Inmaculada Nieto: «Defender los servicios públicos es defender el autogobierno»

¿Cómo valora estos años de autonomía?

El estado de las autonomías fue un gran paso que vino a descentralizar el poder y a vertebrarlo. En nuestro caso, el autogobierno fue una conquista del pueblo andaluz que ha supuesto avances muy importantes para nuestra tierra, a pesar de que a nuestro juicio pudo hacerse más y mejor. Aún debe profundizarse mucho más en las competencias que nos brinda el Estatuto de Autonomía. El Estatuto es una herramienta con un potencial tremendo, que ha permitido avances relevantes, pero aún queda mucho por hacer. Los límites del autogobierno están por explorar y para ello es necesaria una política audaz, que blinde los servicios públicos y acometa en el sistema productivo andaluz las transformaciones y la modernización necesaria para generar empleo estable y de calidad, que es la tarea pendiente de Andalucía.

¿Cuál ha sido el mayor logro de la autonomía?

Reducir la brecha de la desigualdad y la pobreza con el resto del Estado. Dotarnos de instituciones andaluzas nos dio una capacidad de acción de la que carecíamos. Ha servido para generar políticas públicas pegadas al terreno, aunque su desarrollo haya sido irregular. Los servicios públicos han permitido a la sociedad andaluza avanzar. Defender los servicios públicos es defender el autogobierno y el Estatuto de Autonomía de Andalucía. Es defender lo que da verdadero sentido al autogobierno.

¿Qué queda por conseguir?

Lamentablemente el PP está copiando los errores de los gobiernos anteriores en lugar de profundizar en los aciertos. Andalucía necesita fortalecerse en todos los sentidos. Fortalecer la sanidad, la educación y la protección social públicas, e impulsar una transformación del sistema productivo para que tengamos mayor músculo empresarial, empleo estable y de calidad y mejorar el equilibrio entre la prosperidad económica y la sostenibilidad. Hay que modernizar nuestras políticas, anclarlas a las claves más innovadoras y avanzar en la transparencia.

¿Qué ha cambiado en estos tres años de gobierno PP-Cs?

El Gobierno andaluz ha agravado muchos de los problemas que ya tenía la mayoría de la gente en Andalucía y ha generado problemas nuevos. En estos pocos años la vida de las y los andaluces ha ido a peor, y no solo ha sido por la pandemia, sino por las políticas que ha desarrollado el gobierno de Moreno Bonilla. El cierre masivo de aulas públicas en nuestros colegios, el deterioro objetivo de la sanidad pública, con el colapso de la atención primaria o el incremento desmedido de las listas de espera, la actitud impasible del gobierno andaluz ante la pérdida de puestos de trabajo en sectores como el aeronáutico o las decisiones a favor de la especulación y la depredación ambiental son claros ejemplos de ello. También el Partido Popular ha ahondado en las rebajas fiscales a las grandes fortunas, que ya iniciaron PSOE y Ciudadanos. Bajadas de impuestos que solo notan quienes más tienen, que son injustas y que hacen perder a la Junta capacidad financiera para invertir en generación de empleo o en el refuerzo de los servicios públicos.

¿Qué nota le pone a la gestión de Juanma Moreno?

Al gobierno, un suspenso rotundo. El gobierno de Moreno Bonilla está obsesionado con la privatización de los servicios públicos y, a pesar de la propaganda a la que nos tiene acostumbrados, está falto de proyectos ambiciosos para que Andalucía aproveche la oportunidad que nos brinda la recuperación de esta crisis. Sus políticas son propias de otro tiempo y ya se demostraron fracasadas y, sin embargo, persisten en el error. Que el Gobierno andaluz haya terminado el año 2021 con 2.700 millones de euros sin ejecutar, cuando se está pasando tan mal en las casas de familia y cuando los servicios públicos están atravesando una situación tan delicada, no es razonable. El Partido Popular, para justificar sus bajadas de impuestos a las grandes fortunas, utiliza mucho la expresión de que «prefiere el dinero en el bolsillo de la gente». Es falso.Están guardando dinero en el cajón mientras la gente está en el paro, mientras les resulta imposible conseguir una cita en su centro de salud o mientras las aulas siguen con unas ratios por encima de lo que establece la ley. El Partido Popular quiere el dinero en el bolsillo de unos pocos.

¿Y a la oposición?

Con respecto a la oposición, siendo parte de ella, no me parece honesto ponerle una nota. Seguro que hay decisiones que podríamos haber tomado con más talento, pero sí me parece justo recordar que, en los momentos más duros de la pandemia, la oposición andaluza fue responsable, estuvo a disposición del Gobierno andaluz para lo que hiciera falta y tuvo una actitud propositiva y colaborativa. Cosa que el PP a nivel nacional no puede decir.

¿Cómo afronta la cita electoral de este año?

Con ilusión. Este año podemos dejar atrás un gobierno que en tan sólo tres años a esquilmado los servicios públicos de nuestra tierra, está poniendo en riesgo nuestro patrimonio natural y pretende seguir llevando a cabo políticas fracasadas que lamentablemente nos harían perder la oportunidad que nos brinda la recuperación, los fondos europeos que España va a recibir por más que le pese al Partido Popular. Y es una ilusión fundada además, porque después de los momentos más duros de la pandemia, estamos viendo cómo la mayoría social de Andalucía sale a la calle a defender lo más preciado que tenemos y que este Gobierno andaluz está atacando. Las movilizaciones en defensa de la sanidad pública o la que va a tener el 28 de febrero dan cuenta de que hay un clamor popular por el cambio en Andalucía y Unidas Podemos por Andalucía va a ofrecer un proyecto amplio, con vocación de gobierno, donde tenga cabida toda esa gente que no se resigna y que quiere una Andalucía social, verde y feminista.

Diga algo bueno que haya hecho el Gobierno andaluz

La propaganda. El mayor empeño del Gobierno andaluz durante estos tres años ha sido el de vender las bondades de unas políticas cuyas consecuencias reales, sin embargo, eran perjudiciales para Andalucía. Se han servido para ello del dinero público, como lo han hecho también para intentar construir la imagen de liderazgo de Moreno Bonilla. Pero la realidad es más tozuda y no hay propaganda que pueda tapar el colapso sanitario, el ataque a Doñana que están pertrechando Moreno Bonilla, Ciudadanos y Vox o el ansia electoral del que está preso el presidente de la Junta desde hace meses.

¿Qué es lo peor que ha hecho la oposición?

Hablo sólo por nuestro grupo, y como le decía antes, nuestro enorme sentido de la responsabilidad en lo más duro de la pandemia, que pongo en valor sin duda alguna, es paradójicamente también lo más negativo. No fuimos capaces de hacer ver al PP el daño que hacían a Andalucía con su deslealtad y su utilización partidista de las instituciones en unos momentos tan duros.

¿A qué parlamentario de otro partido ficharía?

No le voy a hablar de fichajes, pero sí de afectos y afinidades. Y en ese apartado soy afortunada y tengo una relación muy cordial con un grupo muy amplio y variado de diputados y diputadas.

¿Cómo sale Andalucía tras la pandemia?

Andalucía ha sido muy castigada por la pandemia. Teníamos debilidades objetivas que está crisis ha agudizado. Ahora toca hacer una recuperación justa que atienda los destrozos coyunturales, pero también afrontar de manera decidida los problemas estructurales que tenemos. Las políticas sociales que está desarrollando el Gobierno de España y los fondos europeos que va a recibir Andalucía, generan un contexto propicio para que los próximos años impulsen un modelo productivo en nuestra tierra que permita generar empleo estable y de calidad. Andalucía tiene potencial para ello, pero es necesario que ese potencial esté acompañado de voluntad y valentía por parte del Gobierno andaluz. El modelo de las derechas no nos permite avanzar con justicia social, pero estoy convencida de que el pueblo andaluz ha tomado nota y obrará en consecuencia.