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La Junta de Andalucía y el Partido Popular reaccionaron a la decisión de Juan Espadas de no optar a seguir al frente del PSOE-A marcando diferencias entre la posición institucional y la partidaria. Así, mientras Juanma Moreno, desde su posición de presidente de la Junta mostró su respeto al proceso interno que viven los socialistas y deseó «lo mejor en la vida» al todavía jefe de la oposición, desde el PP de Andalucía, aunque también se mostró respeto personal a Espadas se aludió al «dedazo» de Pedro Sánchez para designar como sucesora a la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero.
Desde su cuenta de la red social X, Moreno comunicó sus mejores deseos personales para Espadas y tras señalar que en política no debe imperar la bronca o la crítica exagerada señaló que respeta la decisión del secretario general socialista y el proceso abierto en su partido.
También advirtió de que al Gobierno andaluz nada lo distrae de sus objetivos. «Lo primero para mi Gobierno es Andalucía y que siga siendo tierra de progreso y moderación política», apuntó el presidente, que acompañó este mensaje de una imagen con Espadas en la última reunión que ambos mantuvieron en el Palacio de San Telmo.
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Por su parte, el secretario general del PP de Andalucía, Antonio Repullo, reclamó a Montero que abandone esas responsabilidades y se dedique a Andalucía si finalmente se «consuma el dedazo» para ponerse al frente del PSOE-A.
Repullo compareció momentos después de concluida la rueda de prensa de Espadas y tras expresarse en un sentido similar al del presidente de la Junta lamentó que aunque se necesita una oposición constructiva, «desgraciadamente, el PSOE de Andalucía ha desaparecido y se ha convertido en una sucursal de Pedro Sánchez. «Las decisiones se están tomando en Madrid -afirmó- , el PSOE-A no tiene ninguna autonomía y depende exclusivamente de la voluntad de Pedro Sánchez».
Para el número dos del PP andaluz, aunque se produzca un cambio de líder, el PSOE-A no tiene ningún proyecto para Andalucía. En su opinión, situar a Montero como secretaria general sería un «regreso al pasado».
Según Repullo, la vicepresidenta llegará a Andalucía a tras una gestión al frente del Ministerio de Hacienda que tenía como único objetivo perjudicar a esta comunidad debido a que es el PP el quela gobierna. Así explicó que haya defendido el cupo catalán y que no impulsara un nuevo modelo de financiación autonómica pese a que el actual perjudica a Andalucía. «Es muy difícil encontrar una trayectoria de alguien que haya maltratado más a Andalucía que la señora Montero«, dijo Repullo, que apuntó además que la vicepresidenta fue consejera »de los gobiernos de los ERE« y dirigió la sanidad andaluza en los momentos de »más colapso de los hospitales y de los centros de salud«.
Asimismo, aseguró que la vicepresidenta vendrá «a montar líos porque su único registro es el del ruido, la crispación y la chulería».
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