La Ley de Servicios Sociales sale adelante con el respaldo mayoritario del Parlamento
PP, Podemos y C’s respaldan el texto final, que amplía la cartera de prestaciones básicas
Lalia González
Jueves, 15 de diciembre 2016, 00:45
Clima insólito ayer en el Parlamento andaluz:el hemiciclo entero vuelto hacia la tribuna de invitados aplaudiendo a los asistentes y éstos, a su vez, ... hacia los diputados y miembros del Gobierno andaluz. Fue el final de la votación de la Ley de Servicios Sociales, que salió aprobada con amplio respaldo, el sí de todos los grupos menos los cinco diputados de IU, y con la presencia de representantes de los profesionales y organizaciones que han participado en el debate de la ley.
Aunque el pleno había empezado bronco, al término de la votación de la ley se advertía un clima de emoción y un sentimiento de orgullo, como dijo la diputada del PPAna Vanesa García, porque a veces los parlamentarios son capaces de «mejorar un poco la vida de los andaluces a los que representamos».
Se trataba, sin duda, de un asunto importante, la nueva regulación de los Servicios Sociales, que no se tocaba desde 1998. La Ley ahora aprobada ha sido sometida a un intenso trabajo parlamentario durante los ocho meses transcurridos desde que entró en el Parlamento y los cinco grupos se felicitaron del consenso alcanzado entre las ponentes y de las aportaciones de las entidades consultadas.
Una ley limitará a dos los mandatos de la Presidencia de la Junta
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El Parlamento aprobó por unanimidad una Proposición de Ley del PP-A para limitar a dos los mandatos de la Presidencia de la Junta de Andalucía. El acuerdo de todos los grupos fue una sorpresa para la propia portavoz popular, Carmen Crespo, a quien la intervención del representante del grupo socialista hizo creer que el voto de éste sería negativo y le recordó que contravenía el acuerdo de investidura de Susana Díaz con Ciudadanos.
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La proposición pasará ahora a comisión, donde los grupos presentarán enmiendas, para convertirse en una ley que va a reducir a dos legislaturas tanto de la Presidencia, como de las vicepresidencias y de los consejeros de la Junta.
El debate fue, así, ejemplar, y trasladó este clima de consenso, aunque cada uno de los grupos vino a atribuirse su parte de mérito en las mejoras aportadas. La ley, que entró en la Cámara con 135 artículos, sale con 141, como resaltó la diputada de Cs Carmen Prieto, «muy mejorada», dijo la consejera de Igualdad, María José Sánchez Rubio, y que «garantiza el cuarto pilar del Estado del Bienestar». Sobre la ley inicial, que suponía la universalización de los servicios sociales, ampliación de derechos y el blindaje de las prestaciones básicas, el texto aprobado amplía este criterio de universalidad y la cartera de prestaciones, como destacó la portavoz de Podemos, Esperanza García, al incluir la ayuda a domicilio máxima, el alojamiento alternativo, apoyo psicosocial, familiar e infantil, y atención a colectivos concretos, en especial drogodependientes y mayores víctimas de violencia intrafamiliar. Podemos incluyó a última hora una enmienda transaccional que definía el carácter del concierto social, que da prioridad a las entidades sin ánimo de lucro. En este punto radicó la principal discrepancia de IU, que quería excluir de manera total de la prestación de servicios a las entidades privadas, dijo Elena Cortés. Soledad Pérez, del PSOE, defendió que la ley no privatiza, que prioriza a las Ongs y que incorpora la calidad.
El PP por su parte celebró que el texto final incluya la prevención en su articulado y dijo que con la redacción definitiva se refuerza la igualdad de acceso a las prestaciones y los derechos sociales no quedan sometidos a las disponibilidades presupuestarias.
La Ley incluye importantes novedades, como el blindaje por ley de los serviciios sociales, es decir que todos los que se contemplan en la cartera podrán exigirse ante los tribunales de justicia, e incluye otros servicios novedosos considerados también derechos subjetivos como la historia social única digitalizada y una tarjeta social universal para cada persona dentro del sistema.
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