Las asignaturas pendientes en la Primaria

La experiencia que vivan durante estos seis cursos será fundamental para su posterior trayectoria académica. Si en Infantil se despierta su interés por aprender, en Primaria es cuando se adquieren y afianzan los conocimientos básicos culturales y las habilidades relativas a la expresión y comprensión oral, a la lectura, la escritura y el cálculo, así como una actitud positiva hacia la enseñanza. Además, es el momento de detectar posibles problemas de aprendizaje y buscar soluciones, según explican pedagogos y profesores consultados por este periódico, que coinciden en destacar los avances en los últimos años en cuanto a la ratio de alumnos por aula, enseñanza de idiomas e incorporación de las nuevas tecnologías.

Sin embargo, el sistema educativo sigue fallando a la hora de motivar a los alumnos, reducir el abandono escolar temprano el que se produce en alumnos de más de 18 años que consiguen el graduado en ESO pero no continúan su formación y el fracaso escolar. Mejorar el nivel de conocimientos adquiridos por los estudiantes es la gran asignatura pendiente. Los escolares malagueños y andaluces en general siguen a la cola en comprensión lectora y razonamiento matemático, según lo demuestran estudios externos para medir la calidad de la enseñanza como el Informe Pisa o las Pruebas de Evaluación de Diagnóstico.

Evaluaciones externas

El Informe Pisa que evalúa las competencias de los alumnos para aplicar los conocimientos adquiridos a la vida real ofrece resultados bastante desalentadores en cada edición. Andalucía sigue a la cola de España y de los países de la OCDE en razonamiento matemático, comprensión lectora y competencia científica. Así, por ejemplo, en el último estudio, realizado en el año 2012, los estudiante andaluces se sitúan en los 477 puntos frente a los 488 de España o los 496 de la media de la OCDE en comprensión lectora. Aunque las pruebas se realizan a alumnos de 15 años que están en el instituto, los resultados son también en parte consecuencia de la experiencia en los niveles anteriores, en el colegio, según los expertos.

En las últimas Pruebas de Diagnóstico, en 5º de Primaria mejoran en matemáticas, con un 4,12 sobre 6, pero empeoran en comunicación lingüística, con un 4,28. Los alumnos de 2º de la ESO suspenden en razonamiento matemático con la peor nota desde que se realiza el test. En otra prueba, la Escala, realizada a alumnos de 2º de Primaria, los resultados de este año muestran un aumento del porcentaje de niños en los niveles más altos en razonamiento matemático y en lengua.

Algunos de los profesores consultados señalan el enorme esfuerzo para despertar el interés de los niños por la lectura, algo básico para poder asumir cualquier otro conocimiento. «Les cuesta mucho concentrarse, puede que sea por la forma de vida que llevamos actualmente o porque están acostumbrados a un lenguaje visual e inmediato; sentarles a que lean un libro es muy complicado, pero la lectura es imprescindible incluso para resolver un problema de matemáticas», explica una profesora con 30 años de experiencia en Primaria.

No todo es negativo. Los estudiantes andaluces son los que más han avanzado desde que se incluye la región en los resultados del Informe Pisa aunque las pruebas, de carácter trimestral, datan de 2000, los resultados diferenciados de Andalucía solo aparecen desde el año 2006 en comparación con el resto de comunidades. La Consejería de Educación achaca este «avance significativo» al refuerzo del currículum, con media hora de lectura a la semana obligatoria, entre otras medidas; el refuerzo de las competencias básicas como lengua y matemáticas; y a la apuesta de la Junta por la equidad con ayudas a las familias como la del cheque libro.

El retraso de Andalucía

Para el catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga (UMA) José Ignacio Rivas, partidario de relativizar el resultado de estos informes porque utilizan metodologías diferentes a las que están acostumbrados los niños en clase, esta mejora se debe a que Andalucía parte de un retraso histórico en educación muy alto, con un elevado índice de analfabetismo hasta hace solo dos décadas y bajas tasas de escolarización. «Obviamente, el resto del país también ha subido, por tanto aunque las diferencias se acorten, también se mantienen», dice.

Entre los avances de los últimos años está la reducción de la ratio de alumnos por clase, que llegaba a 40 en los años de la EGB y bajó a poco más de 20 con la Logse. Sin embargo, «ahora puede ser hasta 27», como apunta Rivas, que advierte de que esto significa «que los alumnos con más dificultades no van a poder ser atendidos, y todo dependerá del interés de cada uno, por lo que los resultados globales están bajando».

En la misma línea, el presidente en Málaga de la asociación de directores de colegio Asadipre, Juan Bueno, considera «excesivo» el aumento de hasta el 10% del límite de alumnos por aula establecido por el Gobierno central. A su entender, se imposibilita poder atender la creciente diversidad de alumnos en las aulas, máxime cuando los niños están cada vez más dispersos y menos centrados, según Bueno, que lamenta de la pérdida de autoridad del maestro.

Parte del esfuerzo de los profesores se orienta de hecho a que los alumnos presten atención en clase. El paso al instituto supone en este sentido un momento crítico, según explica Ana Martínez, profesora de Física y Química del IES Bezmiliana. «En 1º de la ESO tenemos que dedicar mucho tiempo a mantener el orden de la clase porque algunos alumnos llegan de Primaria sin saber estar y encima en Secundaria sienten que ya no están tan protegidos y supervisados y puede ser aún peor», afirma. «Tienen que haber aprendido una autodisciplina al acabar Primaria y no siempre se consigue», estima Julio Vera, pedagogo especializado en Teoría de la Educación de la UMA.

Otra clave para captar el interés de los alumnos es la familia. En este sentido, desde la federación de asociaciones de padres FEAPA, Pilar Triguero apunta a que la situación de crisis actual ha hecho que muchos padres crean que la educación de los niños no va a revertir en más opciones para su futuro, algo que resulta muy negativo para la actitud que transmiten a los niños hacia la escuela.

Y mientras se posibilita el aumento de la ratio, disminuye el número de profesores en los colegios y se incrementa su malestar por los recortes. Asadipre ha denunciado la reducción de medio centenar de maestros en los colegios malagueños el próximo curso por los cambios en los criterios de asignación de plantillas. Esto, sumado a la tardanza en cubrir las bajas tienen que pasar al menos diez días laborables repercute en la calidad de la enseñanza y fundamentalmente en las clases de refuerzo, ya que hay menos docentes disponibles para dar apoyo a los niños con mayores dificultades de aprendizaje. Frente a esto, los expertos en educación apuntan a que los sistemas más punteros como el finlandés incluso tienen dos profesores por aula. De este país, según Rivas, habría que aprender además en lo referente a la organización curricular, «más flexible y mucho más abierta a otros aprendizajes no tan académicos».

En cuanto a contenidos, Bueno critica que se ha ido «hacia un sistema en el que se quiere enseñar de todo» y plantea «volver a materias troncales muy claras». En este sentido, considera que el horario destinado a asignaturas como lengua o matemáticas es suficiente, pero reclama dotar de más autonomía a los centros para poder organizar las diferentes asignaturas en función de las necesidades.

En la misma línea, José Ignacio Rivas defiende que no es un problema de horas, «sino de modelo». En general, considera que el sistema educativo actual está «excesivamente centrado en contenidos de tipo académico sin atender los componentes afectivos, personales y relacionales» y tiende a excluir más que a integrar a los alumnos con dificultades. «Favorece la memorización de contenidos y la repetición y muy poco la autonomía del alumno y sus competencias para afrontar la vida diaria», apunta este experto, que advierte de que por todo esto la escuela «se está alejando de los niños». «La actitud de los niños hacia la escuela es fundamental en el futuro», advierte Julio Vera.

Más herramientas

En el lado más positivo, los expertos valoran la incorporación de pizarras digitales y ordenadores al aula, un componente importante para interesar al alumno, pero que presenta deficiencias. Según el presidente de Asadipre, buena parte del material está obsoleto. Bueno, además, apuesta por incluir en el temario contenidos referentes a las tecnologías para que, por ejemplo, los niños aprendan buenos usos de Internet.

En idiomas el cambio también ha sido significativo. Los colegios e institutos bilingües en la provincia aumentan año tras año y ya son más de 140 frente a la treintena del curso 2005/2006. Sin embargo, se hace necesaria una mayor formación y actualización del profesorado, que se ha visto mermados por los recortes, con la eliminación de los cursos en el extranjero y la reducción de los auxiliares de conversación en los centros que imparten materias en otras lenguas, según explica Salud García, profesora de inglés del CEIP Salvador Rueda. Según José Ignacio Rivas, la enseñanza en idiomas en la escuela «está demasiado centrada en la gramática y en aspectos formales y poco en la conversación, la lectura o la comprensión». «Por eso hay que ir al as academias, donde el modelo es diferente», dice. Otro aspecto que los expertos coinciden en destacar es el de la educación en valores. Para Julio Vera, el ambiente que hay ahora es más sano gracias a programas como Escuela Espacio de Paz, que fomenta la colaboración, la resolución de conflictos y la igualdad. Y es que la escuela enseña más cosas que las que vienen en los libros.