La inversión pública crece en Andalucía y lidera la media nacional con proyectos por 1.349,3 millones
El gobierno autonómico ha reforzados sus actuaciones en áreas como la red de carreteras, los caminos rurales y los puertos andaluces, fundamentales en la economía de la región
Miércoles, 4 de marzo 2020, 14:35
Durante el último año Andalucía ha disparado la inversión en obra pública para reactivar la economía.
La Junta licitó en dicho periodo de tiempo por ... un montante total de 1.349,3 millones de euros. Esto supone un incremento de casi el doble que el ejercicio anterior, lo que ha permitido a la comunidad situarse por delante de Madrid, que lanzó proyectos por 1.056 millones, y Cataluña, que licitó obras por 796,2 millones.
Así, la licitación de obra pública sumó en Andalucía más de 2.491 millones de euros durante el conjunto pasado año de 2019, lo que supone un incremento del 0,5% respecto a 2018.
Uno de los ejes centrales de la política de inversión pública llevada a cabo por el gobierno autonómico ha sido la red de carreteras.
Se han renovado 30 de los 32 contratos que estaban caducados o pendientes de caducar. Estos contratos se han adjudicado por 163,6 millones, normalizando la situación del 94% de las vías.
Además, se está recuperando progresivamente el nivel inversor que había caído de 200 a 85 millones en la última década (2008-2018).
Respecto los puertos andaluces, la inversión se ha duplicado, con un presupuesto de 27 millones de euros frente a los 13,6 millones de 2018. Este aumento tiene su reflejo en la contratación de las empresas, con un total de 111 acuerdos frente a los 50 contabilizados en 2018, una medida que ha favorecido la creación de empleo y riqueza.
Asimismo, la Junta ha llevado a cabo un programa de actuación Puerto-Ciudad que incluyen la adjudicación de contratos de ejecución de obras por 7,7 millones de euros. Destacan, entre otras, la adecuación urbana de la ribera del puerto de Ayamonte (Huelva); la mejora de la integración puerto-ciudad y nuevo cerramiento en el puerto de Barbate (Cádiz); así como otras intervenciones en los puertos de El Terrón (Lepe, Huelva), Rota (Cádiz), Gallineras (San Fernando, Cádiz) y Garrucha (Almería).
También se ha apostado por la mejora de la operatividad en el sector pesquero con medidas como la optimización de las infraestructuras y equipamientos, como la ampliación de la lonja de Fuengirola (Málaga); las depuradoras de moluscos en los puertos de Punta Umbría e Isla Cristina (Huelva); los nuevos pantalanes pesqueros en el puerto de Conil (Cádiz), ya en servicio; o mejoras de gran relevancia en las fábricas de hielo de los puertos de Barbate (Cádiz) y Marbella (Málaga).
Mejorar los caminos rurales para apoyar el sector agrario
En suma a las actuaciones citadas, la Junta de Andalucía ha llevado a cabo una inversión de 75 millones en caminos rurales para mejorar la competitividad del sector agrario.
En Andalucía existe una amplia red de caminos rurales (más de 50.000 km). Dada su incidencia directa en la rentabilidad y el potencial productivo de las explotaciones, y desde la Junta de Andalucía se apuesta por la financiación al 100% de estas obras para facilitar su desarrollo.
De este modo y enmarcadas dentro del Plan de Mejora de Caminos Rurales de Andalucía ('Plan Itínere'), las subvenciones cubrirán el 100% de la inversión elegible al tratarse de actuaciones directas de la administración pública en infraestructuras declaradas de interés general, oscilarán entre los 75.000 y 350.000 euros. Estos incentivos estarán cofinanciados con recursos del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) e incluyen la reposición o la estabilización del firme de los caminos rurales, la consolidación de las bases y labores que inciden en drenajes, cunetas, escolleras y gaviones. Asimismo, también se respalda la mejora de la señalización horizontal y vertical de estas vías y la redacción de los proyectos relativos a estas obras.
Los principales objetivos de esta iniciativa de la Junta de Andalucía son, por un lado, ofrecer soluciones técnicas que minimicen la vulnerabilidad de estos caminos frente a los efectos climatológicos adversos, así como sus costes de conservación y mantenimiento. De este modo, al permitir la llegada de los vehículos y la maquinaria necesarios para la realización de las labores propias de las explotaciones, se avanza en el refuerzo del tejido social, la dinamización del tejido productivo y la fijación de la población a las zonas rurales.
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