación de cumplirla y desarrollarla, pero a mí me encantaría que saliera del Parlamento donde hubiera un contenido unánime, una ley de concordia. Yo sé que todos los grupos tienen que ceder mucho para conseguir un texto de concordia donde todo el mundo se sienta bien.
–¿Cree que eso es posible?
–Creo que se puede lograr con generosidad de todos los grupos.
–Viendo la propuesta que ha presentado Vox ese consenso parece difícil.
–Bueno, es una propuesta sobre la que no me voy a posicionar. Bienvenida la propuesta. Podremos estar más o menos de acuerdo, pero es una propuesta. Vamos a abrir un diálogo con el resto de los grupos.
–Se ha conocido recientemente la auditoría al Institución Andaluz de Patrimonio Histórico. ¿Se harán cambios en ese organismo?
–El IAPH es una institución que es un orgullo para Andalucía, con una plantilla que roza la excelencia. Ya ha sido auditada dos veces y estamos trabajando en los aspectos en los que tenemos que mejorar, como su dependencia financiera de la Consejería.
«El proyecto del convento de la Trinidad se va a licitar de inmediato»
–¿Qué protección se va a dar la cueva de La Araña?
–Todavía faltan resultados de informes para elaborar la memoria definitiva en Medio Ambiente y en Cultura. Es un tema en el que se está trabajando en profundidad, donde vamos todos de la mano y la empresa está colaborando muchísimo.
–¿No hay datos aún sobre la existencia o no de restos arqueológicos?
–No se sabe todavía, porque los informes se están elaborando de una forma muy rigurosa y exhaustiva.
–¿Cómo va el proyecto del convento de la Trinidad?
–Es una auténtica joya que desde que pasó a titularidad de la Junta, pasaron muchos años y muchos proyectos sin que se hiciera nada. Ahora, junto al Ayuntamiento de Málaga, hemos hecho un proyecto precioso, con un archivo intermedio que va a ser pionero en Andalucía, vamos a tener espacios escénicos, expositivos, culturales, con jardines abiertos al barrio. Para 2022 van 140.000 euros para la redacción del proyecto, que se va a licitar de inmediato. Si todo va bien, a principios de 2023 comenzarán las obras. Es una inversión de 18 millones de euros .
–El Teatro Romano también tiene obras pendientes.
–Hay dos: la adecuación a la visita pública y la restauración de la orchestra y el frons pulpitum. El proyecto de ejecución de la primera sufrió algunos reparos en la comisión de Patrimonio que estamos subsanando antes de licitarlo. Tiene un presupuesto de 187.000 euros. La segunda es una actuación muy compleja. En noviembre terminarán los estudios previos que nos permitirán sacar la ejecución del proyecto. Es una intervención de 487.000 euros. Ambas obras tienen plazos de ejecución de seis meses desde su adjudicación.
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