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Envase de la famosa crema de avellanas fabricada por Ferrero.
Ségolène Royal llama al boicot contra Nutella

Ségolène Royal llama al boicot contra Nutella

La ministra de Ecología de Francia arremete contra el producto por contener aceite de palma, causante de una deforestación de efectos «irreparables»

Antonio paniagua

Miércoles, 17 de junio 2015, 12:26

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Nutella, esa crema dulzona que es como chutarse en vena una sobredosis de chocolate, tenía buena fama. Es el postre con el que meriendan los niños, el ingrediente imprescindible de los gofres y los crepes. Pero la crema de avellanas ha encontrado un temible enemigo: se llama Ségolène Royal y es la ministra de Ecología de Francia. Se la bautizó como la Zapatera francesa porque parecía ser la esperanza del socialismo galo. Además es la madre de los hijos de François Hollande, el presidente del país vecino, del que se separó en 2007. Pues bien, Royal vela desde su cargo por el medio ambiente y ha llamado al boicot contra el maridaje de cacao y avellanas. «Hay que dejar de comer Nutella, por ejemplo, porque el aceite de palma ha sustituido a los árboles y esto ha producido un daño irreparable», dijo la titular del departamento en Canal Plus de Francia.

Desde hace tiempo, las organizaciones ecologistas vienen denunciando los efectos nocivos del aceite de las plantaciones de palma, que se han extendido como las termitas en la madera. Proliferan en Sudamérica y África, pero sobre todo en ciertos países de Asia como Indonesia, Malasia o Papúa Nueva Guinea, donde han devorado extensas zonas de bosques y selva tropical.

Royal no se anda con zarandajas. Ha puesto en el punto de mira a Nutella, fabricada por ese gigante de la industria agroalimentaria que es Ferrero, productor de otras golosinas como los Kinder o los bombones Ferrero Rocher. Lo raro es que la ministra haya arremetido sólo contra Nutella, pues el aceite de palma está también presente en todo tipo de comidas congeladas y bollería industrial, por no hablar de biocombustibles, productos de higiene personal y cosméticos. Quizá lo que pretenda la dirigente es que Ferrero siga el camino de Nestlé o Unilever, que, según Greenpeace, ya no se abastecen de aceite de palma en Indonesia, país del que están desapareciendo los orangutanes, para evitar ser cómplices de su extinción.

El grupo Ferrero no oculta que la crema de avellanas está compuesta en un 20% por la grasa vegetal de la discordia, sustancia que procura la «untuosidad y la estabilidad de la receta».

No es la única cruzada de la ministra. Royal ha decidido prohibir la venta libre del herbicida estrella de Monsanto, el Roundup. En realidad la ministra aspira a desterrar cualquier pesticida de los jardines franceses. Aunque el Roundup nació como una alternativa a otros productos más tóxicos, la sustancia concitó la controversia cuando en marzo se reveló que existen «pruebas limitadas» de que su principio activo, el glifosato, es potencialmente cancerígeno.

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