Un plato para los más necesitados

Carlota Tettamanzy está considerada como una de las mayores benefactoras con el pueblo de Benalmádena. Propietaria de casi todo lo que hoy es Arroyo de la Miel, la vizcondesa de Portocarrero y mujer de quien fuera marqués de Salamanca no dudaba en donar sus tierras para que la gente pudiera levantar sus casas. Eso fue a finales de la primera mitad del siglo XX. Ahora, un grupo de vecinos ha decidido poner en marcha una iniciativa solidaria a través de una asociación que llevará su nombre. Se trata de un comedor social que pretende dar cobertura a todas aquellas familias de la localidad a las que la crisis económica está haciendo especial mella.

«El perfil de las personas que acuden a los Servicios Sociales en busca de ayuda ya no es el de antes. Ahora son personas que de la noche a la mañana se han quedado sin trabajo y no pueden hacer frente a la hipoteca y, lo que es peor, dar de comer a sus hijos», comenta José Manuel López, presidente de la asociación, quien explicó que el objetivo es ofrecer un almuerzo, además de un picnic para la noche.

De momento, el proyecto está pendiente de ultimar algunos flecos, aunque el principal, que es conseguir un local en Arroyo de la Miel, ya está prácticamente cerrado. En estos inicios, la financiación corre por cuenta de los propios miembros de la asociación, aunque a partir del próximo año podrían contar con una partida presupuestaria del Ayuntamiento para desarrollar su actividad. «La intención es que a partir de mayo se pueda poner en marcha el comedor», explicó el concejal de Bienestar Social, Francisco Salido, quien anunció que los trabajadores de la delegación que dirige se han prestado voluntariamente ofrecer apoyo psicológico, asesoramiento sobre prestaciones y tramitaciones «y sobre todo, dar calor humano a los usuarios de este servicio». Además, los técnicos de Bienestar Social serán los encargados de derivar a estas personas al comedor.

La Asociación Comedor Social Doña Carlota Tettamanzy está integrada por una decena de vecinos de diferentes ámbitos profesionales. Entre ellos se encuentra Luis Varela, propietario de una peluquería el cual prestara sus servicios gratuitamente a los usuarios que lo requieran, así como el responsable de una panificadora de Torremolinos, que se ha comprometido a entregar todo el pan que se necesite. «Es un proyecto ilusionante y necesario y todos deberíamos implicarnos en un tema social de primera necesidad como éste»,, concluyó José Manuel.