TU GENTE. José Emilio Cabra, vicario de Ronda: «Me hice sacerdote porque la Iglesia necesita un relevo»

Hace cuatro años, José Emilio Cabra llegó a Ronda con la responsabilidad de hacerse cargo de la Vicaría. Esto supuso un cambio en su vida, pero nada comparado con el gran salto que dio cuando decidió dejar el ordenador, los balances bancarios y la tramitación de hipotecas para ser sacerdote.

¿Cuándo y cómo recibió usted 'la llamada de Dios'?

Me convertí en sacerdote hace ocho años, de los que llevo cuatro en Ronda y otros cuatro en los pueblos de los alrededores. Antes de eso, había estudiado Económicas y trabajaba en un banco. Lo cierto es que estuve una temporada dándole vueltas a si iba a ser feliz con eso. Y un día me di cuenta de que hay gente muy mayor en el seno de la Iglesia y que era necesario un relevo. Entonces me pregunté: ¿por qué no yo? Luego le pregunté al Señor: «¿Tú cómo ves esto?». Y vi como una lucecita que me hizo pensar que a lo mejor yo podía ser uno de los de ese relevo. Al principio me dio un poco de miedo, pero luego vas madurando la idea hasta que das el paso. Al final lo que se siente es alegría.

¿Cree que ahora hay menos vocación sacerdotal que hace unos años?

Los tiempos cambian. Es cierto que a la Iglesia le cuesta hoy más trabajo llegar a la gente joven; eso es una realidad. Y a lo mejor las preocupaciones de los muchachos son otras y nos cuesta hacerles llegar la fe. Además, el puesto de sacerdote no está tan bien visto socialmente como antes, ni es tan relevante. Y, por encima de todo, esta es una labor de entrega, y eso cuesta trabajo hoy en día.

Por cierto, ¿cómo anda usted de latín?

Flojo. Hace un año se estuvo comentando la idea de que quien quisiera podría dar la misa en latín; pero no es algo obligatorio.