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HÉCTOR BARBOTTA
Sábado, 30 de junio 2007, 03:38
Una embarcación sospechosa se dirige hacia la costa. Una lancha rápida de la Guardia Civil sale a su encuentro y la intercepta. Dos detenidos y 12 fardos de hachís -unos 355 kilos- intervenidos. Abordaje casi perfecto. Porque uno de los narcos consiguió huir utilizando la zódiac de la Benemérita tras tirar a un agente al agua, según confirmaron a SUR fuentes del instituto armado.
La operación se desarrolló ayer, a primera hora de la mañana, frente a las costas de Cabopino y Calahonda, entre los términos municipales de Marbella y Mijas. Los radares del SIVE (Servicio Integral de Vigilancia Exterior) de la Guardia Civil hicieron saltar las alarmas al detectar la embarcación frente a la playa mijeña de Calaburra.
Una lancha semi-rígida del Servicio Marítimo de la Benemérita, ocupada por dos agentes, salió al encuentro del barco. Según explicaron fuentes del instituto armado, se inició una persecución, hasta que, a unos 150 metros de la orilla, la zódiac de los narcotraficantes se paró porque se había averiado el motor y la Guardia Civil logró alcanzarla.
En la maniobra de abordaje, uno de los tres narcos que viajaban en la embarcación se tiró al agua, al parecer, para escapar a nado, según las fuentes consultadas.
La huida
Uno de los guardias civiles saltó a la lancha interceptada y detuvo a dos de sus ocupantes. Mientras, el otro agente intentaba rescatar del mar al traficante, que parecía estar ahogándose. Al intentar izarlo a bordo, el narco aprovechó para tirar al guardia al agua y se subió en la semi-rígida del Instituto Armado, que estaba vacía.
El delincuente escapó con ella rumbo a la costa, dejando en el mar a sus dos compañeros detenidos y a los dos agentes en la embarcación que traían de Marruecos cargada de hachís. Alcanzó la orilla, embarrancó la lancha y prosiguió su huida a pie.
Para esconderse de la Guardia Civil, que le pisaba los talones, el narco se escondió en las laberínticas urbanizaciones que recorren el litoral entre Calahonda y Cabopino. Pese a que la Benemérita activó un fuerte dispositivo, apoyado por policías locales, el fugitivo logró escabullirse de sus perseguidores. Las fuentes consultadas aseguraron ayer que aún no estaba detenido, pero sí identificado.
El despliegue de la Guardia Civil en tierra, no obstante, dio resultados positivos. Los agentes interceptaron a cuatro personas ante las sospechas de que pudieran tener alguna relación con el alijo, lo que aún se está investigando. También quedaron detenidos otros dos hombres que viajaban con el huido en la zódiac.
Durante la persecución en la costa, los traficantes arrojaron varios fardos de droga al mar. En total, los agentes se incautaron de 12, con un peso de 355 kilos.
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