«Samu llegó al vestuario y se desplomó», hablan los compañeros del jugador apuñalado

Los más afectados, al margen de los amigos más directos de Samu, eran los compañeros de equipo en el Alhaurín B. Todavía estaban impactados por la agresión que sufrió su amigo y por lo que vieron el campo de San Ignacio.

Aunque accedieron a realizar declaraciones, ninguno de ellos quiso que su identidad fuese revelada por temor a futuras consecuencias, pero el relato de los hechos impactaba. «Fue un jugador de El Palo B. Fue el que lo empezó todo», comenzó uno de ellos. «Cuando llegó a su altura lo cogió por el cuello y empezó a darle puñetazos. Ahí es cuando la gente saltó al campo», explica. Su compañero continúa el relato en el mismo punto. «Los que saltaron llevaban taburetes, cascos y algo así como un candado de moto. En el campo no había más de ochenta personas, así que todo el mundo se quedó perplejo. No es la primera vez que ocurre algo así en el campo de El Palo y estoy seguro que no será la última», explicaba el joven futbolista del Alhaurín de la Torre B.

Fueron los momentos de mayor tensión pues fueron varias personas las que agredían a Samuel, una de ellas la que le propinó las dos puñaladas que casi acaban con su vida. La ayuda de otros futbolistas y de los cuerpos técnicos de los dos equipos le permitió escapar. El delantero llegó por su propio pie al vestuario de su equipo y ahí se vivió el momento más duro. «Entró en el vestuario y se desplomó, se quedó inconsciente», continuó uno de los jugadores del Alhaurín. «Como la equipación era negra no se le veía nada, pero cuando se levantó la camiseta vimos que tenía todo el cuerpo ensangrentado. La suerte que tuvimos es que lo cogieron muy rápido (las asistencias médicas) y eso le salvó. La otra persona a la que apuñalaron, es al parecer policía», explicaba. No solo compañeros de club se acercaron ayer al hospital a interesarse por el estado de salud de Samuel. También estuvieron futbolistas de otros equipos de la provincia, con los que coincidió en el pasado, y jugadores de El Palo, que no se explicaban cómo el partido en el que celebraban el ascenso de categoría casi acaba en una tragedia.