El Gobierno andaluz enfría las prisas de Vox y sitúa la convocatoria electoral a finales de año
El PP advierte de que aún queda agenda parlamentaria por delante y que el Ejecutivo está «encapsulado»
sevilla. Las elecciones en Castilla y León no han tenido de momento un efecto de cambio de estrategias en los partidos andaluces de cara a ... la etapa final de la legislatura. En las primeras horas tras la finalización del recuento, lejos de propiciar un cambio de posiciones, los resultados han tenido como primer efecto la ratificación de los discursos que se venían manteniendo hasta ahora: los partidos del Gobierno insisten en completar la legislatura, Vox reclama elecciones inmediatas y el PSOE exige a Juanma Moreno que explique si está dispuesto a sentar a la extrema derecha en el Gobierno de Andalucía.
Para Vox, que ya en la noche electoral en Castilla y León reclamó entrar en el Gobierno y la vicepresidencia para su candidato, las elecciones del domingo han supuesto un nuevo impulso para insistir en el reclamo de un adelanto electoral en Andalucía, donde espera experimentar un crecimiento que le permita tocar poder. Pero esas expectativas han sido enfriadas de momento desde el Gobierno andaluz, donde se insiste en concluir la legislatura.
Incluso más allá de la horquilla que se venía barajando –el presidente, Juanma Moreno, se refirió semanas atrás a junio u octubre como posibles meses para la celebración de los comicios–, las primeras manifestaciones públicas formuladas desde el Gobierno andaluz se han dirigido a aplacar las urgencias del partido de Abascal.
El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, Elías Bendodo, aseguró este lunes que el Ejecutivo tiene la vocación de que los comicios sean «cuando tocan», es decir a finales de año. «La estabilidad cotiza al alza, el pacto de gobierno del PP y Ciudadanos funciona y tiene que seguir rodando hasta el final», aseguró el consejero, que ponderó la estabilidad como un valor fundamental del Ejecutivo andaluz.
Proyectos pendientes
En el mismo sentido, la secretaria general del PP de Andalucía, Loles López, sacó toda la batería de proyectos de ley pendientes de tramitar y aseguró que la prioridad para su partido sigue siendo acabar la legislatura.
La número dos de Juanma Moreno en el Partido Popular aseguró que los resultados en la comunidad castellano y leonesa no pueden ser extrapolables porque la realidad sociológica y política de Andalucía es diferente y descartó cualquier intención de acortar la duración de la legislatura. «Aún queda mucho por hacer», dijo la dirigente popular, que recordó que en la agenda parlamentaria del Gobierno todavía esperan el inicio de su tramitación las leyes de familias, la de atención temprana y la de policías locales.
López recurrió a la figura de un gobierno «encapsulado» para explicar que la intención firme del PP y Ciudadanos es continuar con la alianza que iniciaron en diciembre de 2018 aislándose del ruido que pueda llegar desde otros puntos de la política nacional.
La secretaria general resaltó que el gobierno de la Junta está superando retos importantes al colocar a Andalucía a la cabeza de algunos indicadores económicos en los que antes se encontraba en las peores posiciones, por lo que consideró necesario consolidar el proceso de cambio iniciado hace tres años. Ante la situación de minoría parlamentaria en la que se encuentra el Gobierno andaluz, señaló que pretende hacerlo con diálogo «a izquierda y derecha».
Por su parte, el secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, aseguró antes de participar en la Ejecutiva Federal del PSOE que los andaluces tienen claro que si votan al PP lo hacen «por un gobierno de coalición con la extrema derecha». En su opinión, el centro político «que quiere vender en Andalucía el gobierno de Moreno Bonilla está hipotecado claramente por la coalición que se fragua entre PP y Vox».
Los portavoces de Unidas Podemos por Andalucía Toni Valero y Martina Velarde invitaron al presidente andaluz a «tomar nota» del resultado en Castilla y León, de los que, a su juicio, se desprende que la decisión de adelantar la fecha de celebración de unas elecciones «buscando intereses partidistas al final puede ser penalizada por los electores».
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