La Policía no cree que el robo sea el motivo del tiroteo a una mujer en la barriada García Grana, en Málaga capital
Seis disparos impactaron contra la víctima: cuatro de ellos en el tórax y otros dos en el brazo derecho
Juan Cano
Lunes, 18 de enero 2016, 00:39
Una mujer resultó ayer herida de gravedad tras recibir hasta seis impactos de bala cuando circulaba en una furgoneta por la barriada García Grana, en ... la capital. La víctima, de 38 años y de nacionalidad china, permanecía al cierre de esta edición ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Carlos Haya, siendo su estado «estable dentro de la gravedad y pendiente de evolución», según fuentes sanitarias.
Los hechos se produjeron sobre las 7.20 horas cuando, por circunstancias que se están investigando, dos hombres que viajaban en un coche abordaron el vehículo de la mujer en la confluencia de las calles Virgen del Pilar y Fernández Fermina, a las espaldas del centro sanitario de especialidades San José Obrero (Barbarela). Al situarse a su altura, uno de ellos sacó un arma de fuego y le descerrajó varios tiros, de los que seis impactaron contra la víctima: cuatro de ellos en el tórax y otros dos en el brazo derecho. Después, se dieron a la fuga en un coche.
El Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de la investigación. De momento, la única hipótesis que los agentes dan por descartada es el robo, una posibilidad que se barajó tras conocerse que la mujer es empresaria (al parecer, regenta una tienda por la zona) pero que en principio pierde fuerza porque la cantidad de disparos que recibió llevan a pensar a otras causas.
Casquillos por el suelo
Al lugar se desplazaron efectivos de la Brigada de la Policía Judicial y especialistas de la Policía Científica, que acordonaron la zona en busca de pruebas que pudieran arrojar algo de luz al suceso, además de estudiar las trayectorias de los disparos y recoger los casquillos de bala esparcidos por el suelo. Una grúa municipal también se llevó el vehículo de la mujer, en cuyas lunas se podían ver los orificios provocados por los tiros.
Nada más marcharse los policías, sobre las 11.20 horas, las decenas de curiosos que durante toda la mañana merodeaban el lugar de los hechos se acercaron a comprobar cómo las tizas sobre el asfalto marcaban el punto exacto donde habían caído los casquillos. «Hemos escuchado los disparos, pero no hemos visto ni oído nada más», afirmaba un vecino del bloque situado a la altura de donde ocurrió el tiroteo. Otros, en cambio, prefirieron quedarse en casa. «Mejor no salir», comentaba.
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