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Lalia González
Domingo, 24 de enero 2016, 00:33
Han pasado seis meses desde que asumió esta nueva responsabilidad en el Gobierno de Susana Díaz, una consejería que incluye la gran prioridad, el empleo, y los grandes marrones de la legislatura, como los cursos de formación, las ayudas a UGT, el rescoldo de los ERE, etc.
Da la impresión de que los planes de empleo de la Junta son como tiritas para contener una hemorragia. ¿Qué más puede hacer?
El empleo es el problema fundamental de la economía europea, en mayor medida en España y en mayor aún en Andalucía. Cada nivel de la administración pública tiene sus responsabilidades. La política macro es del gobierno central. Los autonómicos, dice la Constitución, tienen centradas sus competencias en los servicios sociales. Andalucía destina a éstos, educación, sanidad y dependencia, 85 de cada 100 euros. Con el resto tenemos que hacer frente a otras cuestiones. Dedicamos el máximo empeño al empleo y en función de él se jerarquizan las propuestas que llegan al Consejo de Gobierno, y la que tenga más posibilidades de crearlo es la que informa positivamente la decisión final.
sobre la cónsula
Pero ¿qué hace la Junta?
No decidimos en la política fiscal, en la inversión pública, en la macroeconómica, no podemos influir en la política industrial ni energética. Pero dentro de lo que podemos decidir y los recursos que tenemos pusimos en marcha una serie de programas que son coyunturales, que han permitido crear 60- 65 mil puestos. En 2016 también figuran casi dos mil millones para distintas iniciativas, sobre todo la reedición de estos los programas Emplea Joven y Emplea 30+, también para autónomos, emprendedores y retorno del talento, con 385 millones, que ya están en el BOJA.
Sí, y parece que hay interés en los ayuntamientos por acogerse, pero son contratos de seis meses.
No estamos creando empleo estable y de calidad, son medidas paliativas. Algo más podríamos haber hecho en Andalucía con nuestra reclamación ya secular del plan especial de empleo, como el que han tenido otras comunidades, que sin duda lo merecían porque tenían una tasa de paro similar, Canarias y Extremadura. Se nos ha negado sistemáticamente. La única razón que me entra en la cabeza es política. La comunidad más azotada por el paro y que no se haga plan no tiene justificación.
Sánchez Maldonado está convencido de que «el empleo lo tienen que crear las empresas», porque el sector público está en su límite. «En la empresa privada es donde tenemos que diseñar el campo de juego de manera que haya la máxima seguridad jurídica, la menor incidencia de normas burocráticas etc». Por ello los incentivos a las pymes son elemento esencial para luchar contra el paro y acaba de salir una orden de IDEA que recoge estas ayudas, dirigidas hacia sectores de futuro, con prima especial «a las empresas tecnológicas y con mas capacidad de generar empleo y valor añadido, incluso a las que retornen talento. Dentro de nuestras competencias la principal para incentivar el cambio de modelo productivo».
Maldonado cree que estas ayudas han servido para que numerosas empresas sortearan la crisis, «muchas no existirían sin IDEA», dice, y defiende el papel de esta agencia pública «Lo que hace es paliar los fallos del mercado financiero. Nos pueden decir que tenemos mayor volumen de pérdidas o impagados, pero es que a quienes ayudamos es a quienes no lo hace el sistema financiero».
En esta línea de ayudas, el consejero confirma que se va a retomar el Plan de Construcción Sostenible, del que están a la espera numerosas empresas y trabajadores «Espero que salga a mediados de año y estará en línea con el anterior, pero no me atrevo a dar una cifra, porque hay que determinarla con Hacienda. Estábamos convencidos de que el programa era bueno, pero el éxito nos ha sorprendido, tanto que la Unión Europea lo ha galardonado con el premio a la mejor iniciativa e innovación de Europa en 2015».
¿Qué expectativas maneja de evolución del índice de paro? Porque aunque dicen que Andalucía ha sido motor del crecimiento del empleo, sigue siendo insuficiente
El crecimiento de 2016 según todos los organismos de coyuntura nacionales, internacionales y andaluz, va a ser un poco por debajo de 2015, entre 2 y 4 décimas. Nos vamos a quedar en 2,7% o 2,8% de crecimiento. Con esto se va a poder crear empleo, pero no todo el que necesitamos para reducir significativamente la tasa de paro, ni en Andalucía ni en España
¿Hay que resignarse, el paro es endémico?
Mantiene la misma tendencia en los últimos 30 años, una tasa nacional de 8 a 10 puntos por encima de la europea y de 13 a 14 puntos sobre ésta la tasa andaluza. Esta es la estructura demográfica de Andalucía, con un peso muy reducido de la industria y muy importante del sector servicios, de sectores con gran estacionalidad. Este es un problema que tenemos que resolver cambiando la estructura productiva, aumentando peso industrial. Si se cumple la Agenda por el Empleo y el peso de la industria pasa del 13 al 22% seremos capaces en 2020 de dejar la tasa de paro en la que había en 2006, cuando nadie hablaba de problemas de empleo, que era del 10%. Esa es la realidad. No hay que resignarse. Tenemos que cumplir cada uno con nuestros compromisos. No se puede mantener el discurso bastante farisaico que hemos tenido en los últimos tiempos de que cuando el empleo va bien en Andalucía es porque lo hace muy bien el Gobierno central y cuando va muy mal es porque lo hace muy mal la señora Susana Díaz.
Y viceversa. También cuando hay buenos datos la Junta se los apunta.
No, no, nunca lo hacemos, al menos yo no personalmente. La Junta lo cuenta. Yo mantengo que el empleo es competencia de las políticas macroeconómicas que lleva a cabo el Gobierno central, que depende de él y del gobierno europeo, por la política monetaria. Nosotros hemos paliado el dolor con nuestra actuación. El empleo es un problema global en el que todas las administraciones tenemos que poner el máximo empeño. No obstante cuando digo que no es competencia no quiero decir que no estamos concernidos, lo estamos.
¿Las políticas activas empleo sirven?
Creo que son importantes, más ahora mismo. Todos los estudios de la OCDE dicen que uno de los principales déficits de la economía española es la disociación entre la formación de la población activa y los nuevos modelos productivos. Es necesario adecuar la enseñanza secundaria y universitaria hacia una economía más tecnológica, digital, que necesita mucha más formación basada en el conocimiento capaz de convertirse en innovación y en valor añadido, una economía que antes decíamos que era del futuro, pero que ya está aquí.
¿Y los cursos de formación?
Las políticas activas de empleo tendrán que ir, como en España y otros países UE, hacia formación dual, en mayor colaboración con las empresas, que son las que saben sus verdaderas necesidades. Tendrán que fijarse tanto en los desempleados como en formar a los empleados en habilidades que se necesiten en los territorios, con las escuelas taller, que creo muy importantes. Las vamos a poner en marcha
¿Cuáles son sus planes?
En el primer trimestre vamos a tener en la calle las órdenes para formación de desempleados, de empleados, de escuelas taller, y los certificados de cualificación. Hemos previsto un presupuesto de 207 millones de euros para 2016.
Los cursos están en el ojo del huracán judicial y parlamentario. ¿Cómo va a ser la nueva formación?
Es verdad que el pasado está así, pero es el pasado, yo tengo que pensar en el presente. La nueva orden recoge la concurrencia competitiva en las subvenciones, garantiza un cuerpo de formadores cualificados en el que se valore la experiencia y que las empresas estén acreditadas, sin que puedan subcontratar toda la acción formativa. Del total de 207 millones se destinarán 77,6 a formar parados; 20,7 a trabajadores en activo y 50,8 a escuelas taller, talleres de empleo y casas de oficio
¿Cómo va la revisión de los expedientes de los cursos celebrados desde 2011?
Desde el principio nuestra regla principal es la transparencia. De ocho mil y pico en la última comparecencia di cuenta de más de cinco mil. Nuestra hoja de ruta es terminar antes de verano. Estamos dentro de los raíles del derecho administrativo, y si hay que pedir reintegro se hará. Una gran mayoría no presentan ninguna incidencia. Y en vía judicial estamos colaborando con la Justicia aportando la información y con respeto absoluto.
¿Qué espera de la comisión parlamentaria? ¿de las quejas por la documentación?
La que se ha pedido está en sede parlamentaria, en poder de los grupos. No sé como son las discusiones, con cinco grupos habrá cuestiones difíciles, pero creo que se van a resolver bien y a ver si terminamos de una vez con este proceso de judicialización, porque no es bueno. Confío que se supere lo anterior, se superen las irregularidades que haya podido haber, porque esto no contribuye al buen hacer de la política, la economía y la educación en Andalucía.
¿Y sigue la reclamación de ayudas a UGT?
En el proceso administrativo normal. Examinamos algunas en que aparecían irregularidades, se pidieron reintegros, algunas están en alegaciones, o en procesos ejecutivos, otras no.
¿Se ha recuperado dinero en alguno de estos casos?
Eso está fuera de las competencias. Una vez que pedimos reintegro pasa a la agencia tributaria. Pero todo está en su proceso normal, respetando todos los derechos de los administrados, entre ellos el de recurrir.
¿Y la instrucción sobre los Fondos Jeremie?
Me remito a lo que expliqué en el Parlamento. Junto con IDEA estamos convencidos de actuar de manera regular y adecuada. Están suspendidos también para otras comunidades y para el Gobierno central, porque Europa analiza su uso. Los Jeremie, como todos los financieros que implican capital riesgo, unos fallan y otros no. Pero estoy convencido de que la ejecución administrativa responde al derecho.
Aún le ha tocado otro proceso, Aznalcóllar ¿Qué balance hace, una vez sobreseído?
Se resolvió pero perdimos todos. Desgraciadamente por una cuestión que, como ha quedado demostrado, no tenía fundamento hemos perdido siete meses. Se podía haber avanzado en el proyecto, en la creación de empleo. Ha perdido la Administración, la comarca de Aznalcóllar y los que hemos visto durante seis meses nuestra credibilidad pisoteada, la gente que ha sido detenida. Hay que pedir perdón a la comisión de técnicos y de valoración que trabajó durante meses por hacerlo lo mejor posible y que se vieron sometidos a esa presión.
¿Hasta qué punto la judicialización de la política afecta a la gestión? ¿Le ha costado cubrir puestos o lo ha hecho con perfiles complicados, como el criticado director de políticas activas de empleo?
Ha sido una polémica buscada. Se trata de una persona con mucha experiencia política que va a llevar a cabo sus funciones de manera satisfactoria. Entiendo que la obligación de la oposición no es aplaudir lo que hacemos pero sí creo que algunas cosas se sacan de contexto. Cuando se nombra a alguien con mucho currículum científico se nos acusa de que no tiene experiencia política y cuando se designa a una persona con ésta se nos tacha de que no tiene cv. Si se lo aplicáramos a muchos de los jefes de la oposición que tenemos mire dónde tendrían que estar, si expusieran el curriculum científico que tienen, algunas veces trucado.
La segunda parte de su consejería es Empresa. Hábleme de Abengoa. ¿Como afronta la pérdida inevitable que supondrá su plan de viabilidad, si se llega a acuerdo?
Espero que las pérdidas sean mínimas, que el resultado del preconcurso sea favorable y la incidencia sobre los más de 7 mil empleos en España, 4.500 en Andalucía, 80 mil en el mundo, se minimice. Abengoa es pionera en lo que debe ser el modelo productivo de Europa, no ya de España, una fábrica de conocimiento. Todas las administraciones, la central, la europea, nosotros hemos de colaborar al máximo. Si no sería mala noticia para la economía europea. Más que producir bienes, Abengoa pone en condiciones a otros para que lo hagan de manera mas eficiente. Creo que debe terminar bien. Ojalá tuviéramos muchas posibilidades de hacer más desde el gobierno de Andalucía, pero lo estamos haciendo, estamos hablando, para que esto tenga un final lo mas positivo posible
¿Cómo?
Hay que esperar a que termine el preconcurso, ver qué hacen las instituciones financieras y lo bonistas. Es una empresa privada.
¿Qué objetivos se marca en la legislatura, qué indicadores quiere conseguir?
Estamos convencidos de que el futuro pasa por el apoyo a lo que yo llamo la industrialización, no la reindustrialización, porque aquí no se ha tenido industria. Representa el 13% de nuestra economía y planteamos llegar al 22 o 23% en 2020. Estamos haciendo un esfuerzo importante por potenciar tanto sectores más de vanguardia, como el aeronáutico o el biotecnológico, el químico o el de la industria metálica, y el de minería metálica, que ha dado un salto espectacular.
¿Qué se opone?
Tenemos que cambiar la política energética. No nos podemos permitir el lujo de que nuestra industria esté pagando casi el doble que la europea y ésta el doble que al otro lado del Atlántico. La energía es un factor productivo esencial. Puede representar casi el 30%. Con estos costes vamos a tener muy difícil dar ese salto. Nos está fastidiando. Tenemos la materia prima básica para la energía del futuro, eólica, termoolar, geodinámica, mareas marinas, eólicas off shore o in shore, y tenemos una política energética que está poniendo no un impuesto al sol, sino a los recursos naturales. Cuando queremos avanzar nos ponen recursos de inconstitucionalidad. No puede ser que tenga más energía termosolar Alemania, donde las horas solares son las que son.
¿Qué sabe de la supuesta refinería iraní?
Declaración de principios: cualquier inversión que venga y cumpla la legalidad, que tenga capacidad de generar empleo la vemos bien. Pero de este tema no tenemos más información que la leída en los periódicos.
En fin, usted se ocupa también del comercio, un sector fundamental. ¿Qué proyecta?
Es de los sectores más importantes, supone más de 500 mil empleos. Desde que tengo las competencias he ido a todas las reuniones con empresarios, para demostrarles que nos importa. Vamos a hacer nueva ley de cámaras y modificar la ley de comercio interior. Buscaremos armonizar intereses, no siempre coincidentes, para buscar un espacio donde convivan las diferentes formas, grandes, medianas superficies, minoristas. Todos los segmentos son importante y se merecen que los tengamos en cuenta y lo vamos a hacer con el máximo consenso. Antes de que acabe el año habremos avanzado mucho.
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