«La capitalidad cultural no puede ser un asunto de la élite»

-¿Le pilló por sorpresa la propuesta para presidir la fundación?

-La verdad es que me pilló totalmente desprevenido. Todo se ha sucedido a velocidad de vértigo. El alcalde me llamó ayer (por el jueves) por la tarde y me propuso el cargo después de que Salvador Moreno Peralta renunciara. Quedamos en que si había consenso con mi candidatura, estaría encantado de aceptar. En una hora, el alcalde alcanzó esa aceptación y me volvió a llamar para comunicarme la noticia.

-¿Cómo ha vivido hasta ahora las aspiraciones de la ciudad para ser Capital Cultural Europea?

-El proyecto de la capitalidad cultural siempre me ha parecido muy interesante. Para Málaga es una iniciativa muy, muy importante. Lógicamente, es un asunto que me ilusiona porque creo que se puede conseguir. De ahí mi aceptación.

-La fundación apenas tendrá cinco meses para redactar la candidatura. ¿Es tiempo suficiente?

-Nadie compite pensando que no va a conseguir su objetivo. Si pensáramos que no tenemos ninguna posibilidad, no nos presentaríamos. Una capitalidad cultural es un programa que hay que desarrollar después. Creo que hay tiempo todavía, aunque vamos achuchados. No vamos con holgura. Hay que trabajar mucho, muy duro y muy bien.

-¿Consideraría un fracaso que Málaga no pasara el primer corte el próximo mes de julio?

-Todos los que estamos implicados en el proyecto estamos muy ilusionados y no contemplamos quedarnos fuera de esa primera selección.

-Los promotores de esta iniciativa suelen destacar la importancia de la participación ciudadana.

-Sin lugar a dudas. Todo esto lo digo por mera intuición, porque todavía no conozco en profundidad el proyecto; sin embargo, me parece que lo primero que tenemos que apuntalar es la participación de todos. No se trata de hacer actos culturales donde sólo acuda una élite en el centro de Málaga; se trata de que participe toda Málaga. La capitalidad no puede ser un asunto de la élite, tiene que llegar a los barrios, a los distritos, a la gente.

Ventajas poco conocidas

-¿Y cree que la ciudadanía malagueña conoce las posibles ventajas que conllevaría la consecución de este reconocimiento?

-Evidentemente, no. O por lo menos yo no lo he detectado. La gente en Málaga cada vez habla más de la capitalidad cultural, pero todavía no sabe muy bien lo que supone. Es muy importante para la ciudad, no sólo en el ámbito del desarrollo de la cultura que distingue a los pueblos más avanzados, sino que además tiene unas sinergias económicas muy importantes.

-¿Cree que la capitalidad puede ayudar a la ciudad a combatir la crisis económica?

-Por supuesto. Es difícil concebir una capital con un tirón económico como el que tiene Málaga, que es la capital económica de Andalucía. Eso tiene que ir acompañado por la cultura, porque a su vez la cultura genera economía.

-Usted atesora una amplia experiencia en el sector privado. La Fundación Málaga Ciudad Cultural, incluso la propia candidatura, cuenta sobre todo con el apoyo de instituciones públicas. ¿Confía en que la empresa privada se sume a la iniciativa?

-No sólo confío, estoy absolutamente convencido. No tengo la menor duda de que el sector privado se va a implicar en la capitalidad cultural. De hecho hay una expectativa importante en al Confederación de Empresarios, la Cámara de Comercio, grandes y pequeños empresarios... Creo que van a ser conscientes de que la capitalidad cultural de Málaga supone mucho para la regeneración de la economía capitalina.