La Junta desconfía de la oferta de Espadas y ve más probable agotar el mandato con prórroga presupuestaria
Según Bendodo, el objetivo es acordar con todos los grupos, pero si no se consigue habrá prórroga hasta el final de la legislatura
En el PSOE aseguran ir en serio, pero en el palacio de San Telmo ni siquiera se lo empiezan creer. Los esfuerzos del secretario general ... socialista, Juan Espadas, por hacer creíble su oferta de negociar con el Gobierno andaluz los presupuestos de la Junta de Andalucía para el año próximo caen de momento en saco roto. El escepticismo del PP y Ciudadanos parece de momento impenetrable ante las muestras de buena voluntad del PSOE.
Sin ocultar el objetivo de colocar su oferta en el centro de la agenda política andaluza, los socialistas exhibieron ayer su disgusto por lo que entienden demora del presidente, Juanma Moreno, de responder a la carta de remitida el viernes por Espadas para establecer, en una reunión entre ambos, las líneas generales de un acuerdo presupuestario entre los dos partidos que sustentan al Gobierno y el grupo mayoritario en el Parlamento de Andalucía. «Hay muchas cosas que funcionan mal en San Telmo, pero no creo que el correo sea una de ellas», ironizó el parlamentario del PSOE Mario Jiménez en un renovado papel de portavoz.
El diputado autonómico socialista llamó la atención sobre el carácter inédito del ofrecimiento realizado por Espadas, que, según aseguró, ha puesto por delante de los cálculos partidistas el interés general de los andaluces. Ante el escepticismo con el que ha sido recibida la propuesta, Jiménez instó a que se tome en cuenta la trayectoria política de Espadas, salpicada de acuerdos con partidos de signo diverso. Se trata, aseguró el dirigente socialista, de un político que cree en el diálogo y el acuerdo.
Pero en el Gobierno no parecen dispuestos a darle al PSOE una consideración especial ni la oportunidad de apuntarse un éxito político. El portavoz de la Junta, Elías Bendodo, aunque afirmó que Moreno se reunirá con el líder socialista, adelantó que los contactos se establecerán con todos los grupos. De hecho, el consejero de Hacienda, Juan Bravo, ya ha remitido mensajes a los portavoces parlamentarios para establecer los primeros contactos. El Gobierno tiene de plazo hasta el 31 de octubre para presentar su proyecto de presupuestos en el Parlamento y antes de esa fecha ya se habrán celebrado las reuniones con todos los grupos.
Acuerdo político
Aunque el PSOE quiere más que eso -Jiménez explicó que los socialistas no se conforman con una reunión técnica, ya que lo que ofrecen es un acuerdo político al más alto nivel- de momento el Gobierno se mueve con cautela.
Bendodo se ocupó ayer de recordarle al PSOE que el sitio donde se debate el presupuesto no es en una mesa de diálogo, sino en el Parlamento, y que durante la etapa de gobiernos socialistas, las enmiendas presupuestarias de la oposición «se tiraban a la papelera». Por el contrario, indicó, en todos los presupuestos aprobados por el actual ejecutivo bipartito andaluz se han incorporado propuestas de todos los grupos.
Por su parte, el vicepresidente, Juan Marín, se mostró aún más pesimista sobre un acuerdo con los socialistas y vaticinó que el grupo parlamentario del PSOE no dará su voto «ni muerto» a la propuesta de presupuestos que salga del Gobierno, hará una «puesta en escena» hasta el último minuto y que a lo sumo se decantarán por una abstención «para ser útiles a los andaluces después de tres años missing». Según Marín, los socialistas se limitarán a seguir las instrucciones de Pedro Sánchez. «No somos nuevos», sentenció
Por eso señaló que la única posibilidad de acuerdo que vislumbra es la de volver a conseguir el respaldo de Vox, aunque la prórroga, sin ser el objetivo del Gobierno, «no es mala opción» ya que la formación de Abascal persigue que el Gobierno andaluz no funcione para forzar de esa manera el adelanto electoral.
Marín hizo números. Aseguró que las cuentas de la Administración autonómica, con 44.000 millones de euros de envolvente y la disposición de fondos con la que se cuenta, encajan con los recursos que puedan llegar, teniendo en cuenta que hay que desplegarlos en los primeros siete u ocho meses de 2022 porque en otoño de ese año ya habrá que convocar las elecciones.
Por eso, dijo, la prórroga no es una mala opción «antes de someternos a una situación que a estas alturas no se la creen ni la que lo están diciendo», concluyó en referencia a Espadas.
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