Los menores cambian el botellón por los bares para beber alcohol

Lo sorprendente de este estudio, realizado con jóvenes de la capital, es que el 22% de los menores dice consumir alcohol en los bares pese a que su venta está prohibida hasta los 18 años y una de sus peticiones más comunes es la de bajar el precio de las copas. La pregunta es obligada: ¿Qué bares incumplen la norma y se arriesgan a una multa elevada e incluso al cierre del establecimiento?

Para el representante de los bares de copas de Málaga, Juan Rambla, los locales de copas de la noche no solo no venden alcohol a menores, sino que impiden su entrada al local. «Ya no es solo por las multas, sino porque puede hacerte perder a la clientela adulta», señala. Además, apunta a los horarios de salida de estos menores de edad. «Estos adolescentes salen por la tarde, y los locales de copas no están abiertos a esas horas», indica, mientras señala que el control es mucho menor para cafeterías y bares de barrios que abren toda la tarde.

Mario Cortés, concejal de Juventud, indica que las sanciones en locales de copas por venta de alcohol a menores son excepcionales y que la mayoría cumplen la ley. Aunque reconoce que el control se circunscribe a los bares de la noche, y que algunos locales cuya licencia no es específica de venta de alcohol podrían arriesgarse a servir bebidas a los menores. «Desde el Ayuntamiento estamos persiguiendo estas prácticas, al igual que los comercios de alimentación que venden bebidas a los menores, pero es complicado porque siempre hay algún empresario desaprensivo que pretende hacer negocio con los adolescentes», segura.

Para Rafael Prado, presidente de los empresarios hosteleros de Málaga, la prohibición de venta de alcohol a menores se lleva a rajatabla en los establecimientos adheridos a Aehma. «Pienso que se debe más al desconocimiento por parte de los camareros, que puedan creer que los chavales sean mayores, o que incluso presenten un carné de identidad falsos, como ya hemos denunciado a la policía en alguna ocasión», indica.

Por diversión

Al margen de dónde se consume, lo que parece cierto es que el alcohol está muy extendido entre jóvenes de edades cada vez más tempranas. El 54% dice consumir en la calle. Las razones del consumo varían entre los chicos y las chicas. Para ambos sexos, la motivación tiene que ver con una forma de divertirse y porque los demás también lo hacen, aunque para las chicas está más relacionado con la aceptación social, mientras que ellos, que por regla general beben más, lo hacen para ligar y pasarlo bien, según explica el sociólogo del Área de Juventud responsable del estudio, José Manuel Gaona.

En lo que sí parece haber avances es en la percepción de que el alcohol es una droga. Un 40% de los menores entiende el alcohol como algo nocivo, frente al 9% que cree que es inocuo. «Entre todas las instituciones que trabajamos en la prevención, hemos logrado que los jóvenes entiendan que beber tiene consecuencias para su salud y su imagen, algo a lo que los adolescentes dan mucha importancia; por eso, creemos que es esa idea la que debemos reforzar, al tiempo que les ofrecemos una alternativa para que se diviertan sin consumir», afirma Cortés.

En este sentido, el concejal de Juventud opina que el Ayuntamiento tomó una buena decisión al prohibir el botellón. «Estos menores no iban al Paseo de los Curas y si lo hacía, la policía los sacaba de allí, pero no podíamos decirles que el alcohol es negativo mientras que al mismo tiempo habilitamos un espacio para su uso indiscriminado», afirma.