Los puentes se resquebrajan en el Parlamento
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Mirada periférica ·
El abandono del pleno por los diputados del PSOE evidencia un momento de máxima crispación en la política andaluzaHay que remontarse muy atrás en el tiempo para encontrar una imagen como la que se produjo en el último pleno del Parlamento de Andalucía ... mientras se desarrollaba la sesión de control. Al menos en la última década no se registra el abandono del salón de plenos por parte de un grupo de la Cámara. Cuando el pasado jueves los diputados socialistas dejaron vacíos sus escaños estaban realizando una acción de protesta hasta entonces inédita por parte de su grupo. Desde que el PSOE perdió el Gobierno de la Junta, y también el control del Parlamento, hace casi seis años, sus diputados se han quejado en ocasiones frente a lo que consideraban decisiones arbitrarias y fuera del reglamento de quienes presidieron la Cámara, pero nunca hasta ahora habían protagonizado un plante.
Durante años, la Cámara andaluza fue vista como un remanso de cordialidad frente a la crispación de la política nacional, pero en los últimos meses la convivencia parlamentaria se ha ido deteriorando conforme las relaciones entre los diputados de diferentes formaciones políticas se iban tornando más distantes. La imagen de parlamentarios de diferentes adscripciones compartiendo conversación en la cafetería del Parlamento, habitual en años anteriores, ha pasado a ser una rareza ya imposible de ver. Los puentes, si no están todavía rotos, se están tambaleando. El clima entre grupos oscila entre la hostilidad y la indiferencia.
Evidentemente, las explicaciones que se ensayan a uno y otro lado de la brecha que hoy separa a los parlamentarios andaluces son diametralmente opuestas. Desde la izquierda no solamente socialista se atribuye este menoscabo de las relaciones entre los grupos a un ejercicio arrogante de la mayoría absoluta por parte del PP y a la parcialidad a su juicio sangrante con la que el presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, realiza sus funciones. Ya el pasado febrero, los tres grupos de la izquierda –PSOE, Por Andalucía y Adelante-, presentaron una queja formal contra Aguirre y el abandono del salón de plenos en pleno desarrollo de la sesión por parte de dos grupos –los dos diputados de Adelante acompañaron a los socialistas y los cinco de Por Andalucía ya se habían marchado anteriormente- refleja un salto cualitativo en ese deterioro.
En un contexto en el que convertir la polémica sobre los contratos de emergencia en el eje de la agenda política andaluza supone un objetivo indisimulable, desde estos grupos se considera que la situación de Aguirre, por su condición de exconsejero de Sanidad durante parte del periodo investigado, impide que ejerza su papel con neutralidad.
Por el contrario, desde el Partido Popular, se atribuye este aumento de la crispación a la estrategia de tapar con artificios escándalos reales diseñada desde Ferraz y que los socialistas andaluces siguen a pies juntillas.
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